Seguimiento de la eficacia de la medicación para el TDAH de su hijo

La medicación es uno de los pilares del tratamiento de los niños con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Aunque no todos los niños con este trastorno lo necesitan, la mayoría se benefician de los fármacos que reducen los síntomas. Pero usted quiere estar seguro de que su hijo obtiene estos beneficios con la menor cantidad de efectos secundarios. Para ello, es esencial hacer un seguimiento de la eficacia de la medicación de su hijo y hacer los cambios necesarios.

Prueba y error

Cuando su hijo empiece a tomar medicamentos para el TDAH, usted y el médico de su hijo tendrán que observar los síntomas y los efectos secundarios mientras determinan qué medicamento es el mejor para su hijo. Es posible que tenga que hacer esto con varios medicamentos diferentes. Por desgracia, no hay forma de predecir cuál será el más adecuado para su hijo. Por ejemplo, alrededor del 40% de los niños con TDAH responden bien tanto al metilfenidato como a la anfetamina, dos estimulantes que se recetan habitualmente. Otro 40% responde sólo a uno o a otro.

También querrás controlar el rendimiento de tu hijo con la dosis concreta de la medicación que toma. Al igual que ocurre con el propio fármaco, los médicos no pueden predecir con certeza qué dosis será la más eficaz. El médico empezará con una dosis baja y la irá subiendo según sea necesario. El objetivo es controlar al máximo los síntomas del TDAH con pocos o ningún efecto secundario. Puede llevar unos meses encontrar la medicación y la dosis adecuadas. Durante ese tiempo, tendrás que hacer un seguimiento regular de los síntomas y los efectos secundarios.

Por lo tanto, ten en cuenta que el factor decisivo puede no ser la eficacia del fármaco para reducir los síntomas. Puede decidir que el medicamento no es adecuado para su hijo si le causa efectos secundarios graves. Los estimulantes, por ejemplo, pueden causar problemas de apetito y sueño, así como problemas estomacales.

Incluso después de descubrir que un fármaco y una dosis determinados funcionan bien, siga controlando su eficacia. Si los comportamientos anteriores de su hijo comienzan a reaparecer, puede ser una señal de que el medicamento o la dosis no están funcionando tan bien como antes. Es posible que tenga que probar algo nuevo.

Cómo puedo hacer un seguimiento de la eficacia de un medicamento para el TDAH?

En un amplio estudio sobre niños con TDAH, los investigadores descubrieron que era eficaz realizar un control mensual con los profesores para saber en qué medida un medicamento ayudaba al comportamiento en el aula, al trabajo escolar y a la socialización con otros niños. Estas reuniones mensuales les ayudaban a decidir cuándo era el momento de hacer un cambio de medicación. Por término medio, los niños necesitaban el primer cambio a los 4 ó 5 meses de empezar a tomar la medicación. Pero la mayoría de las veces se trataba de un cambio de dosis. Muy pocos niños tuvieron que empezar de cero.

Establezca un calendario de revisiones con el profesor de su hijo. Una forma de hacer un seguimiento de los síntomas de su hijo en la escuela sería darle al profesor un formulario fácil de rellenar que le permita calificar el comportamiento de su hijo en diferentes áreas, como por ejemplo

  • Inquietud y dificultad para sentarse quieto

  • Interrupciones y otros comportamientos impulsivos

  • Distraerse fácilmente o ser incapaz de prestar atención

  • Seguir las reglas

  • Llevarse bien con otros niños

Las respuestas de su maestro idealmente incluirán cuándo durante el día el comportamiento del niño fue mejor. Fue por la mañana? ¿Por la tarde? O se mantuvo igual a lo largo del día? Esto le ayudará a conocer el periodo de eficacia de la medicación. Por ejemplo, supongamos que a su hijo se le ha recetado una única dosis diaria de medicación, que se toma antes del colegio. Si tiene menos síntomas por la mañana pero más al final del día, eso puede ser una señal de que la dosis única de la mañana no es suficiente.

