Elegir el par de zapatos correcto para el terreno adecuado puede marcar la diferencia entre un buen y un mal día. Son muchos los factores que intervienen en la selección de un zapato, o en este caso, de un calzado para el agua.
Elegir el calzado acuático adecuado es vital, especialmente si se practican deportes acuáticos como la navegación, el kayak, el surf, el senderismo y la pesca. Necesitas un calzado acuático que te proporcione la mayor seguridad, comodidad y rendimiento.
Diferencia entre el calzado acuático y el calzado normal
A diferencia de tus zapatos normales, los zapatos de agua están hechos para ser usados en el agua o en lugares húmedos. Están construidos específicamente para drenar el agua rápidamente después de caminar en el agua. Están hechos con un material que no absorbe el agua. La mayoría de los pares están hechos de malla con partes o suelas de goma.
Consejos sobre cómo elegir el calzado para el agua
Hay algunos factores que puedes considerar para comprar un buen par de zapatos de agua. Algunos de ellos incluyen:
Drenaje del agua. A la hora de elegir un zapato para el agua, quieres un zapato que drene el agua rápidamente y que tenga una alta transpirabilidad. No quieres un zapato que retenga el agua durante mucho tiempo después de salir del agua. Un zapato con buena transpirabilidad puede ofrecer una eficiente circulación de aire a tus pies, ayudando a que se sequen más rápido. Llevar un calzado que no se seca rápidamente puede exponerle al riesgo de desarrollar un pie de trinchera. Esta afección suele producirse cuando los pies permanecen húmedos durante demasiado tiempo. Puede causar dolor, ampollas, un olor horrible, entumecimiento y daños en la piel.
Tracción. Caminar por zonas húmedas puede implicar el contacto con superficies resbaladizas, rocas o incluso playas realmente arenosas. Esto significa que podrías tener que elegir un zapato de agua con un buen agarre y una fuerte tracción. Un zapato de agua con un buen agarre puede serle útil, especialmente cuando practica el senderismo. Una buena tracción significa que no tendrás problemas para caminar sobre rocas o conchas.
Terreno. Al elegir un zapato de agua, es posible que primero tengas que considerar el tipo de entorno en el que vas a usar el zapato: el paisaje importa. El terreno de una playa es diferente al de un arroyo o un río. Si tienes intención de caminar por un terreno rocoso, elige un zapato de agua con una excelente tracción. Otras zonas pueden tener terrenos húmedos y sueltos que exigen un par de zapatos de agua con una suela exterior sólida que te ayude a no lesionarte los pies.
Protección y apoyo para los pies. Mantener tus pies sanos debe ser una de tus principales prioridades a la hora de elegir un calzado acuático. Es especialmente vital cuando hay largas caminatas involucradas. Es posible que necesites un zapato de agua con una protección adecuada para los pies. Un zapato con un gran soporte para el arco del pie puede ser de gran ayuda si tienes pies planos o fascitis plantar, una condición de inflamación del pie que causa dolor en el talón. La protección también implica mantener los pies a salvo de objetos afilados en algunos terrenos. Un zapato acuático con una suela gruesa puede ser de gran ayuda para protegerte de las espinas, las piedras afiladas o la pérdida de terreno mientras haces senderismo.
Durabilidad. Si frecuentas zonas húmedas o participas en deportes acuáticos, la durabilidad del calzado es un factor a tener en cuenta. Intenta elegir un zapato que te sirva a largo plazo, o al menos para el trabajo que necesitas que hagan. Si vas a hacer senderismo, puede que necesites un zapato con una suela que no se desgaste rápidamente. Una suela desgastada perderá su agarre y eso puede no funcionarte bien.
A granel. Dependiendo de lo que necesites, puede que tengas que seleccionar un zapato de agua ligero o pesado. Un zapato ligero podría ser cómodo para tus pies pero podría no ser ideal para algunos terrenos. El peso de un zapato de agua podría ser un aspecto vital a considerar según tus preferencias de funcionalidad.
Precio. Debes encontrar un calzado acuático que se ajuste a tu presupuesto. Hay zapatos para cada terreno o función en cada rango de precios. Puede que no necesites romper la banca para conseguir un zapato que sirva para el propósito que tienes en mente.
Tamaño. Elegir la talla correcta es vital cuando se busca un buen par de zapatos de agua. Algunos zapatos te parecerán de la talla perfecta hasta que les metas un poco de agua, después puede que te queden un poco flojos. Si los zapatos son demasiado grandes, podrían resbalar de tu pie después de mojarse. Elige un zapato que se ajuste bien para evitar experiencias incómodas. También puede evitar la irritación de los pies o las rozaduras (dolor por la fricción).
Material. El material del que está hecho el zapato de agua también supone una diferencia considerable, dependiendo de las actividades para las que lo uses. Los zapatos de agua hechos de malla, por ejemplo, son eficientes en el drenaje del agua y ofrecen una ventilación adecuada. Esto significa que los zapatos de agua de malla son adecuados para actividades como el kayak, la natación y la navegación.
El calzado acuático es ideal para la protección y el apoyo, donde el calzado normal podría no ser tan útil. Llevar zapatillas de deporte e ir a nadar sería un desastre. Acabarías con los zapatos empapados y los pies llenos de ampollas. El calzado de agua también puede ayudar a prevenir las afecciones causadas por los helmintos del suelo (gusanos redondos que se encuentran en la tierra).