Con todas las diferentes dietas y tendencias de la industria de la pérdida de peso, la nutrición puede resultar confusa. ¿Cómo saber si un nutriente o grupo de alimentos es malo para usted? Muchas ideas populares sobre la alimentación saludable son mitos alimentarios.
Mito 1: Los carbohidratos son malos
Los carbohidratos son en realidad una fuente de energía necesaria. Los carbohidratos se descomponen en azúcar, o glucosa, que tu cuerpo utiliza como energía. Es cierto que no todos los carbohidratos son iguales, pero céntrate menos en si comes cantidades altas o bajas y céntrate más en los tipos de carbohidratos que comes.
Hay que tener en cuenta dos tipos de carbohidratos: simples y complejos.
Los carbohidratos simples tienen uno o dos azúcares y una estructura química simple. Son los jarabes y los azúcares de mesa que se encuentran en las galletas, los cereales, los yogures, los refrescos y los caramelos. Los cereales refinados, como el arroz blanco y la harina, también contienen carbohidratos simples. El cuerpo descompone rápidamente los carbohidratos simples, lo que provoca un aumento del azúcar en sangre.
Los carbohidratos complejos tienen tres o más azúcares en una estructura compleja. El cuerpo tarda más en digerirlos, por lo que provocan un aumento más lento y gradual del azúcar en sangre. Las frutas, las verduras, las alubias, las legumbres y los cereales integrales son carbohidratos complejos que contienen vitaminas y minerales esenciales.
Los carbohidratos complejos también contienen fibra, que circula por el cuerpo sin ser digerida. Esto ayuda a mantener el hambre y los niveles de azúcar en sangre bajo control.
En lugar de eliminar los carbohidratos, es mejor sustituir los granos refinados por granos integrales y comer alimentos con carbohidratos saludables como frijoles, legumbres, frutas y verduras. Coma menos caramelos, chocolates, bebidas azucaradas, pasteles y galletas.
Mito 2: La grasa es mala
Durante muchos años, los comercializadores de alimentos y los profesionales han dicho que la grasa es mala. La verdad es que necesitas la grasa para sobrevivir.
La grasa tiene nutrientes esenciales y energía. Es importante para fabricar hormonas, para la función inmunitaria y para absorber nutrientes. La grasa es necesaria para absorber las vitaminas D, A, E y K.
Al igual que los hidratos de carbono, existen diferentes tipos de grasas: las insaturadas, las saturadas y las trans. Las grasas insaturadas son líquidas a temperatura ambiente y son útiles porque reducen la inflamación y mejoran los niveles de colesterol.
Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente. Durante mucho tiempo se dijo que las grasas saturadas eran malas para el corazón y el colesterol, pero las pruebas son contradictorias. Las grasas saturadas pueden aumentar el colesterol o no tener ningún efecto sobre el mismo, pero los profesionales siguen recomendando consumir cantidades menores.
La conclusión es que reducir las grasas saturadas, como el azúcar y los carbohidratos refinados, puede ser bueno para la salud si se sustituyen por grasas insaturadas saludables. Alimentos como los frutos secos, las semillas, los aguacates, las aceitunas y el pescado son ricos en grasas insaturadas.
Mito 3: los lácteos no son saludables
Los productos lácteos son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales, incluido el calcio. Muchos productos lácteos tienen vitamina D añadida que puede ayudar a fortalecer los huesos, especialmente cuando se combina con el contenido natural de calcio.
Muchos yogures, leches aromatizadas, helados y otros productos lácteos tienen azúcar añadido, lo que no es una opción saludable. La leche y el yogur sin azúcar son una forma estupenda de incluir suficientes lácteos en tu dieta diaria.
Mito 4: Los zumos son saludables
La industria de los alimentos saludables dice que beber zumos es más sano que comer frutas o verduras, pero esto no es cierto. El zumo tiene mucho azúcar y algunos productos de zumo contienen tanto azúcar como una lata de refresco. Cuando bebes zumo de fruta en lugar de comer la propia fruta, obtienes muchas más calorías y no te llena. Comer una pieza de fruta te aporta fibra que te ayuda a sentirte lleno y te proporciona vitaminas esenciales.
Además, la industria de la comida sana suele vender los zumos como una "limpieza" o "desintoxicación". Tu cuerpo ya tiene sistemas de desintoxicación que funcionan muy bien, incluidos los riñones y el hígado. No hay pruebas de que necesites hacer una limpieza o de que los zumos beneficien a tus sistemas naturales de desintoxicación.
Mito 5: No consumir gluten es más saludable
Las dietas sin gluten no son más saludables si no se tiene intolerancia al gluten o enfermedad celíaca. La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la que el consumo de gluten daña los intestinos, provoca problemas de absorción de nutrientes y causa complicaciones de salud a largo plazo. Las personas que padecen la enfermedad celíaca deben seguir una dieta sin gluten.
El gluten es una proteína presente en el trigo y otros cereales. Si llevas una dieta sin gluten pero no tienes intolerancia al gluten, podrías estar perdiendo vitaminas, minerales y otros nutrientes de los cereales que son buenos para tu salud.
Conclusión: Deshágase de los mitos alimentarios más comunes
Antes de seguir las últimas tendencias dietéticas, creer en los mitos alimentarios más comunes o eliminar grupos enteros de alimentos, es una buena idea hablar con un dietista o con tu médico sobre lo que es adecuado para ti.