La diabetes puede dañar los nervios de los brazos y las piernas. Se llama neuropatía periférica. Si la padeces, tus pies y tu piel necesitan cuidados y atención extra. Obtenga más información sobre cómo reunir los requisitos para la discapacidad por neuropatía periférica.
Qué puede ocurrir?
Las pequeñas lesiones en los pies, como las causadas por un calzado que no se ajusta bien, pueden provocar problemas mayores. Esto se debe a que los callos, las ampollas, las llagas, las infecciones y las úlceras en los pies suelen aparecer en lugares que están adormecidos por daños en los nervios. Es posible que no se note la lesión.
Además, las personas con diabetes no controlada pueden tener otros problemas, como problemas para combatir las infecciones y mala circulación, que hacen que su curación sea más lenta. Esto significa que un pequeño corte en la piel puede convertirse en una úlcera o en una infección grave.
Con un buen cuidado de los pies, puedes prevenir problemas como éstos.
Cómo cuidar los pies
Cuidar los pies es fácil. Lo mejor es hacerlo a la hora del baño o mientras te preparas para ir a la cama.
Un buen cuidado de los pies también implica acudir al médico pronto si detectas un problema para que no empeore.
Revisa tus pies a diario.
Lávalos y sécalos bien. Utiliza un espejo de mano para inspeccionarlos. Busque ampollas, cortes, grietas, piel seca, enrojecimiento, sensibilidad o llagas en la parte superior, entre los dedos y en las plantas.
Poner polvo entre los dedos de los pies.
Esto ayuda a mantener secas esas zonas húmedas y a prevenir las infecciones por hongos.
Frota loción en tus pies y piernas para prevenir la piel seca y agrietada.
Pero no la pongas entre los dedos de los pies porque eso puede provocar infecciones por hongos.
Mantén las uñas cortadas.
Utiliza una lima de uñas para limar, no un cortaúñas, para no dañar tu piel.
Protege tus pies.
Utiliza siempre zapatos o zapatillas para proteger tus pies de las lesiones. No utilices una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente para calentarte los pies. Podrías quemarlos sin sentirlo.
Hazte revisiones.
En cada visita, asegúrate de que el médico te inspeccione los pies.
No utilices removedores de callos ni otros tratamientos para pies de farmacia.
Pueden ser perjudiciales. Deja que un médico trate tus problemas de pies.
Use zapatos que le queden bien.
Y usa calcetines en todo momento.