Diferencia entre compresas y tampones

Las compresas y los tampones son dos de las formas más comunes y eficaces de controlar la sangre del periodo. Decidir cuál usar no tiene por qué ser difícil. Aprender más sobre cada producto puede ayudarte a saber cuál es la mejor opción para ti.

En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las diferencias entre las compresas y los tampones.

¿Qué son las compresas?

Las compresas son piezas de material absorbente con forma de rectángulo que puedes pegar en el interior de tu ropa interior. El material suele tener pequeños agujeros en su interior para que absorba la sangre del periodo. Esto evita que la sangre se derrame y gotee. Las compresas también se denominan toallas higiénicas o toallitas sanitarias.

¿Cómo puedo elegir la compresa adecuada para mí? Las compresas pueden ser de diferentes tamaños. Si estás empezando, puede que tengas que probar varias tallas para ver cuál es la que mejor te sienta. También puedes elegir las compresas en función de la intensidad de tu flujo sanguíneo.

Las compresas también pueden tener "alas". Las alas son un material adicional en los lados de la compresa que puedes doblar sobre los bordes de tu ropa interior para mantener la compresa en su sitio y evitar que la sangre se derrame sobre tu ropa interior y tus prendas.

La etiqueta del envase de la compresa suele indicar el tamaño y si es adecuada para un flujo de sangre ligero o intenso.

¿Con qué frecuencia debo cambiar la compresa? Debes cambiarte la compresa cada 3 ó 4 horas, incluso si no tienes una menstruación abundante. Si tienes menstruaciones muy abundantes, es posible que tengas que cambiarte la compresa más veces que cada 3 ó 4 horas.

Si cambias las compresas con regularidad, evitas que los gérmenes dañinos, llamados bacterias, crezcan en ellas. Cambiar las compresas con regularidad también ayuda a controlar los olores.

¿Debo utilizar compresas perfumadas? No deberías utilizar compresas con fragancias, ya que son innecesarias y pueden irritar tu vagina. Tu vagina se limpia sola y no necesita ningún tipo de jabón, producto químico o perfume.

Las compresas y tampones perfumados pueden alterar el pH natural de la vagina y causar problemas como la vaginosis bacteriana y las infecciones por hongos.

La vaginosis bacteriana es un tipo de inflamación vaginal que se produce cuando las bacterias que se encuentran de forma natural en la vagina crecen en exceso. Esto puede provocar un flujo gris, blanco o verde, un olor a pescado, picor y ardor al orinar. La infección por hongos es una infección fúngica que puede causar picor, ardor y enrojecimiento en la vagina. Puede tener una secreción blanca y espesa con aspecto de requesón.

¿Qué son los tampones?

Un tampón está hecho de un material absorbente similar al de una compresa. Pero un tampón parece un pequeño tubo. Tienes que introducirlo en la vagina con los dedos o con un aplicador que mantiene el tampón en su interior. Si estás empezando, puede que te resulte más fácil utilizar un aplicador, que es un tubo de plástico o cartón que te ayuda a guiar el tampón dentro de la vagina.

Los tampones suelen tener un cordón en un extremo. Este cordón está pensado para que quede fuera de tu cuerpo y puedas utilizarlo para tirar de él cuando el tampón esté lleno y haya que cambiarlo.

¿Cómo puedo elegir el tampón adecuado para mí? Los tampones también están disponibles en diferentes tamaños para flujos de sangre ligeros o intensos. Es posible que tengas que probar varios tamaños diferentes y experimentar antes de elegir el tampón más adecuado para ti.

¿Se puede perder un tampón dentro de mi cuerpo? Es imposible que el tampón se pierda dentro del cuerpo. El cuello del útero, que es un tejido que se ve en la abertura de la parte superior de la vagina, es demasiado pequeño para que el tampón lo atraviese.

¿Con qué frecuencia debo cambiar mi tampón? Debes cambiarte el tampón cada 4 ó 6 horas. Es importante que te acuerdes de hacerlo porque a veces puedes olvidar que estás usando uno. Si lo mantienes durante más tiempo, puede provocar la proliferación de bacterias nocivas. Estas bacterias pueden entrar en el cuerpo a través de la vagina y causar enfermedades.

Es muy importante cambiar el tampón cada 4 ó 6 horas. No dejes nunca un tampón durante más tiempo, especialmente durante todo el día o toda la noche. Si lo haces, aumentas las posibilidades de contraer una enfermedad grave llamada síndrome de shock tóxico (SST). Esto también puede ocurrir por el uso de compresas, pero es mucho más raro.

¿Qué es el síndrome del shock tóxico?

El síndrome de shock tóxico es una afección potencialmente mortal que se produce por ciertas infecciones bacterianas.

Los síntomas del síndrome de shock tóxico incluyen:?

  • Fiebre alta

  • Vómitos

  • Diarrea

  • Dolores musculares severos

  • Una sensación de extrema debilidad o mareo

  • Una erupción que parece una quemadura de sol

Si tiene algún síntoma de SST, debe obtener ayuda médica inmediata. El síndrome de shock tóxico se trata como una emergencia médica.

Ventajas y desventajas de las compresas

Pros. Las compresas son una gran opción para las mujeres a las que no les gusta la idea de introducir algo dentro de su cuerpo. Como se pueden ver, también es fácil recordar cuándo hay que cambiarlas. Puedes encontrar compresas superabsorbentes que son muy finas para que no tengas una sensación incómoda entre las piernas todo el tiempo.

Aunque las compresas también pueden provocar el síndrome de shock tóxico, el riesgo es mucho menor en comparación con los tampones. Aun así, debes acordarte de cambiar las compresas con regularidad.

Contras. No puedes usar las compresas con tanta facilidad cuando nadas. Si eres una mujer que disfruta con esta actividad, los tampones pueden ser una mejor opción. Además, por muy finas que sean las compresas, pueden ser visibles bajo ropa ajustada o mínima.

Pros y contras de los tampones

Pros. Los tampones son una gran opción para las mujeres que nadan o realizan otras actividades deportivas. También son menos visibles bajo la ropa. Algunas mujeres también prefieren los tampones porque son más fáciles de llevar y no se sienten igual que las compresas.

Contras. El riesgo de síndrome de shock tóxico es mayor con los tampones. Sin embargo, es raro que se produzca un síndrome de shock tóxico por el uso de tampones.

Algunos consejos para recordar los tampones de uso seguro son:

  • Ÿ Sigue siempre las instrucciones de la etiqueta aunque hayas usado tampones antes.

  • Ÿ Lávate las manos antes y después de usar un tampón.

  • Utiliza el tampón de menor absorción posible. Por ejemplo, si pasas 6 horas sin necesidad de cambiarte el tampón, es posible que tengas que cambiar a un tampón para un flujo más ligero.

  • Obtenga ayuda médica inmediatamente si usted está usando un tampón y está experimentando cualquier signo de síndrome de shock tóxico.

Cuál debo elegir?

No hay una solución única para todos cuando se trata de productos para el cuidado menstrual. Revisa los pros y los contras de las compresas y los tampones y decide cuál es el más adecuado en función de tu estilo de vida y tu elección personal.

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