Por Jodi Helmer
Cuando uno se entera de que tiene cáncer, es mucho lo que hay que asimilar. Es posible que sienta una avalancha de emociones, como la incredulidad, el miedo y la ira. Y tus primeras preguntas al médico pueden ser: "¿Qué tan grave es?" y "¿Qué opciones tengo?".
Después de tomarte un tiempo para empezar a procesar la noticia, querrás un plan de acción. Estas estrategias pueden ayudarte a entender el diagnóstico, a conocer todas las opciones de tratamiento (incluidos sus riesgos y beneficios), a establecer un equipo de atención y a recurrir a tus seres queridos para que te apoyen mientras inicias el camino.
Aprende todo lo posible
Su médico debería haberle dado información sobre el tipo y el estadio del cáncer, las opciones de tratamiento, así como su perspectiva o pronóstico. Pero el shock del diagnóstico puede hacer difícil recordar todos los detalles. Consulte los registros sanitarios en línea o haga un seguimiento para poder anotarlo todo. A continuación, utilice la información que le proporcione su médico y los recursos en línea de confianza para informarse sobre su cáncer. El conocimiento es realmente un poder. Te ayuda a sentirte mejor preparado para entender el camino a seguir con la enfermedad.
Pregunte por las pruebas de seguimiento
Es posible que su médico quiera hacer más pruebas, como biopsias, análisis de sangre o pruebas de imagen como una radiografía o una resonancia magnética, para saber más sobre su cáncer y recomendar tratamientos. Es posible que quiera compartir los resultados con otro profesional sanitario para obtener una segunda opinión antes de decidir qué tratamiento iniciar.
Si cree que debe decidir de inmediato, pregúntele a su médico si ese es el caso. Es posible que puedas tomarte un par de días o una semana, o más, para decidir. No te presiones para decidir a toda prisa si no es necesario.
Forme un equipo de atención
Este grupo podría incluir un navegador de pacientes, un oncólogo, una enfermera de oncología, un trabajador social, un dietista, un farmacéutico, un psicólogo y un clérigo (si eres religioso). Estos expertos pueden responder a preguntas, proporcionar servicios médicos u ofrecer apoyo para hacer frente a todos los efectos físicos y emocionales del tratamiento del cáncer.
Explore las opciones de tratamiento
Su médico basará sus recomendaciones en el tipo de cáncer, su estadio y su edad y estado de salud general. La cirugía, la radiación, la quimioterapia, la inmunoterapia o los trasplantes de células madre son algunas de las categorías generales.
Al considerar los tratamientos, pregunte cuál es el objetivo: ¿el tratamiento debe curar el cáncer, controlar su crecimiento o manejar los síntomas? Pregunte también por los riesgos (incluidos los efectos secundarios) y los beneficios (incluida la eficacia del tratamiento). Conocer esta información le ayudará a tomar la mejor decisión.
Además, pida a su oncólogo que le ayude a encontrar ensayos clínicos que sean adecuados. Estos estudios prueban nuevos medicamentos, dispositivos o procedimientos. Pueden ser una forma de probar nuevos tratamientos contra el cáncer antes de que estén ampliamente disponibles. Al igual que con cualquier otro tratamiento, asegúrese de saber lo que implica, para poder decidir lo que es adecuado para usted.
Entender los cuidados paliativos
Los cuidados paliativos son una opción de atención sanitaria holística para cualquier persona con una enfermedad grave, en cualquier etapa. Abordan las necesidades físicas, emocionales y sociales durante el tratamiento, y pueden ofrecerse en el hospital o en casa. Puede incluir la ayuda para sopesar las opciones de tratamiento contra el cáncer, aliviar el dolor o la fatiga, ayudar con el apetito, tratar la depresión, proporcionar apoyo a los cuidadores y alinear los documentos que expresan sus deseos sobre las decisiones al final de la vida. La medicina paliativa está disponible durante todo el tratamiento del cáncer, desde el diagnóstico.
Practicar el autocuidado
Cuando pasas por un cáncer, necesitas esto más que nunca. Incluye el manejo del estrés, que puede ayudar a mejorar el apetito, aliviar el insomnio y combatir la fatiga durante el tratamiento del cáncer.
Dedica tiempo a tus actividades favoritas, como leer, meditar, hacer yoga, caminar, escribir en un diario o escuchar música. Esté rodeado de personas que le hagan sentir bien. Tómese tiempo para reír, salir a la naturaleza o ver películas o televisión que le gusten.
Habrá momentos durante el tratamiento en los que no tendrás la misma energía que antes. Pero hacer cosas que te gustan, en la medida en que puedas, es gratificante. Centrarse en formas de sentirse feliz y esperanzado puede mejorar su calidad de vida mientras trata la enfermedad.
Alinee la ayuda práctica y personal
Los expertos médicos no deben ser los únicos miembros de su equipo de apoyo contra el cáncer. La familia y los amigos también querrán ofrecer su apoyo.
Aunque esté acostumbrado a ser la persona que ayuda a los demás, no es el momento de contenerse. Piense en lo que podría ayudar: la compra o la preparación de la comida, la limpieza de la casa, el transporte a las citas médicas, o simplemente un oído amable.
Especifica lo que te ayudaría y lo que no. Ten en cuenta que la mayoría de las personas tienen buenas intenciones pero no saben lo que necesitas a menos que se lo digas.
También puede considerar la posibilidad de unirse a un grupo de apoyo en el que pueda hablar de sus sentimientos con otras personas que están pasando por el tratamiento del cáncer.
Busca en los programas de la comunidad
Hay grupos sin ánimo de lucro que le ayudan a conseguir apoyo económico y las demás cosas que necesita durante el tratamiento del cáncer. Pida a su equipo de atención del cáncer recomendaciones para ayudar a cubrir el costo del tratamiento, proporcionar transporte a las citas médicas o ayudar a acceder a alojamiento gratuito o de bajo costo si necesita buscar tratamiento lejos de casa. Estos programas pueden ayudar a aliviar algunas de las cargas del tratamiento del cáncer, para que usted pueda concentrarse en mejorar.