De los archivos del médico
¿Su adolescente se droga? Durante años, muchos padres, médicos e investigadores han pensado que una de las razones por las que los adolescentes duermen mal es porque se meten en sustancias ilegales. Pero un nuevo estudio demuestra que podría ser justo lo contrario: Muchos adolescentes empiezan a consumir drogas porque no duermen lo suficiente. Y todo esto tiene también una dimensión social: Es posible que los adolescentes no duerman lo suficiente porque sus amigos tampoco lo hacen.
"Tendemos a pensar que la falta de sueño es un síntoma de otros problemas", dice la doctora Sara Mednick, profesora adjunta de psiquiatría de la Universidad de California en San Diego. "De hecho, puede ser la causa de otros problemas". Mednick y sus compañeros de investigación examinaron los patrones de sueño y el consumo de drogas entre 8.349 adolescentes durante un período de dos años a mediados de la década de 1990. Tras analizar los datos, encontraron "grupos" de comportamiento de sueño deficiente y de consumo de drogas que se extendían hasta cuatro grados de separación.
Así, si la amiga de su hija duerme menos de siete horas por noche, las probabilidades de que su hija duerma menos de siete horas por noche aumentan en un 11%, probablemente porque su hija y su amiga hablan por teléfono o se envían mensajes instantáneos, dice Mednick. Del mismo modo, si la amiga de tu hija fuma hierba, la probabilidad de que tu hija fume hierba aumenta más del doble.
La relación entre el sueño de los adolescentes y el consumo de drogas
Pero el hallazgo realmente inquietante es este: Si la amiga de tu hija duerme menos de siete horas por noche, la probabilidad de que tu hija fume marihuana aumenta un 4%. ¿Por qué? Los investigadores teorizan que el mal sueño de una adolescente influye en los patrones de sueño de la otra. Y dormir mal, a su vez, puede provocar el consumo de drogas porque la privación del sueño tiene consecuencias desagradables. Varios estudios han descubierto, por ejemplo, que la privación del sueño puede provocar un mal control de los impulsos, el abuso de sustancias y la depresión en los adolescentes.
En los últimos años, varios estudios han demostrado cómo las emociones -la felicidad, la depresión- se propagan por las redes sociales. Pero este estudio es el primero que analiza cómo esas redes influyen en los patrones de sueño. También es el primer estudio que descubre que la difusión de un comportamiento en las redes sociales puede influir en la difusión de otro. "Vemos que no son correlaciones unidireccionales", dice Mednick.
Soluciones para el sueño de los adolescentes
Cómo puede asegurarse de que los propios patrones de sueño de su hijo no le hagan buscar drogas? Sara Mednick, PhD, ofrece estas sugerencias.
Establezca una hora de corte digital: dígales a sus hijos que después de, por ejemplo, las 9 de la noche, no se les permite conectarse a Internet, ver la televisión o usar sus teléfonos móviles. "La luz azul de los ordenadores y la televisión es exactamente el tipo de luz que mantiene a la gente despierta", dice Mednick.
Colabora con el colegio: al darse cuenta de la importancia del sueño para los adolescentes, algunos institutos permiten que los chicos hagan la siesta durante el día o que empiecen la jornada más tarde. Hable con el director de la escuela sobre esta idea o llévela al consejo escolar.
Mantenga la regularidad: si deja que su hijo se quede despierto hasta tarde el fin de semana -y que luego duerma hasta el mediodía o más tarde-, su reloj biológico puede alterarse aún más. En su lugar, ayude a su hijo a mantener un horario regular para acostarse, los siete días de la semana.