Las personas con esclerosis múltiple (EM) suelen tener los primeros síntomas entre los 20 y los 40 años. Por lo general, los síntomas mejoran, pero luego vuelven a aparecer. Algunos aparecen y desaparecen, mientras que otros persisten.
No hay dos personas que tengan exactamente los mismos síntomas. Puedes tener un solo síntoma y luego pasar meses o años sin ningún otro. También puede ocurrir un problema una sola vez, desaparecer y no volver a aparecer. Para algunas personas, los síntomas empeoran en semanas o meses.
Lleve un registro de lo que le ocurre. Ayudará a tu médico a controlar tu enfermedad y a entender cómo funciona tu tratamiento.
Signos tempranos de la EM
Para muchas personas, el primer roce con lo que luego se diagnostica como EM es lo que los médicos llaman síndrome clínicamente aislado (SCA). Este episodio de síntomas neurológicos suele durar 24 horas. Ocurre cuando el sistema inmunitario le dice por error a su cuerpo que ataque la mielina, la vaina protectora de las células nerviosas del cerebro y la columna vertebral. Es posible que su médico lo llame desmielinización. Esto provoca cicatrices, o lesiones, que dificultan la transmisión de señales entre el cerebro y el cuerpo.
Hay dos tipos de SCA:
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Episodio monofocal: Tiene un solo síntoma.
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Episodio multifocal: Tiene más de un síntoma.
Los síntomas más comunes en el SIA son:
Neuritis óptica: Esta enfermedad daña el nervio que conecta el ojo con el cerebro. Suele afectar a un solo ojo, pero en casos raros, implica a ambos. Puedes notar:
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Visión borrosa
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Los colores aparecen apagados
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Dolor en el ojo, especialmente cuando lo mueve
Adormecimiento y hormigueo: Suele afectar a las piernas. Puedes sentir:
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Una sensación parecida a una descarga eléctrica cuando mueve la cabeza o el cuello. Puede bajar por la columna vertebral o llegar a los brazos o las piernas.
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Entumecimiento, a menudo en la cara.
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Hormigueo
No todas las personas que tienen SCA padecerán EM. Las probabilidades son mayores si tienes lesiones en el cerebro por la pérdida de mielina. Si tienes otro SCA u otros síntomas de EM más adelante, tu médico te hará una prueba llamada resonancia magnética que toma una imagen de tu cerebro para buscarlos. Más información sobre las diferencias entre el SCA y la EM.
Ver más: Guía visual de la esclerosis múltiple
Síntomas de la EM primaria
Estos provienen del daño continuo a tu mielina. No son agradables, pero tu equipo de tratamiento de la EM puede ayudarte a mantener la mayoría de ellos bajo control con medicación, rehabilitación y otras tácticas. Los síntomas más comunes son:
Problemas de vejiga e intestino: Es posible que tengas que orinar con más frecuencia, que necesites hacerlo por la noche o que tengas problemas para vaciar la vejiga por completo. También son frecuentes los problemas intestinales, como el estreñimiento. Lea más sobre los problemas de control de la vejiga y los problemas intestinales con la EM.
Torpeza o falta de coordinación: La esclerosis múltiple puede dificultar la movilidad. Puedes tener:
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Problemas para caminar
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Dificultad para mantener el equilibrio
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Cambios en su forma de andar
Vea una presentación sobre lo que su forma de caminar dice de usted.
Mareos: Es posible que te sientas mareado. Probablemente no tendrás vértigo, esa sensación de que la habitación da vueltas. Conoce las causas de los mareos y el vértigo con la EM.
Cambios emocionales y depresión: Es difícil hacerse a la idea de que se tiene una enfermedad crónica, y más aún una que es difícil de predecir y que le pasará factura física. El miedo a lo desconocido puede provocar ansiedad. Además, la enfermedad daña las fibras nerviosas del cerebro y eso puede afectar a tus emociones. También lo pueden hacer los medicamentos, como los corticosteroides, utilizados para tratar la EM. Obtenga más información sobre cómo manejar la depresión con la EM.
Problemas oculares: Además de la neuritis óptica que conlleva el SCA, la EM puede causar:
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Nistagmo: movimientos involuntarios de los ojos.
