El insomnio hace que sea difícil conciliar el sueño o mantenerse dormido. Las mujeres son mucho más propensas a vivir con este trastorno del sueño que los hombres. Aproximadamente 1 de cada 4 mujeres lo padece, frente a 1 de cada 5 hombres. Los estudios demuestran que, en general, las mujeres tienden a tardar más en dormirse, a dormir durante menos tiempo y a sentirse más cansadas una vez que se levantan que los hombres.
Las mujeres también suelen tener más de un síntoma de insomnio, como problemas para conciliar el sueño, para mantenerlo y para despertarse demasiado pronto por la mañana. Los hombres, en cambio, suelen quejarse sólo de uno.
¿Por qué este trastorno del sueño afecta más a las mujeres que a los hombres? Los expertos dicen que es una combinación de diferencias hormonales y condiciones de salud que son más comunes en las mujeres.
Causas hormonales
La mayoría de las mujeres necesitan dormir al menos 7 horas por la noche para sentirse descansadas. Pero ciertas cuestiones relacionadas con las hormonas pueden interponerse, como:
La menstruación. Lo más habitual es tener problemas de sueño en los días previos a la menstruación. Es cuando los niveles de progesterona disminuyen y aparecen los síntomas del síndrome premenstrual (SPM). Es aún más probable que tengas problemas de sueño si padeces el trastorno disfórico premenstrual (TDPM), un tipo más grave de SPM.
Lo que puedes hacer: Asegúrate de hacer ejercicio en los días previos a la menstruación, para sentirte más cansada a la hora de acostarte. Da prioridad a tu rutina de relajación en esas noches, para que tu cuerpo reciba el mensaje de que es hora de dormir.
Embarazo. Tus hormonas están en constante cambio durante el primer trimestre del embarazo. Es posible que te sientas más somnolienta -e incluso que duermas más- de lo habitual en esta época. En el tercer trimestre, los niveles de estrógeno y progesterona se calman justo cuando el malestar físico es máximo. Son estas molestias las que pueden mantenerte despierta por la noche. Es posible que tengas que orinar más a menudo, que tengas las piernas inquietas o que simplemente te sientas demasiado incómoda para dormir bien.
Lo que puedes hacer: No puedes controlar tus hormonas durante el embarazo, así que tendrás que esperar. Pero puedes probar a utilizar almohadas para el embarazo que te ayuden a acunar el vientre. También puedes intentar dormir con la cabeza elevada si tu problema son los ronquidos o el reflujo.
La menopausia. La mayoría de las mujeres entran en la menopausia, cuando dejan de tener la menstruación, a principios de los 50 años. La perimenopausia es el momento en que el cuerpo comienza la transición hacia la menopausia. Puede comenzar a los 30 años, pero es más común a los 40 años. Tanto la perimenopausia como la menopausia implican grandes cambios de estrógeno y progesterona. Estos cambios hormonales provocan sudores nocturnos y sofocos, que pueden mantenerte despierta.
Lo que puedes hacer: Tu médico puede recomendarte una terapia hormonal sustitutiva para aliviar los síntomas. También puede intentar aumentar su consumo de soja. La soja imita al estrógeno. Puedes obtener la soja del edamame (frijoles de soja) o de alternativas lácteas a base de soja, como la leche y el yogur. Evite las comidas picantes, que pueden desencadenar sofocos. Lleva también ropa ligera y transpirable para dormir.
Condiciones de salud
Las mujeres son más propensas a tener ciertas condiciones de salud que dificultan el sueño. Estas incluyen:
SOP. El síndrome de ovario poliquístico provoca periodos irregulares. También conduce a niveles más altos de testosterona y más bajos de progesterona. Estos desequilibrios hormonales empeoran los problemas de sueño. Si tienes síndrome de ovario poliquístico, también corres un mayor riesgo de padecer apnea del sueño, un trastorno del sueño que hace que dejes de respirar durante breves períodos mientras duermes. Esto puede despertarte varias veces a lo largo de la noche.
Fibromialgia. Hay más mujeres que hombres que padecen fibromialgia, un trastorno que causa dolor muscular en todo el cuerpo y dificulta el sueño.
Incontinencia urinaria. El doble de mujeres que de hombres padecen incontinencia urinaria, es decir, pérdida de control de la vejiga. Esto se debe a los numerosos cambios que sufre el aparato reproductor durante la menstruación, el embarazo, el parto y la menopausia. Las ganas de ir al baño pueden despertarte varias veces por la noche.
Depresión y ansiedad. Las mujeres son más propensas a tener síntomas de depresión que los hombres. Los problemas para conciliar el sueño o para mantenerlo son uno de esos síntomas. Por otro lado, si tienes insomnio, es 10 veces más probable que tengas depresión y 17 veces más que tengas ansiedad. Por si fuera poco, estas afecciones pueden empeorar el insomnio. Y el insomnio puede empeorar estas condiciones.
Si no puedes dormir, habla con tu médico para ver si una de estas causas puede estar detrás. Su médico puede ayudarle a encontrar soluciones a la causa específica o a tratar el insomnio en sí. Los tratamientos pueden incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), o terapia de conversación; medicamentos recetados; o cambios en el estilo de vida para ayudarle a dormir mejor.