Una respuesta humana a los sin techo

Es posible que los veas en tu camino al trabajo, mientras paseas a tu perro en el parque o en los cruces con carteles arrugados pidiendo ayuda. Son personas sin hogar, a veces incluso sin refugio para pasar la noche.

En Estados Unidos hay más de medio millón de personas sin hogar en un periodo de 12 meses, y casi 200.000 de ellas duermen sin refugio una noche cualquiera.

"Creo que el COVID hizo que la gente fuera más consciente del problema de los sin techo", afirma Steve Berg, vicepresidente de programas y políticas de la Alianza Nacional para Acabar con los Sin Techo de Washington. "A todo el mundo se le dijo que se quedara en casa durante la pandemia y la gente tomó conciencia de los que no podían porque no tenían un lugar donde vivir".

¿Cómo pasa alguien de trabajar y tener un lugar al que llamar hogar a vivir en la calle? No siempre es fácil saberlo. En algunos casos, las malas decisiones pueden influir. Pero lo más frecuente es que las circunstancias cobren vida propia.

"La gente suele apresurarse a señalar las decisiones individuales como la razón de la falta de vivienda, frente a los problemas estructurales", afirma Carolina Reid, profesora asociada de planificación urbana y regional en la Universidad de California, Berkeley, y asesora de investigación del Centro Terner para la Innovación en la Vivienda. Entre esos problemas estructurales se encuentran los bajos salarios, la falta de viviendas asequibles, la falta de empleo y los patrones de racismo profundamente arraigados en nuestra sociedad y su infraestructura, afirma. Otros problemas que pueden llevar a las personas a vivir sin un hogar son:

  • Falta de atención sanitaria

  • Enfermedades mentales

  • Abuso de sustancias o adicción

  • Falta de asistencia pública

  • Violencia doméstica

Pero no siempre es fácil saber cómo reaccionar de forma compasiva ante las personas que viven en la calle. Puede que quieras ayudar pero te resulte difícil relacionarte directamente con alguien que no conoces. Y es cierto que hay mayores índices de enfermedades mentales y de abuso de sustancias en la población de personas sin hogar. Eso también puede dificultar las cosas. Pero, según los expertos, hay cosas que puedes hacer para ayudar de forma compasiva:

Reconocerlos primero como personas: "Personas sin hogar" es el término que sugieren muchos expertos. Puede parecer una nimiedad, pero reconoce que se trata en primer lugar de seres humanos. La falta de hogar es simplemente una descripción de sus circunstancias. También puedes usar otras frases, como "personas sin techo" o "vecinos necesitados".

Conoce las causas de fondo: Puede ser tentador pensar que una persona sin hogar está en la calle debido a sus malas decisiones. Pero la realidad puede ser más compleja. Muchos pueden encontrarse sin refugio por cuestiones que escapan a su control.

"Todo el mundo toma malas decisiones, pero los que tenemos una red sólida a menudo podemos recuperarnos", dice Reid. Conocer las numerosas razones por las que alguien puede estar sin un lugar donde reclinar la cabeza por la noche puede ser un buen primer paso para marcar la diferencia. Puedes aprender más sobre las raíces del sinhogarismo en organizaciones de defensa como la Alianza Nacional para Acabar con el Sinhogarismo.

Dona tiempo: Busca organizaciones en tu zona que estén haciendo algo para servir a los necesitados, ya sean religiosas o seculares sin ánimo de lucro.

"Estas organizaciones dependen en gran medida de las donaciones, ya sea de tiempo o de dinero, y todas se han visto afectadas por el COVID", dice Berg. Desde la pandemia, muchos refugios han limitado las tareas prácticas, como servir comida. Averigua si puedes ayudar de forma virtual. Pequeñas tareas como ayudar con el correo, las llamadas telefónicas, las redes sociales, o incluso hacer kits de higiene son otras formas de echar una mano.

Donar dinero: Las donaciones a las organizaciones de servicios para personas sin hogar pueden ayudar en todo, desde una comida caliente o una ducha hasta la prestación de servicios como el asesoramiento sobre drogas y alcohol y la formación laboral. Las organizaciones sin ánimo de lucro también facilitan las donaciones. Muchas de ellas ofrecen la posibilidad de hacer donaciones por Internet o la opción de establecer contribuciones automáticas mensuales o trimestrales.

Dona cosas: Los refugios necesitan alimentos enlatados, ropa poco usada y artículos de cuidado personal como jabón, desodorante y productos femeninos. "Estas organizaciones necesitan donaciones, pero necesitan apoyo durante todo el año, no sólo en los días festivos", dice Tracy Porter, fundadora de God's Hands and Feet Global Ministry en Pasadena, California. Porter, que en su día fue una persona sin hogar, se dedica ahora a ayudar a la gente de la misma comunidad.

Para las personas que viven en la calle, las mantas y los abrigos son útiles cuando las temperaturas bajan por la noche, dice Porter. Y no hay que olvidarse de la gente pequeña. Lamentablemente, los más jóvenes constituyen una gran parte de los que viven sin refugio. Considera la posibilidad de donar mochilas y artículos para bebés. Muchas organizaciones publican su lista de necesidades en Internet, o puedes llamar para comprobarlo.

Llama al alcalde: La oficina del alcalde está acostumbrada a escuchar a los ciudadanos preocupados por diversos temas. Si la falta de vivienda es uno de los más importantes para ti, no dudes en ponerte en contacto con ellos. Pídeles que impulsen las ideas que han demostrado marcar la diferencia. Visita la página web de tu alcaldía para saber qué se ha planeado en tu zona.

Sé un amigo: Si te sientes seguro y te apetece, considera la posibilidad de hablar con las personas que te encuentres sin vivienda. Pregúntales qué necesitan: comida, dinero, agua. Es posible que el dinero se utilice para comprar drogas o alcohol, pero el riesgo puede no ser tan alto como crees. En un estudio, los que recibieron dinero en efectivo se mudaron más rápido a una vivienda y gastaron la mayor parte de su dinero en alimentos, medicamentos y artículos de cuidado personal.

Llama a los expertos: Algunas ciudades han decidido que la aplicación de la ley no es siempre la mejor respuesta a las personas sin hogar, especialmente a las que padecen una enfermedad mental. La policía se centra en la delincuencia, y las personas sin hogar no son un delito. Averigua si tu ciudad tiene un número de teléfono de expertos en salud mental que puedan responder si ves a alguien que necesita ayuda. También puedes probar con organizaciones locales de defensa que tengan experiencia con poblaciones que carecen de refugio. Es posible que puedan indicarte más recursos.

Considere la posibilidad de acoger a un niño: Los niños en régimen de acogida tienen más probabilidades de quedarse sin hogar. Algunos han salido del sistema sin apoyo. Otros siguen luchando contra problemas que impiden una vida estable. Convertirse en padre o madre de acogida puede romper este ciclo.

Escriba a su congresista: La falta de vivienda es un problema importante, y eso significa que puede ser necesario un gran gasto para solucionarlo. Considera la posibilidad de ponerte en contacto con tu congresista local a través de www.house.gov para averiguar quién es el responsable de los proyectos de ley y los gastos relacionados con los sin techo y haz lo que puedas para apoyarlo.

Sé paciente: Expertos como Reid y otros sugieren que todos tengamos paciencia y empatía con el sistema. "Este problema se ha creado durante décadas y no va a cambiar de la noche a la mañana", afirma. Las organizaciones sin ánimo de lucro están en primera línea, y hay cosas que tú también puedes hacer.

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