Adherencias, en general y después de la cirugía

Visión general de las adherencias

Una adherencia es una banda de tejido cicatricial que une dos partes de su tejido que normalmente no están unidas. Las adherencias pueden aparecer como finas láminas de tejido similares a una envoltura de plástico o como bandas fibrosas gruesas.

La adherencia se desarrolla cuando los mecanismos de reparación del organismo responden a cualquier alteración del tejido, como una cirugía, una infección, un traumatismo o una radiación, lo que provoca una inflamación. Aunque las adherencias pueden producirse en cualquier lugar, las localizaciones más comunes son dentro de la cavidad abdominal, la pelvis y el corazón.

  • Adherencias abdominales: Las adherencias abdominales son una complicación común de la cirugía, que se produce hasta en el 93% de las personas que se someten a una cirugía abdominal o pélvica. Las adherencias abdominales también se producen en aproximadamente el 10% de las personas que nunca han sido operadas.

    • La mayoría de las adherencias son indoloras y no causan complicaciones. Sin embargo, las adherencias causan alrededor del 60% de las obstrucciones del intestino delgado en adultos y se cree que contribuyen al desarrollo del dolor pélvico crónico.

    • Las adherencias suelen empezar a formarse en los primeros días después de la cirugía, pero pueden no producir síntomas durante meses, años o incluso nunca. A medida que el tejido cicatricial comienza a restringir el movimiento del intestino delgado, el paso de los alimentos por el sistema digestivo se vuelve progresivamente más difícil. El intestino puede llegar a bloquearse.

    • En casos extremos, las adherencias pueden formar bandas fibrosas alrededor de un segmento del intestino. Esto constriñe el flujo sanguíneo y conduce a la muerte del tejido.

  • Adherencias pélvicas: Las adherencias pélvicas pueden afectar a cualquier órgano dentro de la pelvis, como el útero, los ovarios, las trompas de Falopio o la vejiga, y suelen producirse tras una intervención quirúrgica. La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es el resultado de una infección (normalmente una enfermedad de transmisión sexual) que suele provocar adherencias dentro de las trompas de Falopio. Los óvulos de la mujer pasan por las trompas de Falopio hasta el útero para su reproducción. Las adherencias de las trompas de Falopio pueden provocar infertilidad y una mayor incidencia de embarazos ectópicos en los que un óvulo fecundado se desarrolla fuera del útero. La endometriosis, una enfermedad en la que el tejido que normalmente se encuentra en el interior del útero crece en otras partes del cuerpo, como el intestino o las trompas de Falopio, también puede estar causada por adherencias pélvicas.

  • Adherencias pleurales: Las adherencias pueden formarse alrededor de los pulmones después de una neumonía, una tuberculosis, una enfermedad reumatológica o autoinmune aquí (lupus, artritis reumatoide... otras) o una intervención quirúrgica.

  • Adherencias cardíacas: Puede formarse tejido cicatricial dentro de las membranas que rodean el corazón (saco pericárdico), restringiendo así la función cardíaca. Las infecciones, como la artritis reumática, pueden hacer que se formen adherencias en las válvulas del corazón y pueden provocar una disminución de la eficiencia cardíaca.

Causas de las adherencias

Las adherencias se desarrollan cuando el cuerpo intenta repararse a sí mismo. Esta respuesta normal puede ocurrir después de una cirugía, una infección, un traumatismo o una radiación. Las células reparadoras del cuerpo no pueden distinguir entre un órgano y otro. Si un órgano se repara y entra en contacto con otra parte de sí mismo, o con otro órgano, puede formarse tejido cicatricial para conectar las dos superficies.

Síntomas de las adherencias

Los médicos asocian los signos y síntomas de las adherencias con los problemas que provoca una adherencia, más que de una adherencia directamente. En consecuencia, las personas experimentan muchas molestias en función del lugar en el que se forma una adherencia y de lo que puede perturbar. Normalmente, las adherencias no presentan síntomas y no se diagnostican.

Lo más habitual es que las adherencias causen dolor al tirar de los nervios dentro de un órgano atado por una adherencia. 

  • Las adherencias por encima del hígado pueden causar dolor con la respiración profunda.

  • Las adherencias intestinales pueden causar dolor debido a la obstrucción o dolor por los tirones durante el ejercicio o al estirar.

  • Las adherencias que afectan a la vagina o al útero pueden causar dolor durante el coito.

  • Las adherencias alrededor de los pulmones pueden causar dificultad para respirar. 

