De los archivos del médico
Cuando estás embarazada, es probable que oigas muchos cuentos de viejas, algunos de los cuales pueden ser divertidos. Seguramente habrás oído éste: Si llevas el vientre alto, es una niña. (Seguro que es una tontería, pero nuestras antepasadas no tenían ecografía).
Pero no todos los mitos del embarazo son divertidos. Algunos provocan preocupaciones innecesarias, mientras que otros pueden suponer verdaderas complicaciones para la salud de la madre o del bebé.
Mito: no hay que vacunarse contra la gripe
Todo lo contrario. "La vacunación contra la gripe es muy importante", afirma Nancy Chescheir, profesora clínica de medicina materno-fetal de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
A algunas mujeres embarazadas les preocupa que la vacuna les provoque la gripe. Otras temen que los conservantes de la vacuna puedan dañar al feto. Pero una inyección antigripal no contagia a las mujeres, dice Chescheir, y tampoco hay pruebas de que la vacuna antigripal perjudique a los fetos.
Por el contrario, la vacuna de la gripe puede ser un salvavidas para la madre y el bebé. El embarazo altera el sistema inmunitario, el corazón y los pulmones de la mujer, haciéndola más vulnerable a contraer un caso grave de gripe. "Las mujeres embarazadas que contraen la gripe no la toleran bien y tienen un riesgo mucho mayor de enfermar gravemente y de morir de gripe que la población general", dice Chescheir.
Pero hay que vacunarse contra la gripe (que contiene un virus muerto), no la vacuna en spray nasal (que contiene un virus vivo debilitado). Y busca una vacuna antigripal sin timerosal si te preocupan los conservantes.
Mito: estás comiendo por dos
Ayudarse a sí mismo con doble ración de ensalada de patatas o helado? No tan rápido. Sí, estás comiendo por dos, pero eso no significa que sean necesarias dos raciones de tamaño adulto.
Según el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), la mujer media con un peso normal antes del embarazo sólo necesita unas 300 calorías extra al día para favorecer el crecimiento de su bebé. Esa es aproximadamente la cantidad de calorías que contiene un vaso de leche desnatada y medio sándwich. Una mujer de peso normal debe aumentar entre 25 y 35 libras durante el embarazo, menos si tiene sobrepeso.
Es difícil bajar los kilos de más durante el embarazo después del parto, dice Chescheir. Y con cada embarazo posterior, la mujer puede aumentar aún más de peso.
Además, las mujeres que aumentan más de 15 kilos cuando tienen un solo hijo corren un mayor riesgo de sufrir una cesárea o un parto vaginal difícil, dice Chescheir. Y los bebés que "crecen demasiado" al nacer, dice, tienen más probabilidades de ser obesos cuando son adultos.
Mito: evitar los tintes para el pelo
No es necesario lucir raíces oscuras con tu vestuario de maternidad. Los productos químicos de los tintes, las permanentes y los relajantes se absorben a través de la piel sólo en cantidades mínimas que no son perjudiciales.
"No creemos que haya ningún riesgo para el feto a causa de los tintes para el cabello o similares", dice Chescheir. Pero los fuertes olores de los productos de tratamiento del cabello hacen que algunas mujeres embarazadas sientan náuseas. Así que utilízalos, dice, en un espacio bien ventilado con un ventilador.
Si estás muy preocupada, puedes dejar de lado los tratamientos capilares hasta que hayas pasado el primer trimestre. También puedes evitar los tintes con amoníaco, que tienen vapores fuertes. "El pelo cambia mucho durante el embarazo", dice Chescheir. Los productos que funcionaban bien antes del embarazo podrían no dar los mismos resultados.
Mito: la cafeína es un producto prohibido
Te encanta tu taza de café matutina? A muchas mujeres embarazadas les gusta, pero a menudo se les advierte de que deben dejar la cafeína porque puede provocar un aborto espontáneo, un parto prematuro o un bajo peso al nacer.
