Preparar la habitación del bebé es una actividad emocionante para la mayoría de los futuros padres, pero mientras se elige una cuna y una mecedora en función de las preferencias de decoración, rara vez se ve una de las compras más importantes que hay que hacer: el colchón para la cuna del bebé.
Aunque el colchón de la cuna casi siempre estará cubierto por sábanas, elegir el colchón adecuado es esencial para mantener a tu bebé seguro mientras duerme. Sigue leyendo para saber todo lo que necesitas saber para elegir el colchón de cuna adecuado para tu bebé.
Consideraciones sobre la seguridad del colchón de la cuna
La Academia Americana de Pediatría recomienda que todos los bebés duerman boca arriba en una superficie de descanso plana, firme y separada, libre de mantas, protectores, juguetes u otros objetos. Tenga en cuenta lo siguiente para la seguridad del colchón del bebé.
Tamaño del colchón de la cuna
Un colchón de cuna debe encajar correctamente en la cuna para que su uso sea seguro, sin dejar espacio entre el colchón y el lateral de la cuna que pueda atrapar la cabeza del bebé. Las dimensiones interiores de una cuna de tamaño normal están reguladas por la Ley de Mejora de la Seguridad de los Productos de Consumo de 2008 (CPSIA). Para cualquier cuna de tamaño normal, elija un colchón de cuna de al menos 27 1/4 pulgadas × 51 1/4 pulgadas y no más de 6 pulgadas de grosor.
Supongamos que utilizas una cuna que no es de tamaño normal, como un corralito convertible o una cuna de viaje. En ese caso, la CPSIA exige que el colchón de la cuna se venda junto con ésta para garantizar un ajuste adecuado.
Al ajustar el colchón de la cuna, asegúrate de que no haya un hueco de más de 1/2 pulgada en ningún punto cuando el colchón de la cuna esté centrado o de más de 1 pulgada cuando se empuje contra el perímetro. Como regla general, si caben más de dos dedos entre el colchón y la cuna, el colchón de la cuna es demasiado pequeño.
Firmeza del colchón de la cuna
Los bebés necesitan colchones más firmes que los adultos y los niños mayores. Si eliges un colchón de cuna de espuma, selecciona un modelo más denso; normalmente puedes encontrar información sobre la densidad de la espuma en Internet. Si compras en persona, coloca una mano a cada lado del colchón y presiona las palmas de las manos una contra otra. Una espuma densa no permitirá mucha compresión. Los colchones de espuma densa también suelen ser más pesados, así que compara el peso de los distintos colchones en la tienda o leyendo las especificaciones en línea.
Si vas a comprar un colchón de cuna de muelles internos, busca un calibre de acero de 15,5 o inferior -cuanto más bajo sea el número, más grueso será el acero- y un número de espirales de moderado a alto. Asegúrate de que el colchón incluya varillas en los bordes. Estas varillas proporcionan un soporte adicional en los bordes para evitar que el colchón se comprima cerca de los mismos.
¿Es seguro un colchón usado?
Si es posible, deberías comprar un colchón de cuna nuevo. Un colchón mal guardado puede desarrollar moho o convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias. Algunos colchones de cuna antiguos utilizaban PBDE (éteres difenílicos polibromados), retardantes de la llama que pueden interferir con la función tiroidea, y que ahora están prohibidos en Europa y en algunos estados de EE.UU.
Si compras un colchón de cuna nuevo, puedes volver a utilizarlo para futuros niños siempre que lo guardes adecuadamente en un lugar limpio y seco y se mantenga firme.
Mantén el colchón limpio
Sea cual sea el colchón que elijas, mantenlo despejado de almohadas, juguetes, mantas y otros objetos para evitar la asfixia. No debes utilizar protectores de cuna. Incluso el mejor colchón de cuna puede ser inseguro si hay riesgos de asfixia.
Debe elegir un colchón de cuna ecológico?
Algunos futuros padres están preocupados por los productos químicos que se utilizan en la fabricación de colchones o buscan reducir su impacto medioambiental eligiendo un colchón ecológico.
Aunque no hay mucha investigación comparativa disponible sobre la seguridad de los colchones orgánicos frente a los convencionales, hay algunas cosas a tener en cuenta:
Ftalatos
Los ftalatos -productos químicos industriales que hacen que los plásticos sean más blandos y duraderos- se utilizan habitualmente en los colchones convencionales y en los cubrecolchones de vinilo, y el calor del cuerpo de un bebé que duerme aumenta las emisiones de ftalatos del colchón. Aunque los ftalatos están restringidos en los juguetes, no están regulados en los colchones. Es necesario investigar más sobre la posible toxicidad de los ftalatos, pero se han asociado a problemas de salud como la infertilidad y el asma.
Compuestos orgánicos volátiles (COV)
Se han encontrado COV en algunos colchones de cuna que pueden desprender gases y ser respirados por el bebé. La espuma de poliuretano libera más COV que la espuma de poliéster.
Desgraciadamente, no existe ninguna regulación para los colchones ecológicos, por lo que cualquiera puede afirmar que su colchón es "ecológico" o "natural" sin tener que cumplir requisitos específicos. Aunque no existe una norma legal, hay algunas organizaciones independientes que pueden ayudar a los padres con conciencia ecológica a encontrar un colchón que se adapte a su familia.
La Norma Textil Orgánica Global (GOTS) es una certificación independiente que verifica de forma autónoma el origen de los productos ecológicos y su procesamiento ambiental y socialmente responsable.
Los productos certificados por la Norma Mundial del Látex Orgánico (GOLS) sólo pueden contener materias primas de origen ecológico y látex de caucho natural certificado.