Cómo elegir, cuidar y llevar una peluca para la caída del cabello durante el tratamiento del cáncer

Cómo elegir, cuidar y llevar una peluca

Cuando te sometes a ciertos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, existe la posibilidad de que pierdas parte o todo el pelo de la cabeza. Suele comenzar a las tres semanas del tratamiento y se hace más visible al cabo de uno o dos meses. Durante este tiempo, algunas mujeres agradecen la privacidad, la sensación de normalidad o el nuevo aspecto que puede ofrecer una peluca.

Si está pensando en comprarse una peluca, empiece a buscarla antes de empezar el tratamiento. Así tendrá tiempo y energía para comparar precios. También tendrás más tiempo para acostumbrarte a la peluca y probarla. Algunos días podrás practicar con ella y otros días podrás lucir tu pelo natural.

Cuando estés lista para empezar a comprar, puedes ir a una tienda de pelucas, buscar en Internet o reunirte con un especialista en pelucas en casa. Si necesitas ayuda para encontrar una peluca, siempre puedes pedir a tu equipo de atención al cáncer, a un grupo de apoyo o a tu peluquero que te recomiende opciones. Dondequiera que compre, averigüe cuáles son las políticas de devolución y cambio antes de comprar.

Habla también con tu seguro médico. Es posible que tu plan cubra parte o la totalidad del coste de una peluca si tu médico te receta una "prótesis craneal" o una "prótesis capilar". Si el coste sigue siendo un problema, es posible que puedas conseguir una peluca gratis a través de un grupo sin ánimo de lucro como la Sociedad Americana del Cáncer.

Una vez que decidas que quieres conseguir una peluca, esto es lo que debes hacer:

Mídete la cabeza

Lo mejor es utilizar una cinta métrica de tela. Mójate el pelo o péinalo. A continuación, toma tres medidas en pulgadas para que te ajusten la peluca.

  • Mide desde la parte superior de una oreja hasta la parte superior de la otra.

  • Envuelve la cinta métrica alrededor de tu cabeza, desde el nacimiento del pelo hasta el bulto de la parte posterior de la cabeza.

  • Mide de adelante hacia atrás, desde la parte superior de la línea del cabello hasta la nuca.

  • Prepara tu cabello

    Quieres una peluca que se parezca a tu peinado actual? Hazte un selfie y recorta un mechón de la parte superior-frontal de tu cabeza como referencia.

    ¿Tienes el pelo largo? Piensa en acortarlo. Si te pasas a una peluca, menos gente notará el cambio.

    Cuando se te empiece a caer el pelo, ponte una gorra de malla mientras duermes para recoger los mechones sueltos. O haz que te afeiten la cabeza con una maquinilla eléctrica.

    Elige una peluca

    En primer lugar, selecciona un estilo. Una peluca completa cubre tu cabeza. Una topper rellena el pelo escaso en la parte superior. Una halo te da pelo sólo en los lados, por lo que la llevas con un sombrero o un pañuelo en la cabeza.

    A continuación, decide el material. Las pelucas se hacen con pelo natural, artificial ("sintético") o una mezcla de ambos. Piensa también en el color. Un tono un poco más claro que tu pelo natural puede ser ideal.

    Lo mejor es comprar una peluca ajustable. Será más probable que se adapte bien a tu cabeza.

    Llévalo bien

    Para ponerte la peluca:

    • Sujeta la peluca por los lados, con su etiqueta en la parte posterior.

    • Inclina la cabeza hacia delante y coloca la peluca en el centro de la frente. Deslízala de adelante hacia atrás.

    La parte superior delantera de la gorra de la peluca pertenece aproximadamente 1 pulgada más allá de su línea de cabello real. Las lengüetas de las orejas deben estar justo delante de tus orejas. La peluca no se ajusta bien? Ajusta las lengüetas traseras. Si eso no ayuda, considera la posibilidad de comprar una talla diferente.

    Una vez que la tengas puesta, algunos consejos para que parezca natural:

    • No lleves demasiado pelo hacia delante.

    • Despeina un poco, en lugar de mantener cada pelo perfectamente en su sitio.

    • Pide a un peluquero que recorte el flequillo y adelgace la peluca para conseguir un aspecto más realista.

    • También ayuda conseguir una peluca con un frente de encaje y una parte o parte superior de monofilamento.

    Independientemente del tipo de peluca que compres, tendrás que hacer algunas cosas para cuidarla. Las pelucas hechas con pelo sintético suelen costar menos y necesitan menos cuidados. Las de pelo natural suelen durar más y son más fáciles de peinar.

    Sigue las instrucciones que acompañan a tu peluca sobre cómo lavarla. Como regla general, lávala y acondiciónala cada 10-14 días si la llevas a diario, o después de cada 8 o 10 usos. Lávela con más frecuencia si la peina con mucha laca o productos de peinado. Sécala y guárdala en un soporte para pelucas, no la guardes en una bolsa o caja de plástico.

    Cuida también tu cuero cabelludo mientras realizas el tratamiento. Considera la posibilidad de llevar un gorro de nylon o de malla debajo de la peluca. Puede absorber el sudor, evitar que el cuero cabelludo se irrite y ayudar a que la peluca se mantenga en su sitio. Cuando no lleves la peluca, aplícate un protector solar de amplio espectro con al menos 30 SPF en la parte superior de la cabeza. Y en los días de frío, protégete el cuero cabelludo con un gorro o un pañuelo.

    Tu propio pelo volverá a crecer cuando termines el tratamiento. Pueden pasar varios meses, y tus mechones pueden tener un grosor, una textura o un color diferentes. Estos cambios no suelen ser duraderos. Es muy probable que su cabello vuelva a tener el mismo aspecto que antes del tratamiento.

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