Autoexamen vaginal: ¿Cómo es una vagina normal y sana?

Sabe que es importante hacerse autoexámenes de mama con regularidad para detectar bultos u otros cambios. Pero ¿sabía que un autoexamen vaginal puede ser igual de importante? Puede ayudarle a detectar cambios inusuales antes que si esperara a su revisión periódica. Si detectas un problema, puedes empezar el tratamiento antes, y es más probable que tengas un mejor resultado.

Qué buscar

Un autoexamen no es tan profundo como un examen pélvico realizado por su ginecólogo. Aun así, debes realizarte exámenes pélvicos de rutina. En ellos se comprueban los quistes ováricos, las enfermedades de transmisión sexual (ETS), los fibromas uterinos, el cáncer en fase inicial y otros signos de problemas de salud.

Pero un autoexamen puede ayudarle a encontrar signos de una ETS o cambios en la vulva (la parte exterior de los genitales) que podrían indicar otros problemas de salud. Las manchas, llagas o protuberancias pueden ser signos tempranos de cáncer de vulva y deben ser examinados por tu médico. Un autoexamen más exhaustivo también podría ayudarte a detectar cambios en la pared vaginal y posiblemente en el cuello uterino.

Cómo me hago un autoexamen vaginal?

Puedes hacerlo en cualquier momento, pero es mejor cuando estás entre períodos. No utilices cremas ni duchas vaginales durante al menos 24 horas antes de realizar el examen.

Aquí hay algunas cosas que puedes usar que te ayudarán:

  • Un espejo de mano

  • Una linterna u otra luz pequeña

  • Un diagrama detallado de los genitales con todas las partes etiquetadas (para que sepas lo que estás viendo)

  • Almohadas y una toalla

Asegúrate de tener las manos limpias o de llevar guantes estériles. Ten cuidado con las uñas.

Quítese la ropa de la cintura para abajo. Siéntate en la cama o en una toalla en el suelo contra la pared con la espalda apoyada en almohadas. Lleva los pies hacia el trasero y abre las piernas.

Relaja los músculos de la pelvis. A continuación, examina las partes de la vulva: el clítoris y los labios exteriores e interiores. Anota el color y el tamaño de cada parte, para que si algo cambia lo notes fácilmente. Es posible que tengas que tirar ligeramente hacia atrás del capuchón del clítoris. También es posible que tengas que separar el vello púbico para obtener una visión clara de la zona.

Para realizar un autoexamen más completo, separa suavemente los labios vaginales e inclina el espejo y la luz para poder ver el interior de la vagina. Las paredes deben tener un color rosado. Si te sientes cómoda, coloca tu dedo dentro de la vagina y palpa a lo largo de la pared vaginal. Puedes notar que se siente un poco como el techo de tu boca. Si empuja un poco más, puede sentir el cuello del útero. Se siente como la punta de la nariz.

Si no te sientes cómoda con este tipo de palpación, no pasa nada. Puedes hacer una simple inspección visual. Asegúrate de acudir a tu ginecólogo para realizar tus exámenes pélvicos periódicos. La frecuencia de los exámenes pélvicos puede depender de su edad, su historial médico y otros factores. Pregunta a tu médico qué es lo más adecuado para ti.

Cuándo llamar al médico

Si durante el autoexamen vaginal ves alguna verruga genital, llagas, bultos, manchas o una coloración inusual, pide cita para ver a tu médico. Lo mismo ocurre si nota un flujo maloliente. Una pequeña cantidad de flujo no maloliente es normal. Puede ser más ligero o más abundante, dependiendo del momento del ciclo en que te encuentres.

Si detectas un problema, recuerda: cuanto antes se diagnostique y se trate, antes te sentirás mejor y estarás tranquila.

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