Hábitos saludables para pacientes con artritis reumatoide

Hábitos saludables para su AR

Medically Reviewed by Melinda Ratini, DO, MS on February 10, 2022 1 / 10

Comer bien

¡¡¡Buenas noticias!!! Los alimentos sanos y deliciosos son buenos para todo el cuerpo, incluidas las articulaciones, aunque no curan la artritis reumatoide (AR). Apueste por abundantes cereales integrales, verduras, frutas, pescado y otros tipos de proteínas magras. Algunos alimentos pueden ayudar a combatir la inflamación de las articulaciones, como los aceites de pescado, los frutos secos y el té. Limite el azúcar y las grasas saturadas, y evite cualquier alimento que parezca empeorar sus problemas articulares.

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Manténgase activo

El ejercicio ayuda a que tus articulaciones se muevan bien y fortalece los músculos que las rodean. Si necesitas perder peso, el ejercicio también es bueno para ello. A medida que vayas perdiendo esos kilos, se aliviará la tensión en tus articulaciones. Deberás trabajar el ejercicio aeróbico (cardio), el entrenamiento de fuerza y la flexibilidad. Un fisioterapeuta o un entrenador con experiencia en AR puede elaborar un plan de ejercicios y mostrarte lo que debes hacer.

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Acompáñate a ti mismo

Aunque necesites estar activo, dedícale también tiempo al descanso. La AR puede hacer que te sientas más cansado. No intentes hacer más de lo que puedes manejar. Tómate descansos cuando lo necesites. Duerme al menos 8 horas por la noche, además de una siesta durante el día si te sientes agotado. 

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Prueba la fisioterapia

Incluso unas pocas sesiones pueden marcar la diferencia. Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios seguros para fortalecerte y que puedas moverte mejor. Si tienes problemas para desplazarte o realizar tareas sencillas, pregunta a tu terapeuta por las herramientas y dispositivos que pueden ayudarte. 

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Fuma o bebe?

Fumar empeora los síntomas de la AR y hace que los tratamientos sean menos eficaces. Trabaje para dejar el hábito, aunque le cueste un par de intentos. Su médico puede darle consejos y recursos. Y aunque una bebida ocasional puede estar bien para algunas personas, consulta con tu médico, ya que el alcohol puede afectar a los medicamentos para la AR de una manera que daña el hígado.

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Utiliza el frío y el calor

Prueba un cambio de temperatura para aliviar las articulaciones doloridas. Sumérjase en un baño caliente, tome una ducha tibia o sostenga una almohadilla térmica húmeda en los puntos adoloridos para aliviar los músculos tensos. Aplique una compresa fría o una bolsa de frío para enfriar las articulaciones. Puedes alternar entre el frío y el calor para obtener lo mejor de ambos.

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Abrir

Puede ser difícil hablar de tu AR, pero inténtalo. Es posible que tus amigos y familiares no se den cuenta de lo que estás pasando, sobre todo si pareces sano. No pasa nada si compartes con ellos que tienes un mal día y te vendría bien una charla de ánimo, o si prefieres que vengan a cenar a casa en lugar de salir a comer fuera. A medida que pidas lo que necesitas, ellos conocerán tu estado y estarán más dispuestos a ayudarte.

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Dale tiempo para que funcione

Los tratamientos para la AR pueden aliviar su dolor, rigidez y fatiga, pero no de la noche a la mañana. Pueden pasar unas semanas o meses hasta que te sientas mejor. Cuando empiece a tomar un nuevo medicamento, pregunte a su médico cuándo debería empezar a notar una diferencia y qué tipo de cambios puede esperar. Si pasa el tiempo y no te sientes mejor, díselo.

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Lo que es mejor para ti

Habla con tu médico especialista en AR para establecer tu plan de tratamiento ideal. Los medicamentos son una parte importante, pero no olvides todas las demás cosas que pueden ayudarte a sentirte mejor y a proteger tus articulaciones, también. Por ejemplo, tu médico puede sugerirte fisioterapia y técnicas de control del estrés. O podría hacerte hablar con un nutricionista.

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Da tu opinión a tu médico

Tú y tu médico sois un equipo. Les ayuda saber cómo te va realmente, así que sé abierto. Si notas efectos secundarios o no obtienes los resultados que esperas, o si no puedes tomar tu medicina por alguna otra razón, habla. Sigue tomando la medicación y no cambies la dosis si no lo has consultado antes.

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