Durante el embarazo se producen todo tipo de cambios extraños, maravillosos y, a veces, sorprendentes en tu cuerpo. Los pechos se hinchan, las venas se agrandan, los pies se alargan y la piel adquiere ese brillo propio del embarazo. Es posible que te encuentres con otro cambio inesperado del embarazo si te asomas a tu ropa interior.
Todas las mujeres tienen flujo, estén o no embarazadas. El flujo está formado por líquido y células muertas. Es una forma natural de renovación de las células de la vagina y el cuello uterino. Durante los primeros meses del embarazo, es posible que veas mucho más de lo habitual.
Muchas mujeres lo notan al principio del embarazo, dice Susan Hernández, enfermera jefe del Hospital General de Massachusetts. Es lo que siempre nos preguntan.
El flujo adicional se debe al aumento de la producción de estrógenos y al incremento del flujo sanguíneo al principio del embarazo, dice. Cuando es normal, debe ser algo espeso, de color claro a blanco y sin olor.
Un olor muy fuerte, el picor o el ardor podrían ser signos de una infección bacteriana o por hongos, que son más comunes durante el embarazo debido a los cambios hormonales, añade Hernández. Un color verde o amarillo en el flujo es otro signo de infección.
Algunas mujeres se exceden en la higiene en un intento de deshacerse del flujo extra, con el resultado contrario al que pretendían. Se lavan profusamente o utilizan jabones más fuertes. Estas cosas pueden provocar un desequilibrio en el pH de la vagina y causar infecciones, dice Hernández. Aconseja lavarse sólo con una toallita húmeda y tibia. Evita las duchas vaginales o el uso de productos de limpieza fuertes que contengan perfumes, tintes o productos químicos agresivos.
Pida a su médico que evalúe cualquier síntoma de secreción, especialmente el mal olor y los cambios de color. En algunas mujeres, una infección bacteriana puede aumentar el riesgo de rotura prematura de las membranas y de parto prematuro. Dependiendo de su riesgo, su médico puede querer tratar una infección con antibióticos.
Hacia el final del embarazo, es posible que empiece a salir un chorro de mucosidad más constante de la vagina. Puede ser de color claro a turbio o blanquecino o tener un ligero color rosado. O bien, puede salir un gran glóbulo de moco. Se trata del tapón mucoso, que bloquea la abertura del cuello uterino para evitar la entrada de bacterias durante el embarazo. A medida que el cuello uterino se prepara [para el parto], pierde el tapón de mucosidad que lo ha protegido hasta ese momento, dice Hernández.
En cualquier momento del embarazo, si te preocupa o no estás segura del estado de tu flujo, llama a la consulta del médico. Es una de esas cosas de las que las mujeres no hablan, pero animamos a las mujeres a que hablen con su proveedor o matrona, añade Hernández.
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