El tratamiento del dolor agudo podría ser erróneo

La forma en que tratamos el dolor agudo podría estar equivocada

Por Emily Shiffer

17 de junio de 2022 - En un sorprendente descubrimiento que va en contra de la medicina convencional, investigadores de la Universidad McGill informan de que tratar el dolor con medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno o la aspirina, puede promover el dolor a largo plazo.

El artículo, publicado en Science Translational Medicine, sugiere que la inflamación, una parte normal de la recuperación de una lesión, ayuda a resolver el dolor agudo y evita que se vuelva crónico. Bloquear esa inflamación podría interferir en este proceso, lo que provocaría un dolor más difícil de tratar.

"Lo que hemos estado haciendo durante décadas no sólo parece estar mal, sino que parece estar 180 grados mal", dice el autor principal del estudio, Jeffrey Mogil , PhD, profesor del departamento de psicología de McGill. "No se debería bloquear la inflamación. Hay que dejar que la inflamación se produzca. Eso es lo que detiene el dolor crónico".

La inflamación: El analgésico de la naturaleza

Queriendo saber por qué el dolor desaparece para algunos pero se prolonga (y prolonga) para otros, los investigadores analizaron los mecanismos del dolor tanto en humanos como en ratones. Descubrieron que un tipo de glóbulo blanco conocido como neutrófilo parece desempeñar un papel clave.

"Al analizar los genes de las personas que padecen dolor lumbar, observamos cambios activos en los genes a lo largo del tiempo en las personas cuyo dolor desapareció", dice el doctor Luda Diatchenko, profesor de la Facultad de Medicina de McGill y titular de la Cátedra de Investigación de Excelencia en Genética del Dolor Humano de Canadá. "Los cambios en las células sanguíneas y su actividad parecían ser el factor más importante, especialmente en las células llamadas neutrófilos".

Para comprobar esta relación, los investigadores bloquearon los neutrófilos en ratones y comprobaron que el dolor duraba entre 2 y 10 veces más de lo normal. Los fármacos antiinflamatorios, a pesar de proporcionar un alivio a corto plazo, tenían el mismo efecto de prolongación del dolor, aunque la inyección de neutrófilos en los ratones parecía evitarlo.

Los hallazgos están respaldados por un análisis separado de 500.000 personas en el Reino Unido que mostró que aquellos que tomaban medicamentos antiinflamatorios para tratar su dolor eran más propensos a tener dolor entre 2 y 10 años después.

"La inflamación se produce por una razón", dice Mogil, "y parece que es peligroso interferir en ella".

Repensar el tratamiento del dolor

Los neutrófilos llegan pronto durante la inflamación, al inicio de la lesión, justo cuando muchos de nosotros echamos mano de los analgésicos. Esta investigación sugiere que podría ser mejor no bloquear la inflamación, y dejar que los neutrófilos "hagan lo suyo". Tomar un analgésico que alivie el dolor sin bloquear los neutrófilos, como el paracetamol, puede ser mejor que tomar un antiinflamatorio o un esteroide, dice Mogil.

Aun así, aunque los resultados son convincentes, se necesitan ensayos clínicos para comparar directamente los antiinflamatorios con otros analgésicos, señalan los investigadores. Esta investigación también puede sentar las bases para el desarrollo de nuevos fármacos para los pacientes con dolor crónico, afirma Mogil.

"Nuestros datos sugieren con fuerza que los neutrófilos actúan como analgésicos en sí mismos, lo que es potencialmente útil en términos de desarrollo de analgésicos", dice Mogil. "Y, por supuesto, necesitamos nuevos analgésicos".

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