Lleve un diario de la medicación

Llevar un registro de los síntomas de tu hijo en casa te permite ver cómo cambian con una medicación concreta a una dosis determinada. Un diario es también un lugar donde puede anotar los efectos secundarios que le preocupan. Se trata de una información importante que puede proporcionar a su médico para ayudar a ajustar el tratamiento. No sólo puede utilizarlo para ver lo bien que funciona la prescripción actual, sino también para comparar el impacto que tiene un medicamento o una dosis frente a los efectos de otro.

Puede ser útil implicar a su hijo en la elaboración del diario en lugar de limitarse a observar y tomar sus propias notas. Pregúntele cómo se siente mientras toma la medicación y anótelo en su diario. Esta información es útil para el médico, pero también ayuda a su hijo a ser más consciente del impacto del medicamento.

Información esencial para incluir en las anotaciones del diario:

  • Fecha

  • Nombre del medicamento

  • Dosis y tiempo de toma

  • Cuánto tiempo duraron sus efectos

  • Síntomas y comportamientos del TDAH mientras se toma la medicación

  • Descripciones de las reacciones y sensaciones físicas de su hijo mientras toma la medicación

  • Efectos secundarios que experimenta su hijo

  • Cualquier preocupación que su médico le haya dicho que vigile, como un aumento de la presión arterial

Cuidado con los efectos secundarios

Los medicamentos para el TDAH pueden ser muy útiles para aliviar los síntomas del trastorno. Pero los efectos secundarios son frecuentes. Además de vigilar la eficacia de un fármaco, hay que llevar un control exhaustivo de los efectos secundarios. Para ello, utilice su diario de medicación.

Los estimulantes, la clase de medicación más recetada para el TDAH, tienen varios efectos secundarios comunes.

  • Pueden aumentar tanto el ritmo cardíaco como la presión arterial. Normalmente, este efecto es leve, pero puede ser molesto para algunos niños. Puede ser necesario vigilarlo de cerca.

  • Pueden frenar el crecimiento. Esto suele ocurrir en los primeros años de tratamiento. No es probable que el crecimiento de su hijo se recupere más adelante. Pueden crecer menos de lo esperado, normalmente menos de un centímetro.

Otros problemas a los que hay que prestar atención cuando su hijo toma estimulantes:

  • Pérdida de apetito

  • Dificultades para dormir

  • Dolores de cabeza y de estómago

  • Mal humor entre las dosis

Algunos de ellos pueden desaparecer después de que su hijo haya tomado un tratamiento concreto durante un tiempo.

Los medicamentos no estimulantes también tienen efectos secundarios. Uno de ellos, la atomoxetina, viene con una advertencia de "caja negra" de la FDA sobre las posibilidades de pensamientos suicidas en quienes lo toman. También puede aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco.

Otros efectos secundarios de la atomoxetina a los que hay que prestar atención son:

  • Dificultades para dormir

  • Problemas de estómago

  • Pérdida de apetito

  • Retrasos temporales en el crecimiento

Los otros dos no estimulantes aprobados para el TDAH, la clonidina y la guanfacina, pueden causar efectos secundarios que incluyen:

  • Dificultades para dormir

  • Sequedad en la boca

  • Mareos

  • Irritabilidad

  • Presión arterial baja

  • Ritmo cardíaco lento

Gestione sus expectativas

Los medicamentos para el TDAH pueden tener un efecto espectacular en los síntomas de su hijo. Pueden ayudar a su hijo a frenar el comportamiento impulsivo e hiperactivo y mejorar su capacidad de atención. En el caso de los estimulantes, esos beneficios deberían llegar entre 30 y 90 minutos después de tomar la medicación. Los no estimulantes pueden necesitar unas dos semanas para ser totalmente efectivos.

Pero no esperes que todos los signos del trastorno desaparezcan mientras el fármaco está en vigor. Es más probable que los síntomas disminuyan en lugar de desaparecer por completo. Y algunos síntomas pueden persistir incluso con la medicación. Otros tratamientos, como la terapia conductual, pueden ayudar.

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