Cómo puede ser la narcolepsia

La narcolepsia es un trastorno del sueño que afecta al control del cerebro sobre los ciclos de sueño y vigilia. Si la padeces, es posible que te despiertes muchas veces durante la noche y que tengas deseos incontrolables de dormir a lo largo del día. La narcolepsia no es frecuente y sus síntomas imitan los de muchos otros problemas de salud. Por eso puede ser fácil que los médicos la confundan con otra cosa. Hasta el 60% de las personas con narcolepsia reciben un diagnóstico de otra cosa al principio.

Los médicos a veces confunden la narcolepsia con condiciones como:

Insomnio. Es común tener problemas para dormir cuando se tiene narcolepsia. Puedes despertarte muchas veces durante la noche. También puede tener problemas para conciliar el sueño. Esto puede llevarle a usted y a su médico a pensar que está privado de sueño y que tiene insomnio.

Apnea obstructiva del sueño. Sentirse muy somnoliento durante el día es un síntoma tanto de la narcolepsia como de la apnea obstructiva del sueño. Esta última hace que los músculos de la garganta bloqueen las vías respiratorias mientras se duerme. Muchas personas con narcolepsia tienen también apnea del sueño. Si los médicos detectan primero la apnea del sueño, es posible que no sigan buscando otros problemas. En consecuencia, puede pasar algún tiempo antes de que le diagnostiquen narcolepsia.

Depresión. Muchos signos de depresión y narcolepsia se parecen. Algunos de los más comunes son los problemas para dormir, la fatiga, el aumento de peso y la falta de concentración. Dado que la narcolepsia reduce la calidad del sueño, lo que puede afectar a la salud mental, también puede causar depresión.

Ansiedad. Más de la mitad de las personas que padecen narcolepsia tienen también un trastorno de ansiedad, como ataques de pánico o ansiedad social. También puedes sufrir ansiedad como respuesta a las alucinaciones (ver u oír cosas que no existen) o a la cataplexia (debilidad muscular repentina) que puede provocar la narcolepsia.

Esquizofrenia. Tanto la esquizofrenia como la narcolepsia pueden causar falta de sueño y alucinaciones. Una de las diferencias es que si tienes narcolepsia, es más probable que veas cosas que no existen justo antes de quedarte dormido o justo después de despertarte. En cambio, la esquizofrenia suele provocar que oigas cosas que no son reales.

Epilepsia. La cataplejía puede debilitar una zona del cuerpo, dificultar el habla o hacer que no puedas moverte durante un breve periodo de tiempo. Estos síntomas se parecen mucho a un ataque y pueden llevar a un diagnóstico de epilepsia. Esto podría conducir a un tratamiento equivocado y evitar que recibas ayuda para tu narcolepsia durante varios años.

Síndrome de fatiga crónica. Algunos síntomas de la narcolepsia, como la somnolencia extrema durante el día, los problemas para dormir por la noche y la falta continua de energía, se solapan con el síndrome de fatiga crónica (SFC). Muchas personas con SFC también tienen narcolepsia.

TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Un sueño de mala calidad puede causar niebla cerebral y problemas de concentración, que pueden parecerse al TDAH. Sentirse hiperactivo (que le cuesta quedarse quieto) también puede confundir a los médicos. Aunque es un síntoma bien conocido del TDAH, la hiperactividad también puede ser la respuesta de tu cuerpo a la sensación de sueño y al intento de despertarse.

Si crees que tienes narcolepsia, habla con tu médico de cabecera o con un médico especialista en sueño sobre tus síntomas. Ellos pueden descartar otros problemas de salud y ordenar pruebas de sueño que pueden confirmar la narcolepsia. Aunque no hay cura para la narcolepsia, los tratamientos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a controlarla.

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