El fuego interior
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La palabra inflamación se remonta a la palabra latina que significa prender fuego. En algunas enfermedades, como la artritis reumatoide, se siente calor, dolor, enrojecimiento e hinchazón. Pero en otros casos, como las enfermedades cardíacas, el Alzheimer o la diabetes, no es tan evidente. Si no lo buscas con pruebas, ni siquiera sabrás que está ahí.
No siempre es malo
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En realidad, la inflamación es buena a corto plazo. Forma parte de la respuesta natural del sistema inmunitario para curar una lesión o combatir una infección. Se supone que después de eso se detiene. Pero si se convierte en un hábito duradero en su cuerpo, puede ser malo para usted. La inflamación a largo plazo, o crónica, se observa en muchas enfermedades y afecciones.
Podría provocar un ataque al corazón?
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Las arterias inflamadas son comunes entre las personas con enfermedades cardíacas. Algunos investigadores creen que cuando las grasas se acumulan en las paredes de las arterias coronarias del corazón, el organismo responde con sustancias químicas inflamatorias, ya que lo considera una lesión para el corazón. Ello podría desencadenar un coágulo de sangre que provocara un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Conexión con la diabetes
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La inflamación y la diabetes de tipo 2 están relacionadas. Los médicos aún no saben si es la causa de la enfermedad. Algunos expertos afirman que la obesidad desencadena la inflamación, lo que dificulta al organismo el uso de la insulina. Esa puede ser una de las razones por las que perder los kilos de más y mantenerlos es un paso clave para reducir las probabilidades de padecer diabetes de tipo 2.
Relacionado con el Alzheimer
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La inflamación crónica del cerebro suele observarse en las personas con este tipo de demencia. Los científicos aún no entienden exactamente cómo funciona, pero la inflamación puede desempeñar un papel activo en la enfermedad. Los expertos están estudiando si los medicamentos antiinflamatorios pueden frenar el Alzheimer. Hasta ahora, los resultados son contradictorios.
Puede dañar su intestino
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La inflamación crónica está relacionada con la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, que son tipos de enfermedad intestinal inflamatoria. Se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las bacterias sanas del intestino y provoca una inflamación que se mantiene. Puedes tener síntomas como dolor de barriga, calambres y diarrea.
En la AR, hace daño
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Lo que mucha gente considera artritis es la osteoartritis, en la que el tejido que amortigua las articulaciones, el cartílago, se rompe, sobre todo a medida que las personas envejecen. La artritis reumatoide es diferente. En la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca las articulaciones del cuerpo, provocando una inflamación que puede dañarlas, e incluso el corazón. Los síntomas incluyen dolor, rigidez y articulaciones rojas, calientes e hinchadas.
Forma parte de la fibromialgia?
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Esta afección puede causar dolor, sensibilidad y fatiga. A diferencia de la AR, la inflamación en la fibromialgia no ataca las articulaciones. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la inflamación del cerebro puede estar asociada a la fibromialgia. Se necesitan más investigaciones para probar esta conexión.
Cuando sucede rápido
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A veces la inflamación aparece de repente cuando tu cuerpo está luchando contra una infección. Tal vez sea una celulitis, una infección de la piel, o una apendicitis, que afecta al apéndice. Tendrás que acudir a tu médico para que te ponga rápidamente el tratamiento adecuado.
Tu dieta es importante
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Los tipos de alimentos que comes afectan a la cantidad de inflamación que tienes. Toma muchas... frutas, verduras, cereales integrales, proteínas de origen vegetal (como las judías y los frutos secos), pescado rico en ácidos grasos omega-3 (como el salmón, el atún y las sardinas) y aceites más saludables, como el de oliva. Consume también alimentos con probióticos, como el yogur (sólo comprueba que no tenga demasiado azúcar). Limita las grasas saturadas, presentes en las carnes, los productos lácteos integrales y los alimentos procesados.
Manténgase activo
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Aunque tengas una enfermedad como la AR, en la que la inflamación es un problema, el ejercicio sigue siendo bueno para ti. Si lo conviertes en un hábito, da sus frutos de muchas maneras. Por ejemplo, le ayuda a mantener un peso saludable, que es otra buena forma de mantener la inflamación bajo control. Pregunta a tu médico qué tipo de actividades son las más adecuadas para ti.
¡Duerme un poco!
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Mamá tenía razón: Tienes que descansar. Las investigaciones demuestran que cuando las personas sanas están privadas de sueño, tienen más inflamación. No está claro cómo funciona exactamente, pero puede estar relacionado con el metabolismo. Es una razón más para hacer del sueño una prioridad.
Fumar lo empeora
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Encender un cigarrillo es una forma segura de aumentar la inflamación. Al igual que la mayoría de las personas que intentan dejar el hábito, puede que le cueste varios intentos antes de dejarlo definitivamente... ¡pero siga intentándolo! Dile a tu médico que es un objetivo y pídele consejo.
Las especias son prometedoras
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La raíz de jengibre tiene beneficios antiinflamatorios. También la canela, el clavo, la pimienta negra y la cúrcuma (que da al curry en polvo su color amarillo anaranjado). Los científicos están estudiando qué cantidad se necesita para marcar la diferencia. Estas especias son seguras para disfrutarlas en los alimentos. Si quieres probarlas en forma de suplementos, pregunta primero a tu médico. Ellos pueden comprobar si pueden afectar a los medicamentos que tomas o a las enfermedades que padeces.
Lo que hay que saber sobre los AINE
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Muchas personas toman AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos) para domar la inflamación y aliviar el dolor. Algunos de estos medicamentos necesitan una receta. Otros, como el ibuprofeno y el naproxeno, se venden sin receta. Funcionan bien, pero si los tomas con regularidad, díselo a tu médico, porque pueden causar problemas de estómago, como úlceras o hemorragias. Algunos tipos de AINE pueden aumentar el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ictus, así que hable con su médico sobre las opciones más seguras.
¿Sirven los suplementos?
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Los omega-3 del pescado, como el salmón y el atún, pueden reducir la inflamación. El aceite de pescado también puede ayudar. Las personas con poca vitamina D también tienden a tener más inflamación que otras. Todavía no está claro si tomar más vitamina D arregla eso. Recuerda que es conveniente que preguntes primero a tu médico.