No cabe duda de que el control diario de la diabetes es muy beneficioso para la salud. Pero a veces el esfuerzo -contar los carbohidratos, controlar el nivel de azúcar en sangre, hacer ejercicio, tomar los medicamentos, acudir a las citas médicas- puede parecer demasiado. De vez en cuando, puede sentirse agotado y frustrado, sobre todo si no obtiene los resultados que desea. Esto puede llevar al agotamiento de la diabetes, es decir, cuando uno está tan cansado de lidiar con su enfermedad que se da por vencido por un tiempo, a veces largo.
Este sentimiento es comprensible. Pero saltarse el cuidado de la diabetes sólo le perjudicará más adelante. Cómo puedes seguir cuidándote bien sin agobiarte?
Está usted agotado?
Es útil reconocer los primeros signos de que estás harto de gestionar tu enfermedad. A menudo, son las cosas que no estás haciendo, como:
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No tomar la medicación según lo prescrito
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No comprobar el nivel de azúcar en la sangre tan a menudo o en absoluto
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No hacer ejercicio como de costumbre
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No cumplir con su plan de comidas
A veces un evento o situación puede desencadenar el agotamiento. Es posible que no pueda evitar todos los desencadenantes, pero es importante saber cuándo algo puede afectar a su cuidado de la diabetes, como por ejemplo:
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Estrés en su familia o en el trabajo que hace que su enfermedad parezca menos importante
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Un nuevo problema de salud relacionado con la diabetes que puede hacer que te preguntes: "¿Para qué sirve?"
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Estrés por el dinero y el tiempo que le das a la enfermedad
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Sentirse agotado por los años de cuidar su salud
Sálvate a ti mismo del agotamiento
No esperes a no poder más. Estos consejos pueden ayudarte a recuperarte más fácilmente del borde del agotamiento.
No intentes hacer la diabetes a la perfección. Es imposible estar "encendido" todo el tiempo en el manejo de la diabetes. Habrá días buenos y días malos. Además, hay muchas cosas que no se pueden predecir, como por ejemplo, obtener cifras de azúcar en sangre diferentes después de comer una de las comidas habituales o de hacer su entrenamiento habitual. Todos los diabéticos se sienten identificados, incluso los educadores en diabetes no siempre tienen cifras perfectas.
Acepte sus sentimientos. La frustración, la preocupación y el desánimo forman parte de la vida, y más aún en el caso de las personas con una enfermedad como la diabetes. Piensa en lo que hay detrás de tus sentimientos y en lo que dificulta el control de tu enfermedad. ¿Es el estrés? ¿No tiene suficiente tiempo? ¿La falta de apoyo? Eso puede ayudarte a ver por dónde empezar a hacer cambios, como pedir ayuda en casa o invitar a un amigo a caminar contigo.
Da pequeños pasos. Haz una sola cosa al día que te ayude a cuidarte. Divida los objetivos más importantes, como la reducción de la A1c, en objetivos más pequeños, como beber más agua y menos bebidas dulces.
Conéctate con otros. Los grupos de apoyo que se reúnen en persona y en línea pueden ayudarte a hablar con personas que saben exactamente por lo que estás pasando. Consulta los foros de discusión de la Asociación Americana de la Diabetes o busca en las redes sociales grupos de personas como tú.
Tómate un descanso. La diabetes no se toma vacaciones, pero tú sí puedes hacerlo durante un tiempo. Tal vez eso signifique una noche de descanso en tu plan de comidas, o comprobar tu nivel de azúcar en sangre con menos frecuencia durante unos días. Antes de hacerlo, pide a tu médico que te ayude a planificarlo y a estar seguro. Además, avisa a alguien cercano de lo que estás haciendo por si hay algún problema.
Desconecta. Las herramientas para la diabetes pueden ser abrumadoras. La bomba de insulina o el monitor continuo de glucosa (MCG) parecen estar siempre recordándote que tienes que hacer o comprobar algo. Algunas personas desconectan su bomba de insulina y se inyectan durante un día o así. Algunos hacen lo mismo con su MCG y utilizan el medidor de dedo. Se necesita algo de planificación para cambiar a manual, pero, reconozcámoslo, la diabetes probablemente ya te ha convertido en un experto en planificación.
Compruébelo. Su equipo sanitario le ha acompañado en algunos de los mayores retos del control de la diabetes. Pueden recordarle sus éxitos y comprobar si sus objetivos son realistas. Si las cosas no funcionan, su equipo es la primera parada para evaluar su plan y ayudarle a hacer los cambios necesarios.
Siempre habrá altibajos con la diabetes, pero reconocerlos y prepararse para ellos le ayudará a evitar el agotamiento.