  • Las adherencias pericárdicas pueden causar dolor en el pecho o dificultad para respirar.

  • Es importante tener en cuenta que no todo el dolor está causado por las adherencias y que no todas las adherencias causan dolor.

  • La obstrucción del intestino delgado o grueso (bloqueo intestinal) debida a adherencias es una urgencia quirúrgica.

    • Estas adherencias pueden desencadenar oleadas de dolor tipo calambre en el estómago. Este dolor, que puede durar de segundos a minutos, suele empeorar si ingiere alimentos, lo que aumenta la actividad de los intestinos.

    • Una vez que comienza el dolor, puede vomitar. Esto suele aliviar el dolor.

    • Su abdomen puede volverse sensible y estar progresivamente hinchado.

    • Es posible que oiga ruidos intestinales agudos y tintineantes sobre el estómago, acompañados de un aumento de los gases y de heces blandas.

    • La fiebre suele ser mínima.

  • Dicha obstrucción intestinal a veces puede corregirse por sí sola. Sin embargo, debe acudir a su médico. Si la obstrucción progresa, pueden desarrollarse estas condiciones:

    • Tu intestino se estira más.

    • El dolor se vuelve constante y severo.

    • Desaparecen los ruidos intestinales.

    • Los gases y las deposiciones cesan.

    • El vientre se distiende.

    • La fiebre puede aumentar.

    • Una mayor progresión puede desgarrar su pared intestinal y contaminar su cavidad abdominal con el contenido intestinal.

Cuándo buscar atención médica

Acuda al médico cada vez que sienta dolor abdominal, dolor pélvico o fiebre inexplicable. Si se ha sometido a una cirugía o tiene un historial de enfermedades médicas, comente con su médico cualquier cambio en su recuperación o estado.

Llame al 911 y acuda al servicio de urgencias más cercano si se produce dolor en el pecho.

Exámenes y pruebas

Los médicos suelen diagnosticar las adherencias durante un procedimiento quirúrgico como la laparoscopia (introducción de una cámara a través de un pequeño orificio en el estómago para visualizar los órganos). Si encuentran adherencias, los médicos suelen poder liberarlas durante la misma cirugía.

Estudios como los análisis de sangre, las radiografías y las tomografías computarizadas pueden ser útiles para determinar el alcance de un problema relacionado con las adherencias. Sin embargo, el diagnóstico de las adherencias suele hacerse sólo durante la cirugía. Un médico, por ejemplo, puede diagnosticar una obstrucción del intestino delgado pero no puede determinar si las adherencias son la causa sin una intervención quirúrgica.

Tratamiento de las adherencias: cuidados personales en casa

Las adherencias deben ser diagnosticadas y tratadas por un médico.

Tratamiento médico

El tratamiento varía en función de la localización, la extensión de la formación de adherencias y los problemas que éstas estén causando. Las adherencias suelen mejorar sin necesidad de cirugía. Por lo tanto, a menos que se haga evidente una urgencia quirúrgica, el médico puede tratar los síntomas en lugar de realizar una intervención quirúrgica.

Cirugía

Dos técnicas quirúrgicas habituales para tratar las adherencias abdominales son la laparoscopia y la laparotomía.

  • Con la laparoscopia, un médico introduce una cámara en el cuerpo a través de un pequeño orificio en la piel para confirmar que existen adherencias. A continuación, las adherencias se cortan y se liberan (adhesiolisis).

  • En la laparotomía, el médico realiza una incisión mayor para ver directamente las adherencias y tratarlas. La técnica varía en función de las circunstancias específicas.

Próximos pasos - Seguimiento

Si se ha sometido a una cirugía o tiene antecedentes de enfermedad médica, comente siempre con su médico los cambios en su recuperación o estado.

Prevención

Durante la cirugía se toman medidas para intentar minimizar la formación de adherencias. Algunas de ellas pueden ser: acortar el tiempo quirúrgico, mantener los tejidos húmedos, manipular con cuidado cualquier tejido u órgano y utilizar guantes sin almidón y sin látex. También se han desarrollado varios productos quirúrgicos para intentar evitar la formación de adherencias durante la cirugía. A veces se utilizan láminas entre los órganos o las superficies corporales después de grandes intervenciones quirúrgicas abiertas.

Perspectiva

Las adherencias que requieren cirugía suelen reaparecer porque la propia cirugía provoca adherencias.

Sinónimos y palabras clave

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