Las brochas de maquillaje pueden convertirse fácilmente en un refugio para las bacterias (gérmenes) que pueden causar daño a tu piel, los residuos de maquillaje, el aceite y la suciedad actúan como el entorno perfecto para que las bacterias prosperen.
Por ello, debes intentar lavar tus brochas de maquillaje cada siete o diez días.
Cuál es la forma adecuada de limpiar las brochas de maquillaje?
Utilizar las formas correctas de limpiar las brochas de maquillaje puede ayudar mucho a proteger tu piel del acné, las irritaciones cutáneas y las infecciones.
Aquí hay un proceso paso a paso que puede utilizar para limpiar sus pinceles de maquillaje con eficacia:
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Aclarar. El enjuague es el primer paso para limpiar una brocha de maquillaje. Toma tus brochas de maquillaje y enjuaga sólo las puntas, usando agua corriente tibia. Esto ayudará a eliminar los residuos de los productos de maquillaje. Ten cuidado de no mojar toda la cabeza de la brocha porque el agua tibia puede disolver el pegamento que mantiene unidos el mango y la cabeza de la brocha.
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Lava el cepillo con champú. Para este paso, puedes utilizar un champú clarificante o un champú suave. Pon una cucharada de cualquiera de los dos champús en un recipiente con agua tibia. Evita usar jabón en tus cepillos porque eso puede hacer que las cerdas se resequen.
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Remover y masajear. Después de mezclar el champú y el agua, haz girar las puntas de tus cepillos en la mezcla. También puedes masajear las puntas de los cepillos en la palma de la mano para crear más espuma.
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Aclarar. Aclara las puntas de tus brochas una segunda vez con agua corriente.
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Repite el proceso. Intenta repetir el lavado y el aclarado hasta que notes que el agua que sale del cepillo se ha vuelto transparente. Ese es el indicador de que tus brochas no contienen más residuos de maquillaje.
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Exprime el agua. Después de asegurarte de que tus pinceles están limpios, exprime el exceso de agua de las cerdas utilizando toallas de papel limpias y secas.
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Seca las brochas. Ahora que tus pinceles están un poco secos por el exprimido, colócalos planos sobre una toalla seca. Asegúrate de que las puntas de los pinceles cuelgan del borde-no en posición vertical. Colocar los pinceles en posición vertical puede hacer que el agua fluya por las cerdas y afloje el pegamento.
Cuánto tiempo tardan en secarse las brochas de maquillaje? Por lo general, un día más o menos. También puedes dejarlas fuera para que se sequen durante la noche.
No te preocupes si ves que tus brochas de maquillaje se sienten rígidas después de limpiarlas. Para solucionar este problema, aplica un poco de acondicionador a las cerdas y aclara con agua. A continuación, deja que se sequen en posición horizontal. Esto puede ayudar a suavizar las cerdas.
Con qué limpiar las brochas de maquillaje
Hay un par de productos domésticos comunes que puedes utilizar para limpiar tus brochas de maquillaje. Algunos de ellos incluyen:
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Jabón líquido para platos. El jabón líquido para platos puede eliminar eficazmente los residuos de productos de maquillaje que ya se han apelmazado. Aplica un poco de jabón para platos en una esponja y limpia tus brochas en la esponja jabonosa. Aclara la brocha con agua tibia, límpiala con una toalla y déjala secar en posición horizontal.
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Vinagre y limón. Una combinación de vinagre y limón es un gran desinfectante. Es muy útil para eliminar los gérmenes y dejar los cepillos con un olor agradable después de la limpieza. Para limpiar con esta combinación, pon dos cucharadas de vinagre blanco en una taza de agua caliente. Lava la punta de tu cepillo en la mezcla y luego aclara con agua tibia. A continuación, corta un limón y pasa el cepillo por él para eliminar el olor a vinagre. El vinagre de sidra de manzana también puede servir como una gran opción para usar con el limón.
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Champú para bebés. El champú para bebés hace un gran trabajo para limpiar las brochas de maquillaje. También es suave con las cerdas. Vierte una gota de champú para bebés en un poco de agua tibia y haz un remolino con tus brochas de maquillaje. Masajea las cerdas con los dedos. A continuación, aclara la brocha con agua y déjala plana para que se seque.
Con qué frecuencia debes limpiar tus brochas de maquillaje?
La frecuencia con la que debes limpiar tus brochas de maquillaje depende del tipo de maquillaje que utilices. Si utilizas una brocha para aplicar productos húmedos o maquillaje con componentes líquidos (como el corrector y la base de maquillaje), es posible que tengas que limpiarla más a menudo. Intenta lavar esta brocha al menos una vez a la semana. Esto puede ser suficiente para eliminar el producto. También puede hacer que la brocha sea eficiente y eficaz.
En cuanto a los cepillos que utilizas alrededor de los ojos, debes limpiarlos cada dos semanas. Esto también se aplica a los pinceles que utilizas para aplicar productos de maquillaje en seco (como la sombra de ojos y el delineador). El motivo es que los ojos son más propensos a las infecciones que la piel.
Las brochas que utilizas para aplicar productos secos, como los polvos, sólo requieren un lavado al mes.
Recuerda también prestar atención a otras cosas como las esponjas que puedes utilizar con productos líquidos. Como cualquier otra esponja, absorben la humedad y el maquillaje. Si no mantienes la esponja limpia, puede favorecer el crecimiento de levaduras y bacterias en tu piel. La mayoría de los fabricantes de maquillaje las fabrican con conservantes que evitan que esto ocurra; sin embargo, si el maquillaje se acumula durante algunos meses, puedes contraer una infección si te haces un corte en la piel.
Conclusión
Usar una brocha de maquillaje sucia puede provocarte infecciones en la piel, reacciones alérgicas y acné, cosas que se pueden prevenir con un simple lavado de vez en cuando. Evita compartir las brochas de maquillaje con otras personas y lava las que uses a menudo. Si tienes reacciones cutáneas o infecciones y crees que la causa puede ser tu brocha, considera la posibilidad de buscar ayuda profesional. Acude a un dermatólogo certificado (médico de la piel).
Si notas que tus cepillos se han desgastado o que han perdido su forma, considera la posibilidad de deshacerte de ellos y adquirir otros nuevos. Puede que no merezca la pena conservarlos si no funcionan eficazmente.