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Diplopía: visión doble
Más información sobre los problemas de visión relacionados con la EM.
Fatiga: Puede sentirse muy cansado. Suele aparecer por la tarde y provoca debilidad muscular, lentitud de pensamiento o somnolencia. No suele estar relacionado con la cantidad de trabajo que realizas. Algunas personas con EM dicen que pueden sentirse cansadas incluso después de una buena noche de sueño. Obtenga consejos sobre cómo manejar la fatiga con la EM.
Problemas relacionados con el calor: Podrías notarlos al calentar durante el ejercicio. Podrías sentirte cansado y débil o tener problemas para controlar ciertas partes del cuerpo, como el pie o la pierna. Cuando descanses y te enfríes, es probable que estos síntomas desaparezcan. Más información sobre cómo controlar la sensibilidad al calor con la EM.
Espasmos musculares: Suelen afectar a los músculos de las piernas. Son un síntoma temprano para casi la mitad de las personas con EM. También afectan a las personas con EM progresiva. Puedes sentir una leve rigidez o espasmos fuertes y dolorosos. Lee más sobre cómo tratar los espasmos musculares relacionados con la EM.
Problemas sexuales: Incluyen la sequedad vaginal en las mujeres y los problemas de erección en los hombres. Tanto los hombres como las mujeres pueden ser menos receptivos al tacto, tener un menor deseo sexual o tener problemas para alcanzar el orgasmo. Más información sobre cómo mantener la intimidad cuando se tiene EM.
Problemas de habla: La EM puede provocar largas pausas entre las palabras y un habla arrastrada o nasal. Puede que tengas problemas para tragar a medida que avanza la enfermedad. Obtenga más información sobre los síntomas de los problemas de habla y deglución con la EM.
Problemas de pensamiento: De vez en cuando puede resultar difícil concentrarse. Es probable que el pensamiento sea lento, la atención deficiente o la memoria borrosa. Algunas personas tienen problemas graves que dificultan la realización de las tareas cotidianas, pero eso es poco frecuente. La EM no suele alterar el intelecto ni la capacidad de leer y entender una conversación. Descubre más sobre cómo afecta la EM al cerebro y a la cognición.
Temblores: Aproximadamente la mitad de las personas con EM los tienen. Pueden ser pequeños temblores o tan intensos que dificultan las actividades cotidianas. Lea más sobre los tipos de temblores causados por la EM.
Problemas para caminar: La esclerosis múltiple puede provocar debilidad o espasmos musculares que dificultan la marcha. También pueden producirse problemas de equilibrio, entumecimiento de los pies y fatiga. Más información sobre ayudas a la movilidad y dispositivos de asistencia para la EM.
Sensaciones inusuales: Además de la sensación de hormigueo propia del SCA, es posible que sientas fuertes picores, ardor, punzadas o desgarros. Podría sentir una opresión alrededor de las costillas o la parte superior del vientre, conocida como el abrazo de la EM. Los médicos llaman a estos incómodos síntomas disestesia. Vea una presentación de diapositivas sobre síntomas y sensaciones inusuales causados por la EM.
Síntomas secundarios
Son problemas creados por sus síntomas primarios de EM, no por la mielina dañada.
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No poder vaciar la vejiga puede provocar una infección vesical.
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Si tienes problemas para caminar y te fatigas a menudo, es probable que te vuelvas menos activo. Eso puede hacer mella en tu tono muscular, hacer que tu respiración sea superficial e incluso afectar a tu densidad ósea.
Los médicos pueden tratar los síntomas secundarios, pero el objetivo es evitarlos tratando los síntomas primarios.
Síntomas terciarios
Son los problemas sociales, psicológicos y laborales de la vida con EM.
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Si la EM le dificulta caminar o conducir, es posible que no pueda hacer bien su trabajo.
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Como es difícil desplazarse y hablar con la gente sobre cómo es la vida con una enfermedad crónica, es posible que no seas tan social como antes.
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Podrías deprimirte. Es un subproducto de los cambios que la EM provoca en tu cerebro y en tu vida.
Como la EM varía tanto, es mejor no compararse con otras personas que la padecen. Es probable que tu experiencia sea diferente. La mayoría de las personas aprenden a controlar sus síntomas y pueden seguir llevando una vida plena y activa.