El TDAH infantil y el tiempo de pantalla

¿Puede el tiempo de pantalla de un niño causar problemas de atención, empeorar el TDAH o simplemente hacer más difícil para los padres luchar contra su llamativo y rápido encanto? Todo lo anterior, según algunos expertos y estudios.

Un amplio estudio sobre niños de 5 años comparó la capacidad de atención de los niños que veían menos de 30 minutos al día con los que pasaban más de 2 horas ante una pantalla. Los resultados fueron dramáticos: Los niños que más tiempo miraban tenían 7,7 veces más posibilidades de cumplir los criterios para un diagnóstico de TDAH. El tiempo ante la pantalla superó incluso a otros aspectos importantes que pueden causar problemas de atención, como la falta de sueño adecuado, la situación social y económica y el estrés de los padres.

En una línea similar, un estudio indio descubrió que los niños en edad preescolar que padecían TDAH veían más de la hora diaria recomendada para los niños de 2 a 4 años por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los resultados no significan necesariamente que el tiempo de pantalla en sí sea la causa de los problemas de atención. Pueden entrar en juego muchas cosas:

  • Las sesiones de pantalla pueden consumir un tiempo que se podría dedicar a hacer cosas que requieren más paciencia o capacidad cerebral.

  • La actividad ante la pantalla puede "absorber" a los niños propensos a tener problemas de atención.

  • El aburrimiento puede impulsar la búsqueda de pantallas. Verla puede convertirse en un hábito que evita que los niños tengan que pensar en otras formas de pasar su tiempo.

La conexión del TDAH

La mayoría de nosotros sabemos lo que es estar remachados durante un rato a una pantalla, ya sea la televisión, el teléfono o la tableta. Pero para los niños con TDAH, la atracción es aún más fuerte. Los niños con poca capacidad de atención anhelan los menús siempre cambiantes de gráficos llamativos, sonido y acción, entregados con la emoción de la gratificación instantánea. La electrónica puede enviar dosis constantes de dopamina -un neurotransmisor- directamente al centro de recompensa del cerebro.

Y el daño no termina con un diagnóstico de TDAH. La sobrecarga continua de pantallas puede hacer que los síntomas empeoren, y causar también otros problemas.

Impacto negativo en el TDAH infantil

Un estudio sobre el uso de la tecnología durante la pandemia de COVID-19 reveló no sólo mayores probabilidades de padecer síntomas de TDAH, sino un impacto más perjudicial del tiempo de pantalla en los niños que ya habían sido diagnosticados. La sobrecarga de pantallas, de la que informaron el 90% de las familias, tuvo efectos graves:

  • Empeoró los síntomas del TDAH.

  • Aumentó otros problemas de salud mental, como la ansiedad.

  • Empeoró el comportamiento general, según la gran mayoría -casi el 85%- de los cuidadores.

  • Obligar a los niños a salir de la pantalla desencadenaba estallidos de frustración y rabia.

  • Llevó a una falta de interés en la escuela u otras actividades.

  • Provocaba problemas de sueño.

Por qué es clave el tiempo sin pantallas

El ejercicio es una de las principales razones por las que los tiempos sin pantalla son cruciales. Los niños necesitan estar alejados de los aparatos electrónicos (a no ser que sigan un vídeo de ejercicios) para que su sangre se ponga en marcha. El movimiento físico hace lo contrario de lo que hace una pantalla: activa el interruptor de la atención y enciende las principales funciones de su mente, incluida la memoria. El ejercicio también ayuda a controlar los impulsos.

Cuando los niños no hacen suficiente ejercicio, el tiempo frente a la pantalla vuelve a aparecer, restando aún más tiempo para hacer los deberes, jugar o salir con los amigos y dormir lo suficiente.

Cuando el tiempo frente a la pantalla es extremo

Alrededor del 25% de las personas con TDAH, y algo más del 4,5% de los adolescentes, son adictos a internet. Las señales no son difíciles de detectar. Es clave recordar que estos comportamientos se sitúan en un espectro que va de leve a grave. La principal pregunta que hay que hacerse es si el hábito de la pantalla persiste incluso cuando causa problemas en la familia, en la escuela y al hacer cualquier otra cosa.

Algunas pistas son:

  • Reacciones fuertes -como ira y depresión- cuando intentas alejar a tu hijo de la pantalla

  • Su hijo prefiere "socializar" en línea con gente que no conoce, en lugar de interactuar en el "mundo real."

  • A pesar de la cantidad de horas que su hijo pasa frente a la pantalla, parece incapaz de controlar el hábito.

  • Tu hijo parece necesitar actualizaciones de hardware y software para mantenerse al día con las nuevas tecnologías. Esto significa que su tolerancia ha aumentado.

Lo que puedes hacer

Los niños con TDAH pierden fácilmente la noción del tiempo que ha transcurrido desde que se conectaron o encendieron. Hable con su hijo y pídale que le ayude a medir el tiempo que deben durar ciertas actividades, lo que intentan hacer, etc. Juntos, establezcan "puntos de parada". A continuación, acuerden algo activo que harán después de cerrar la sesión, como jugar al aire libre o hacer algo.

Mantenga las pantallas que su hijo utiliza en un área común para ayudar a controlar el tiempo y lo que ven. Hágales saber que usted se encargará de comprobar que cumplen con el contenido que han acordado.

Establezca un límite de tiempo de pantalla una hora antes de acostarse. Así su hijo tendrá tiempo para relajarse y separarse de los aparatos electrónicos, y le ayudará a establecer un patrón de sueño más saludable. Además, mantén las pantallas -de todo tipo, incluidos los teléfonos- fuera del dormitorio.

Firme un contrato. La Asociación Americana de Pediatría ofrece una herramienta gratuita de planificación de medios para ayudar a revisar y planificar las necesidades de tiempo de pantalla, el tiempo necesario, etc. Esto puede ayudar a toda la familia a sacar el máximo provecho de los aparatos electrónicos, al tiempo que se abandonan los hábitos que hacen perder tiempo o causan problemas.

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