Cuando se vive con un dolor nervioso provocado por una neuropatía periférica causada por la diabetes, es normal sentirse deprimido en ocasiones. Probablemente tendrá que enfrentarse al miedo, la ira, la negación, la decepción, la culpa o la soledad.
Pero hay lugar para la esperanza, porque el tratamiento adecuado y los cambios en el estilo de vida pueden aliviarte.
Hable con su equipo médico
Su médico puede recetarle medicamentos para tratar la depresión. Estos fármacos pueden cumplir una doble función, aliviando el dolor físico y sus efectos emocionales.
No obstante, habla con tus médicos especialistas en diabetes antes de tomar este tipo de medicamentos. Algunos de estos medicamentos pueden provocar un aumento de peso, lo que podría dificultar el control del azúcar en sangre.
Considera también la posibilidad de probar la psicoterapia si te diagnostican depresión. Hablar con un terapeuta te permitirá resolver los problemas o acontecimientos de tu vida que puedan haberte llevado a la depresión. Esto puede ayudarle a resolver los problemas, recuperar la sensación de control sobre su vida y ayudarle a disfrutarla de nuevo.
Técnicas que puede probar
Aquí tienes más formas de manejar las emociones relacionadas con tu diabetes y el dolor nervioso:
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Aprende a relajarte.
Prueba la respiración profunda y otras técnicas de relajación como la meditación.
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Establezca objetivos alcanzables.
No intentes excederte en los días buenos. Aprende a llevar un ritmo.
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No te menosprecies a ti mismo.
Si lo haces, date cuenta de que estás siendo duro y, en su lugar, piensa en algo positivo sobre ti.
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Saca tiempo para desestresarte.
Necesitas hacer ejercicio y relajarte cada día.
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Únase a un grupo de apoyo al dolor crónico.
A menudo ayuda compartir tus sentimientos.
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No bebas alcohol.
El dolor suele alterar el sueño. También lo hace el alcohol.
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Dejar de fumar
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Las investigaciones demuestran que los fumadores tienen un mayor riesgo de padecer dolor en general. Además, fumar empeora la neuropatía periférica.
Encontrar un grupo de apoyo
Tanto la Sociedad Americana del Dolor como la Fundación Nacional del Dolor ofrecen grupos de apoyo locales en muchas zonas.
Puedes conocer a personas que se enfrentan a los mismos retos que tú. Además, puedes aprender qué trucos para aliviar el dolor les funcionan. Por ejemplo, algunas personas dicen que llevar calcetines a la cama puede ayudar. También puedes preguntarles si han tomado medicamentos que les hayan ayudado.
Abrete a tu pareja
Si tienes una relación, sé sincero con tu pareja. Hable de cualquier temor que tenga sobre la intimidad, ya sea el miedo al rechazo, o el dolor del sexo. También hablen de lo que es bueno, y sean francos sobre lo que necesitan.
Dediquen también tiempo a estar solos. Báñense juntos, salgan a caminar o simplemente abrácense en la cama. Si tienes problemas sexuales, considera la posibilidad de acudir a un consejero o terapeuta sexual.