Su hijo tiene un conjunto único de rasgos de personalidad que lo convierten en la persona que usted quiere. Especialmente en los niños con TDAH, hay una importante diferencia entre el comportamiento y la personalidad. Con síntomas como la inquietud, la falta de atención y la impulsividad, el TDAH es una enfermedad que afecta al comportamiento.
Por lo tanto, los medicamentos para el TDAH no deberían cambiar la personalidad de tu hijo. Cuando su hijo toma el medicamento adecuado para el TDAH -y en la dosis correcta- debe esperar ver un cambio positivo en su comportamiento. Esto puede traducirse en una mayor concentración, planificación y seguimiento, y en una menor impulsividad e hiperactividad. Su hijo puede tener mejores experiencias en la escuela y en la vida social. Eso podría aumentar sus sentimientos de confianza y autoestima.
A veces, lo que puede parecer un rasgo de la personalidad puede ser en realidad un intento de su hijo de hacer frente a su TDAH. Por ejemplo, al intentar gestionar el tiempo y la concentración, puede volverse rígido con los horarios. Pueden ser menos habladores o confiados en entornos sociales si sus esfuerzos por ser socializados han fracasado en el pasado. Pueden parecer indiferentes o tener un comportamiento arriesgado. Cada uno de estos rasgos es un síntoma del TDAH.
El "efecto zombi
Los medicamentos para el TDAH nunca deben quitarle a tu hijo la vivacidad, la curiosidad o la alegría. Los niños siguen necesitando ser niños. La forma en que cada niño responde a los medicamentos para el TDAH varía mucho, y a veces de forma inesperada. Por eso, el plan de tratamiento de su hijo debe adaptarse a él y ser supervisado de cerca por su médico.
Los medicamentos estimulantes que se utilizan habitualmente para el TDAH funcionan bien en la mayoría de los niños cuando se prescriben con eficacia. Pero puede llevar tiempo encontrar la medicación y la dosis adecuadas. (Es posible que oigas hablar de este proceso como titulación).
A veces, los padres dicen que su hijo parece aturdido cuando empieza a tomar un medicamento estimulante para el TDAH. Este "efecto zombi" es un tipo de hiperconcentración que podría significar que la dosis es demasiado alta.
Los niños que toman medicamentos estimulantes también pueden desarrollar efectos secundarios que podrían parecer cambios de personalidad. Pueden comportarse de forma más excitada o volverse más retraídos. Pueden ser más inflexibles o desarrollar comportamientos obsesivo-compulsivos. Pueden llorar más. Estos síntomas probablemente desaparecerán con un cambio de medicación o de dosis. Pero llame al médico inmediatamente si su hijo empieza a oír o ver cosas que no existen o parece paranoico.
Algunos niños también tienen lo que se denomina "rebote de los estimulantes" cuando se les pasa el efecto de la medicación. Esto puede adoptar la forma de mal humor, cansancio o hiperactividad. Si esto ocurre, el médico puede cambiar el horario de toma de medicamentos de su hijo o cambiar a una versión de acción más prolongada de sus medicamentos.
Si su hijo se encuentra entre el 20% de los niños a los que no les funcionan los medicamentos estimulantes, su médico puede probar un tipo diferente de medicamento. El médico ajustará la dosis a la altura, el peso y la edad de su hijo. Lo ideal es que tu hijo tome la dosis más baja posible de cualquier medicamento que le funcione bien.
La medicación no es una cura
La medicación sólo mejora los síntomas del TDAH; no es una cura. Ningún medicamento eliminará todos los síntomas todo el tiempo. Y si su hijo deja de tomar la medicación, sus síntomas volverán a aparecer.
Incluso si la medicación funciona tan bien como el médico cree que debería, su hijo puede seguir siendo olvidadizo o tener problemas emocionales y sociales. Las técnicas de terapia conductual para su hijo deben formar parte de un plan total para controlar el TDAH. Los terapeutas también pueden enseñar a los padres formas de fomentar mejores hábitos y comportamientos.
Usted puede hacer su parte ayudando a su hijo a evitar las distracciones mientras hace las tareas escolares y animándole a comer bien, a dormir lo suficiente y a ser físicamente activo.
Otras cosas que puedes hacer
Para asegurarse de que su hijo obtenga el máximo beneficio de su tratamiento para el TDAH:
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Aprenda todo lo que pueda sobre el medicamento que le han recetado a su hijo: cómo tomarlo, los posibles efectos secundarios y las posibles reacciones cuando se toma con otros medicamentos.
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Hable a menudo con el médico de su hijo, especialmente si está ajustando las dosis y los medicamentos.
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Preste atención a si la medicación mejora el comportamiento y el estado de ánimo de su hijo.
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Esté atento a los efectos secundarios y a otros cambios en su hijo, lleve un registro de lo que observe y comuníqueselo al médico.
Informe al médico de su hijo si observa cambios tales como:
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Mal humor
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Irritabilidad o ira
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Altibajos emocionales
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Ansiedad
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Falta de apetito
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Dificultad para dormir
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Dolores de cabeza
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Tics faciales o de otro tipo
Los medicamentos para el TDAH no permanecen mucho tiempo en el cuerpo. En su forma más duradera, son eficaces durante no más de 12 horas por dosis. En cuanto su hijo deje de tomar o reduzca un medicamento que no le funciona, estos síntomas deberían desaparecer rápidamente.
Puede mi hijo superar su medicación para el TDAH?
Manténgase al día con las revisiones periódicas de su hijo, incluso si ha estado tomando medicamentos para el TDAH durante mucho tiempo. Los niños pueden superar sus terapias. Es posible que necesiten cambiar de medicamento o probar una dosis diferente. Siga vigilando su comportamiento y sus síntomas.
En lugar de cambiar la personalidad de su hijo, los medicamentos para el TDAH correctamente dosificados y recetados pueden ayudar a revelar su verdadera personalidad. Puede evitar que estén a merced de los impulsos y las distracciones que son las características del TDAH.