Casi un tercio de las mujeres embarazadas padecen el síndrome de las piernas inquietas (SPI). Las personas que padecen el síndrome de las piernas inquietas lo describen como una sensación de "picor", "tirón", "quemazón", "espeluznante", que les provoca un deseo irrefrenable de mover las piernas.
Una vez que mueven las piernas, la sensación suele remitir. Pero para entonces la sensación ya les ha despertado.
Causas del síndrome de las piernas inquietas en el embarazo
Los científicos no saben exactamente qué causa las sensaciones en las piernas por la noche. Pero algunos creen que puede deberse a un desequilibrio de la sustancia química cerebral dopamina. Esa sustancia química normalmente ayuda a mantener los movimientos musculares suaves y uniformes.
El SPI en el embarazo podría estar provocado por la falta de suficiente ácido fólico o hierro. También hay pruebas de que el aumento de los niveles de estrógeno durante el embarazo puede contribuir al SPI.
Intentar calmar las piernas inquietas durante toda la noche puede hacer que te sientas somnolienta e irritable durante el día.
Tener el síndrome de las piernas inquietas también puede hacer más probable que tengas un parto más largo y que necesites una cesárea.
Cómo tratar el SPI durante el embarazo
Si tus síntomas son lo suficientemente graves como para interrumpir tu sueño noche tras noche, probablemente querrás acudir a tu médico para que te trate el SPI. Eso puede ser un reto durante el embarazo.
La mayoría de los fármacos utilizados habitualmente para tratar el síndrome de las piernas inquietas, como Requip (ropinirol) y Mirapex (pramipexol), no se han estudiado ampliamente en mujeres embarazadas. Por tanto, no hay datos suficientes para determinar todos los riesgos potenciales para el feto en desarrollo.
Antes de tomar cualquier medicamento para el síndrome de las piernas inquietas, su médico debe comprobar sus niveles de hierro. Si está bajo, puede tomar un suplemento de hierro. En muchos casos en los que el suministro de hierro en el cuerpo es bajo, un suplemento será suficiente para corregir el SPI.
Si los síntomas del SPI siguen sin desaparecer después de haber detectado y tratado una deficiencia de hierro, algunos médicos recetan medicamentos opiáceos (narcóticos). Debido al riesgo de síntomas de abstinencia en un recién nacido, los opiáceos suelen administrarse durante un corto período de tiempo.
Además, la FDA ha aprobado un dispositivo para tratar el SPI. Relaxis es el nombre de la almohadilla vibratoria que se coloca bajo las piernas mientras se está en la cama. Está disponible sólo con receta médica.
Cambios en el estilo de vida
Si su SPI no es tan grave, intente hacer algunos cambios sencillos en su rutina. Se ha demostrado que estos cambios en el estilo de vida no sólo reducen los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, sino que también son buenos para su embarazo en general:
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Evita tomar café, refrescos y otras bebidas con cafeína.
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Haz ejercicio todos los días, pero deja de hacerlo un par de horas antes de irte a la cama para no tener demasiadas ganas de dormir.
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Adopte una rutina de sueño regular. Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días, si puede. Antes de acostarte, relájate con un baño caliente o acurrucándote en la cama con un buen libro.
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Utilizar una almohadilla térmica
Siempre que te despiertes con SPI, prueba estos consejos para que la sensación de roedura desaparezca y puedas volver a dormir:
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Masajea tus piernas.
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Aplique una compresa caliente o fría en los músculos de las piernas.
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Levántate y camina o estira las piernas.
El síndrome de las piernas inquietas puede resolverse después del parto. A los pocos días de nacer tu bebé, en muchos casos desaparecerá. Es una buena noticia, porque las nuevas mamás pronto tendrán cosas mucho más urgentes que atender en mitad de la noche.