Cambios en los pechos tras el parto y la lactancia

Cuando vas a tener un bebé, esperas que tu cuerpo sufra algunos cambios importantes. Sabes que tu vientre aumentará de tamaño, que tu pelo estará más brillante y que tu piel tendrá el tan comentado brillo del embarazo.

Pero eso no es todo. Te sorprenderá saber que tus pechos también sufrirán muchos cambios, incluso más allá de la llegada de tu pequeño.

Señales tempranas

Muchas mujeres notan que sus pechos son sensibles al principio del embarazo. (Para algunas mujeres, éste es el primer indicio de que están embarazadas). Es un efecto secundario común de todas las hormonas adicionales que circulan por tu cuerpo. Sin embargo, si notas algún bulto en algún momento, díselo a tu médico para que pueda averiguar de qué se trata.

Cambios de color

Las hormonas de tu organismo pueden cambiar el aspecto de tus pechos durante el embarazo. Muchas mujeres descubren que la areola -la zona que rodea el pezón- se oscurece durante el embarazo. Esto es normal. El color puede o no aclararse después del parto.

Es posible que note nuevas venas azules justo debajo de la superficie de la piel del pecho. Esto también es normal. Ocurre porque el cuerpo aumenta el suministro de sangre a sus pechos cuando está embarazada.

Informe a su médico sobre otros cambios en la piel.

Nuevo tamaño

Probablemente querrás comprarte nuevos sujetadores, porque tus pechos pueden aumentar una o dos tallas mientras estás embarazada. Esto puede ocurrir durante el primer trimestre, cuando tu cuerpo acumula grasa, o más tarde, cuando tu cuerpo se prepara para la lactancia.

Si necesitas nuevos sujetadores, prueba los sujetadores de embarazo o maternidad, que ofrecen una comodidad y una sujeción suaves, a menudo sin cables. Puedes llevarlos incluso para dormir por la noche.

Estrías

Tu vientre en crecimiento no es el único lugar donde pueden aparecer estrías. Pueden aparecer en tus pechos a medida que crecen.

El crecimiento también puede hacer que te pique la piel. La crema hidratante o la loción pueden aliviar el picor, pero no hay ningún producto que pueda hacer desaparecer las estrías. Sin embargo, deberían desaparecer después de que nazca tu bebé.

Pérdidas antes del bebé

Hacia el final del embarazo, algunas mujeres comienzan a gotear un líquido amarillo pálido de sus pechos. Este líquido se llama calostro, y es lo que producen tus pechos para alimentar a tu bebé hasta que tenga dos o tres días de vida. (Es entonces cuando sale la leche materna).

Si tienes pérdidas, los discos absorbentes pueden evitar que se te moje la camiseta. Si tienes algún otro tipo de secreción por los pezones, díselo a tu médico, por si no es normal.

Senos congestionados

Cuando tu recién nacido tenga unos días, tus pechos empezarán a producir leche. Cuando esto ocurre, tus pechos pueden hincharse con tanta leche, que puede sentirse doloroso. (Esto se llama congestión.)

Una vez que tu bebé come algo de leche, se alivia el dolor y la hinchazón, hasta que produces más leche. Es posible que tu cuerpo tarde unos días en calcular la cantidad que debe producir, en función de la cantidad que coma tu bebé, antes de que te alivie este ciclo. Para aliviar un poco el dolor de la congestión, ponte paños calientes y húmedos u hojas de col frías en los pechos.

Hormigueo de bajada

Es normal sentir un cosquilleo en los pechos cuando estás a punto de alimentar a tu bebé. Esta es la respuesta de tu cuerpo a las señales de que es hora de que tu bebé coma. Una oleada de leche llena los pechos y el flujo puede provocar un cosquilleo. Con el tiempo, la fuerte sensación de hormigueo debería ser mucho menos intensa.

Dolor en los pezones

La lactancia es natural, pero tanto la mamá como el bebé tardan en darse cuenta. Si tu pequeño no se agarra bien, puede hacer que te duelan los pezones cuando come.

Puedes calmar el dolor con crema para pezones o frotando la leche materna sobre tus pezones después de que tu bebé coma, y luego dejarlo secar al aire. Si el dolor no cesa, pide ayuda a tu pediatra para que te ayude con la técnica. O acude a un asesor de lactancia, que enseña a las mamás y a los bebés a dar el pecho correctamente.

Pérdidas de leche después del bebé

Es posible que pierdas leche cuando tus pechos están congestionados o entre las tomas. A veces, cuando el bebé se agarra a un pecho, el otro puede perder leche. Todo esto es normal, y debería ocurrir con menos frecuencia cuanto más tiempo amamante a su bebé. Si tiene fugas, es conveniente que use protectores mamarios a diario, para evitar que se manche la camisa con leche.

Mastitis

A veces, un conducto de la leche puede obstruirse, lo que puede provocar una infección que los médicos llaman mastitis. Los signos incluyen fiebre, dolor y vetas rojas en el pecho. La zona por encima del conducto obstruido puede sentirse caliente al tacto.

Llame a su médico si cree que tiene mastitis. Puede comprobar cuál es el problema y si necesita tomar antibióticos para mejorar.

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