Pero los argumentos en contra de la cafeína no son sólidos. "No parece haber ninguna relación entre el consumo de cafeína y el parto prematuro", afirma Chescheir. Además, si una mujer embarazada bebe menos de 200 miligramos de cafeína al día -la cantidad que contiene una taza de café de 12 onzas-, no hay pruebas claras de que se enfrente a un mayor riesgo de aborto espontáneo o de bajo peso al nacer. Así que sé prudente, dice Chescheir. Disfruta de tu café, pero mantente dentro del límite recomendado por día.
Mito: volar puede aumentar el riesgo de complicaciones
Los escáneres corporales de los aeropuertos, las máquinas de rayos X en los controles de seguridad, las radiaciones de los vuelos a gran altura... piensa en todo eso y, muy pronto, unas vacaciones en casa suenan terriblemente tentadoras.
Pero no te preocupes por las pequeñas cantidades de radiación que las mujeres embarazadas pueden encontrar al pasar por una máquina de rayos X en un aeropuerto o al volar a gran altura, dice Chescheir. "Nos exponemos a la radiación todo el tiempo por estar en tierra, y ciertamente volar aumenta un poco eso. Pero el tipo de radiación al que nos exponemos [durante los viajes en avión] no tiene mucha penetración en el cuerpo, por lo que es poco probable que cause una exposición fetal en absoluto."
Tampoco son peligrosos los escáneres corporales. "Es una cantidad de radiación muy diminuta, y es extremadamente improbable que cause ningún tipo de efectos en el feto", afirma Chescheir. Las investigaciones evaluadas por la FDA, el Instituto Nacional de Normas y Tecnología y el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins respaldan su opinión. Pero "dado que existe una alternativa completamente segura", afirma, "yo recomendaría a las mujeres [embarazadas] que se sometieran al cacheo. Si no quieren hacerlo, deberían estar tranquilas porque pasar por el escáner corporal no debería suponer ningún problema".
Si tienes pensado volar en el último trimestre, consulta con tu compañía aérea si hay alguna restricción. "La mayoría de las compañías aéreas se ponen un poco nerviosas si parece que vas a dar a luz en ruta", dice Chescheir.
Algunas mujeres embarazadas no deberían volar nunca sin una autorización médica previa. "Las mujeres que tienen problemas pulmonares o cardíacos durante el embarazo pueden descubrir que no les va bien volar a 30.000 pies", dice Chescheir. "Deben preguntar a su médico antes de subirse a un avión, pero una mujer por lo demás normal y sana debería poder volar con mucha seguridad".
Mito: no hay que comer pescado en el plato
Comer dos raciones de pescado a la semana puede ser saludable para la mamá y el bebé. El pescado de agua fría, en particular, contiene muchos ácidos grasos omega-3, que ayudan al desarrollo del cerebro y la visión de tu bebé.
Debes tratar de evitar el pescado con alto contenido de mercurio, como el pez espada, el tiburón, el blanquillo y la caballa real, dice Chescheir. El salmón, las gambas y el atún claro en lata son mejores opciones.
Evita también el pescado crudo, incluido el sushi o el sashimi, según la ACOG. El pescado crudo tiene más probabilidades de contener parásitos y bacterias que el cocinado. Sin embargo, está bien comer sushi cocinado.
Mito: decir no al sexo
Puedes seguir manteniendo relaciones sexuales cuando estás embarazada. El sexo no daña físicamente al bebé, que está totalmente protegido por la bolsa amniótica y los fuertes músculos uterinos. Además, un espeso tapón de moco sella el cuello del útero. Pero debes tener cuidado con las infecciones de transmisión sexual, ya que el embarazo no protege contra ellas. Si te contagias de herpes, verrugas genitales, clamidia o VIH, la enfermedad podría transmitirse también a tu bebé.
Algunas mujeres se preguntan si un orgasmo puede provocar un aborto. Si tienes un embarazo normal y de bajo riesgo, no te preocupes: Las contracciones provocadas por el orgasmo son completamente diferentes de las que se asocian al parto.
Consulta a tu médico para asegurarte de que tu embarazo es realmente de bajo riesgo. Tu médico puede desaconsejar las relaciones sexuales si hay alguna amenaza de aborto o de parto prematuro o si hay una hemorragia vaginal inexplicable durante el embarazo.
