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¿La ansiedad se está apoderando de su espíritu navideño? ¿Las visiones de las nubes de azúcar le provocan pesadillas? Muchas personas con problemas de peso temen esta época del año debido a todas las tentaciones de comida y alcohol que parecen estar por todas partes. Además, las increíbles exigencias asociadas a la temporada navideña la convierten en una época del año muy estresante.
Cuando las cosas se ponen difíciles, ¿los difíciles empiezan a comer?
Libérate del hábito de recurrir a la comida para consolarte y controlar el estrés con una mejor comprensión de las cosas que desencadenan el estrés en tu vida. Si te enfrentas a las tentaciones antes de que lleguen, estarás mejor preparado para manejar la situación. Por ejemplo, la fiesta de la oficina: necesitas una estrategia para poder disfrutar de los festejos y la camaradería sin sabotear la dieta. A menos que esté equipado con un plan para controlar su ingesta, saldrá de la fiesta sintiéndose culpable y estresado. Cuando tienes un plan, te sientes menos vulnerable.
Impacto del estrés en el cuerpo
El estrés pasa factura nutricional a tu cuerpo, desde el agotamiento de las vitaminas hasta la depresión del sistema inmunitario. En condiciones de mucho estrés, varios nutrientes, incluyendo las vitaminas A, C y las vitaminas B, se agotan fácilmente en tu sistema, haciéndote más vulnerable a la enfermedad y la fatiga.
Los alimentos reconfortantes como la tarta de manzana de mamá, el helado, los dulces, las galletas y las patatas fritas son los tipos de alimentos a los que se recurre en situaciones de estrés. Estos alimentos ricos en calorías no sólo aumentan los kilos, sino que el estrés también puede alterar las funciones corporales normales, especialmente el tracto gastrointestinal y el apetito.
El estrés no sólo afecta a la elección de los alimentos, sino también a la rapidez con la que se come y a la frecuencia de las comidas y los tentempiés. Esto se debe a que el estrés puede reavivar el apetito del cuerpo liberando la hormona cortisol. No cabe duda de que el estrés puede provocar un círculo vicioso de alimentación que puede causar estragos en tus esfuerzos por perder peso.
Contraataca
Para empezar, asegúrate de descansar adecuadamente cada noche y limita la cantidad de cafeína y alcohol que consumes. La Asociación Americana de Dietética también recomienda comer con regularidad; es fundamental dedicar tiempo a un desayuno saludable para prepararse para el día. Además, saltarse las comidas no hace más que aumentar el estrés; encuentra el tiempo para comer bocadillos saludables si tienes poco tiempo.
Un cuerpo bien alimentado es tu mejor defensa contra el estrés. Somos lo que comemos, y esto es especialmente cierto en momentos de estrés. Centrarte en comer los alimentos de tu plan de alimentación puede ayudarte a lidiar con los problemas diarios mientras mantienes el estrés bajo control.
Sé proactivo
Parte de dominar el control sobre los alimentos que se consumen es aprender a hacer frente a las situaciones de estrés. Los factores de estrés como la ira, la tristeza y la depresión suelen llevar a las personas a buscar consuelo en la comida. Nuestra misión en la Clínica de Pérdida de Peso doctor es enseñarle a manejar el estrés para que aprenda a desestresarse sin recurrir a la comida. Adoptar habilidades de comportamiento que le den poder y fuerza para resistir las tentaciones es un gran paso para ganar control sobre la comida. Habrá momentos en los que cederá a las tentaciones, pero esperamos que ocurran con menos frecuencia y como resultado de una elección, no de un momento de descontrol.
Las conductas alimentarias relacionadas con el estrés pueden cambiarse; aquí tienes 10 consejos y técnicas que te ayudarán a encontrar mejores formas de lidiar con el estrés en estas fiestas.
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Ponte en forma cada día. Realizar actividad física con regularidad hace maravillas para afrontar el estrés. Entrega tu estrés al asfalto o a la cinta de correr y déjalo salir de tu cuerpo. Mantenerse activo en invierno eleva el estado de ánimo y reduce el estrés.
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Disfruta de la luz natural del sol, especialmente en invierno. Puede ser deprimente estar encerrado en casa durante los días acortados del invierno, pero un paseo enérgico bajo el sol puede ser un verdadero potenciador del estado de ánimo.
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Lleva tu diario todos los días. El autocontrol de tu comida, tu estado físico y tus sentimientos emocionales es una excelente manera de ser más consciente de tus desencadenantes y patrones de comportamiento.
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No te prives de disfrutar de los alimentos que te gustan, pues esto sólo conduce a los atracones. En su lugar, planea comer una pequeña porción de los alimentos deseados, cómelos lentamente y saborea cada bocado.
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Establezca algunas reglas básicas sobre la alimentación (por ejemplo, sólo comer sentado, no comer después de las 9 de la noche, no repetir la comida, etc.).
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Visite regularmente nuestros tableros comunitarios y deje que sus amigos y el personal profesional le ayuden. Las investigaciones han demostrado que mantenerse conectado es uno de los aspectos más importantes para lidiar con el estrés y cumplir con su plan de alimentación.
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Identifique las situaciones navideñas que le provocan comer en exceso y elabore una lista de cómo va a afrontar estos retos. Sea realista. Háblalo con tus compañeros que se enfrentan a factores de estrés similares para encontrar soluciones realistas que te ayuden a manejar el estrés.
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Relájate. Regálate 15 minutos al día de paz y tranquilidad, un tiempo para ser reflexivo, meditar o simplemente desconectar. Sumergirse en un baño de burbujas caliente puede ayudar a liberar los problemas en el aire. Liberarse de la familia, una bocanada de aire fresco o escaparse a una habitación tranquila te llenará de energía y te dará fuerza.
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Sé bueno contigo mismo. Ten una lista de frases motivadoras que te inspiren y refuercen tu determinación. Utilice afirmaciones diariamente para ayudarle a sentirse bien consigo mismo y con su misión de perder peso.
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Come de forma saludable. Una nutrición adecuada fomenta la salud, el bienestar y el rejuvenecimiento, lo que a su vez aumenta tu capacidad de resistencia al estrés.
Cuanto más consciente seas de tus factores de estrés, más posibilidades tendrás de cambiar tu forma de responder a ellos. Tomar conciencia es el primer paso crucial para desarrollar un cambio de comportamiento. Un día a la vez, un pequeño paso en la dirección correcta te llevará por el camino del autocontrol. Hazlo lo mejor que puedas y no te castigues cuando intentes cambiar los hábitos de toda una vida. Recuerda que hay mejores formas de reducir la sensación de estrés que con la comida; tu misión es encontrar las alternativas que mejor te funcionen.