1. Tus genes
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El metabolismo es la forma en que tu cuerpo transforma los alimentos en energía. Si tu cuerpo es lento para quemar calorías mientras descansas o duermes, probablemente lo hayas heredado de tus padres, a través de tus genes.
Lo que puedes hacer:
Como no puedes cambiar tus genes, céntrate en tus hábitos. Una de las mejores formas de animar tu metabolismo es hacer más ejercicio. Busca formas de introducir más actividad en tu día.
2. Hormonas
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Un cambio en tus hormonas puede frenar el uso de energía de tu cuerpo. Eso puede hacer que te sientas cansado. Algunas afecciones, como una tiroides hipo o hiperactiva y la diabetes, son enfermedades hormonales que afectan a tu metabolismo. El estrés también libera hormonas que pueden desencadenar una ralentización?
Lo que puedes hacer:
Si tienes una enfermedad, sigue el tratamiento. Y haz que sea una prioridad cortar el estrés de raíz.
3. Tu falta de sueño
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Dormir bien ayuda a que tu metabolismo se mantenga estable. Cuando das vueltas en la cama noche tras noche, es más difícil que tu cuerpo utilice bien la energía, lo que puede hacer más probables enfermedades como la diabetes y la obesidad...
Lo que puedes hacer:
La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño. Si no lo consigues ahora, inténtalo durante una semana y verás cómo te sientes mejor.
4. Dietas estrictas
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La forma de perder peso importa. Si no comes lo suficiente, tu metabolismo cambia a cámara lenta. Las dietas severas, especialmente cuando también se hace ejercicio, enseñan al cuerpo a conformarse con menos calorías. Eso puede ser contraproducente, porque tu cuerpo se aferra a esas calorías, lo que hace más difícil bajar de peso.
Lo que puedes hacer:
Aunque puede llevar más tiempo, mantén tu plan de pérdida de peso realista, no drástico.
5. Sal de moda
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La sal marina es la favorita de los amantes de la cocina y los chefs. La encontrarás en los mejores restaurantes y cocinas gourmet. Pero carece de yodo, que su tiroides necesita para gestionar su metabolismo.
Lo que puedes hacer:
Sólo una pizca de sal de mesa yodada satisface esa necesidad. O disfruta de un alimento rico en yodo, como las gambas.
6. Estás reseca
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Sin suficiente H2O, tu metabolismo puede estancarse. ¿Qué tal un vaso alto y fresco de agua? Algunos estudios demuestran que ayuda al cuerpo a quemar energía y favorece la pérdida de peso. A cualquier temperatura, el agua también te ayuda a llenarte, para que comas menos.
Lo que puedes hacer:
Bebe a sorbos a lo largo del día. También puedes comer más alimentos que sean naturalmente ricos en agua, como la sandía o los pepinos.
7. Bebe descafeinado
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Es una buena opción si te gusta una taza antes de dormir. Pero te perderás la sacudida de cafeína que pone en marcha tu motor metabólico. Recuerde que algunas investigaciones demuestran que el café puede afectar a los niveles de azúcar en sangre. Por lo tanto, es posible que deba limitarlo si tiene diabetes.
Lo que puedes hacer:
Si no puedes soportar la cafeína, apóyate en los otros consejos de esta presentación. Muchas cosas pueden ayudar a tu metabolismo, y querrás usar tantas como sea posible.
8. No hay suficiente calcio
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Lo necesitas para algo más que tus huesos. También es un nutriente clave para un metabolismo rápido, entre otras cosas positivas que hace por tu cuerpo. Mucha gente no la consume lo suficiente.
Lo que puedes hacer:
¡Hay muchas opciones deliciosas! Puedes obtener el calcio de la leche y los productos lácteos, por supuesto. También está en muchos alimentos enriquecidos (como los cereales, el zumo de naranja y la leche de soja o de almendras), el salmón en conserva, los grelos, la col rizada y el tofu.
9. Su termostato está ajustado demasiado alto
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No siempre es buena idea calentar las cosas en el dormitorio... al menos no cuando se trata de tu metabolismo. Las temperaturas de la habitación de 75 grados impiden que tu cuerpo produzca grasa marrón, que está cargada de células que queman calorías.
Lo que puedes hacer:
Bajar el termostato a 66 grados antes de acostarse aumenta los niveles de grasa marrón. Cuando hace frío, dar paseos regulares a paso ligero también puede servir para ello.
10. Tus medicamentos
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Algunos medicamentos pueden ralentizar su metabolismo. Entre ellos se encuentran muchos antidepresivos y ciertos antipsicóticos que los médicos utilizan para tratar la esquizofrenia. Muchos otros medicamentos, como los que disminuyen el ritmo cardíaco, también pueden tener ese efecto.
Lo que puedes hacer:
Informe a su médico si cree que sus medicamentos pueden ser un problema. Puede haber algo que puedas tomar en su lugar.
11. Cortar los carbohidratos
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Claro, aliviar los carbohidratos poco saludables puede ayudarte a controlar tu peso y quemar grasa más rápido. Pero tu cuerpo los necesita para producir insulina. Si te dedicas a consumir pocos carbohidratos todo el tiempo, producirás menos de esta hormona clave. Tu metabolismo se detiene y no quemas tantas calorías como antes.
Lo que puedes hacer: Obtén tus carbohidratos de las frutas, las verduras y los cereales ricos en nutrientes, como los boniatos y la harina de trigo integral. Mantendrán tu metabolismo a raya y evitarán esos antojos que pueden desviarte del camino.
12. Ser nocturno
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Coger un vuelo con ojos rojos o trabajar en el turno de noche altera el ciclo natural de sueño y vigilia de tu cuerpo. Estos cambios pueden provocar un metabolismo lento y otros problemas como la diabetes y la obesidad.
Lo que puedes hacer:
Reinicia tu reloj corporal. Si coges muchos vuelos con ojos rojos, consigue una hora de salida diferente. Si trabajas de noche y no puedes cambiar, habla con tu médico sobre formas saludables de ponerte en marcha.
13. Cambiar los horarios de las comidas
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Cuándo se come es tan importante como lo que se come? Saltarse las comidas o tomar un bocado sobre la marcha crea un jet lag social -y metabólico-. Cambiar los horarios de las comidas puede causar estragos en el metabolismo y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Lo que puedes hacer: Piensa en un horario de comidas regular con tu familia y cúmplelo.
14. Estrés crónico
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Cuando te encuentras en una situación de estrés, tu cuerpo produce una hormona llamada cortisol. Su objetivo es darte un rápido impulso de energía. Pero si estás atrapado en una zona de estrés, el cuerpo piensa que todavía necesitas luchar, así que sigue produciendo cortisol. Los niveles elevados de esta hormona dificultan el uso de la insulina. Esto frena el metabolismo y favorece el aumento de peso.
Lo que puedes hacer: Busca formas de desestresarte. Respira profundamente. Haz algo que te guste. Encuentra lo que funciona para ti.
15. Una dieta alta en grasas
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Comer montones de alimentos grasos, como hamburguesas grasientas y golosinas con mantequilla, nunca es una idea saludable. Cambia la forma en que tu cuerpo descompone los alimentos y los nutrientes. También afecta a la capacidad de tu cuerpo para utilizar la insulina. Esto se llama resistencia a la insulina y se ha relacionado con la obesidad y la diabetes.
Lo que puedes hacer: Tomar más frutas y verduras y beber más agua. Las judías, los pimientos y el marisco también son buenas opciones.