El parto es una experiencia única para cada mujer, tanto si es una madre primeriza como si lleva mucho tiempo siendo madre. A veces, el bebé viene muy rápido. Otras veces, bueno, no tan rápido. La rapidez con la que llega el bebé depende de muchas cosas, entre ellas la rapidez del parto.
El parto es una serie de contracciones musculares intensas y repetidas. Las contracciones ayudan a empujar al bebé fuera del útero (matriz) y hacia el canal de parto.
Probablemente sentirás las contracciones en la zona de la espalda baja y el vientre. Esto se llama dolores de parto. Las contracciones ayudan a dilatar (ensanchar) la abertura de la vagina (llamada cuello uterino). Esto permite que el bebé salga de tu cuerpo y nazca.
Las madres primerizas suelen estar de parto entre 12 y 18 horas de media. Si has tenido un bebé antes, el parto suele ser más rápido, normalmente la mitad de ese tiempo.
¿Qué es un parto prolongado?
A veces, el parto se estanca o se produce con demasiada lentitud. El parto prolongado también puede denominarse "falta de progreso".
El trabajo de parto prolongado puede determinarse por la fase del trabajo de parto y por si el cuello uterino se ha adelgazado y abierto adecuadamente durante el trabajo de parto. Si el bebé no nace después de aproximadamente 20 horas de contracciones regulares, es probable que se trate de un parto prolongado. Algunos expertos en salud dicen que se produce después de 18 a 24 horas.
Si está embarazada de gemelos o más, el parto prolongado es el que dura más de 16 horas.
Su médico puede referirse al parto lento como "parto latente prolongado".
El trabajo de parto prolongado puede ocurrir si:
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El bebé es muy grande y no puede moverse por el canal de parto.
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El bebé está en una posición anormal. Normalmente, el bebé está con la cabeza hacia abajo mirando a su espalda.
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El canal de parto es demasiado pequeño para que el bebé pueda pasar.
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Tus contracciones son muy débiles.
Qué pasa si el parto va muy lento?
La mayoría de las mujeres sueñan con un parto rápido y un alumbramiento veloz. Pero si tu parto parece ir muy lento, consuélate sabiendo que tu médico, enfermera o comadrona os vigilará de cerca a ti y a tu bebé para detectar cualquier problema durante este tiempo.
El equipo médico comprobará:
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La frecuencia de las contracciones.
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La fuerza de tus contracciones.
Se pueden realizar las siguientes pruebas:
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Colocación de un catéter de presión intrauterina (CPI): se coloca un diminuto monitor de paja en el útero junto al bebé que no sólo permite a su médico saber cuándo se produce una contracción, sino la intensidad de las mismas. Si el médico no cree que las contracciones sean lo suficientemente fuertes, en este momento es cuando puede considerar la posibilidad de añadir pitcoína.
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Monitorización electrónica fetal (MEF) continua para medir la frecuencia cardíaca del bebé.
Cómo se trata el parto prolongado?
Si el parto va lento, es posible que le aconsejen que sólo descanse un rato. A veces se administran medicamentos para aliviar los dolores de parto y ayudarle a relajarse. Puede que le apetezca cambiar la posición de su cuerpo para estar más cómoda.
El tratamiento adicional depende de la razón por la que su trabajo de parto es lento.
Si el bebé ya está en el canal de parto, el médico o la comadrona pueden utilizar unas herramientas especiales llamadas fórceps o un dispositivo de vacío para ayudar a sacar al bebé por la vagina.
Si el médico considera que necesitas más contracciones o más fuertes, puedes recibir Pitocin (oxitocina). Este medicamento acelera las contracciones y las hace más fuertes. Si después de que el médico considere que tienes suficientes contracciones y el parto sigue estancado, es posible que necesites una cesárea.
Si el bebé es demasiado grande o el medicamento no acelera el parto, necesitarás una cesárea.
Riesgos del parto prolongado
Un parto prolongado aumenta las posibilidades de que necesites una cesárea.
Un parto demasiado largo puede ser peligroso para el bebé. Puede provocar:
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niveles bajos de oxígeno para el bebé
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Ritmo cardíaco anormal en el bebé.
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Sustancias anormales en el líquido amniótico.
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Infección uterina
Si el bebé está en peligro, necesitarás un parto de emergencia. Este es el momento en el que una estrecha vigilancia es importante para tu salud y la de tu bebé.