A lo largo de los años, el peso del cuerpo humano ha aumentado. Parte de ello puede atribuirse a cambios positivos, como el acceso constante a suficientes alimentos. Pero otros factores se han relacionado con el aumento excesivo de peso, como los alimentos muy procesados con concentraciones de azúcares y grasas superiores a las que el cuerpo necesita.
Es cada vez más difícil perder peso?
Un número cada vez mayor de personas descubren que su peso está por encima del rango que normalmente se considera saludable. Más del 42% de los estadounidenses se consideran obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los expertos se esfuerzan por comprender por qué la gente tiene problemas para perder peso, incluso cuando lo desea...
Algunos investigadores sugieren la posibilidad de que las sustancias químicas de los productos comunes contribuyan a la obesidad. Estas sustancias químicas pueden afectar a las hormonas humanas y cambiar el modo en que nuestro cuerpo fabrica, almacena y utiliza la grasa. Los expertos llaman a estas sustancias químicas obesógenos.
Cómo actúan los obesógenos
En el pasado, los expertos creían que el aumento de peso era el resultado de comer más calorías de las que el cuerpo necesitaba para funcionar. El exceso de energía de los alimentos se almacena en nuestro cuerpo en forma de grasa, por lo que la idea es que comer más de lo que se necesita provoca un aumento de grasa. En los últimos años, los médicos han descubierto que, a veces, las personas que cambian sus niveles de alimentación y actividad siguen sin perder peso.
Una posible explicación de esta incapacidad para perder el exceso de peso son los cambios metabólicos provocados por la exposición a sustancias químicas. Durante varias décadas, los investigadores han observado que los animales de laboratorio ganan peso cuando se exponen a sustancias específicas. Los científicos se dan cuenta ahora de que esas sustancias son disruptores endocrinos, lo que significa que estas sustancias químicas afectan al funcionamiento normal de las hormonas en los animales y en las personas...
Las primeras investigaciones sugieren que hay varias formas en que los obesógenos afectan al cuerpo, entre ellas
Aumentando las células grasas. Algunos obesógenos pueden desencadenar que el cuerpo produzca nuevas células de grasa. En algunos casos, las nuevas células pueden ser inusualmente grandes. Esto permite que se acumule más grasa en el cuerpo, lo que provoca un aumento de peso. Las investigaciones al respecto no son concluyentes y los científicos siguen estudiando este proceso en humanos y animales.
Bloqueo de la quema de grasas. Los obesógenos pueden alterar el funcionamiento habitual de las células adiposas para que no puedan liberar la grasa almacenada. Si el cuerpo no puede acceder a la grasa para utilizarla como energía, las reservas de grasa nunca bajan. Esto puede explicar por qué los cambios en los niveles de alimentación y ejercicio no afectan a la cantidad de grasa que tiene el cuerpo. Se está investigando este proceso para comprender mejor cómo los obesógenos limitan la pérdida de grasa.
Alteración del apetito. Algunos obesógenos pueden afectar al hipotálamo, la parte del cerebro que controla el apetito. El hipotálamo libera hormonas que señalan el hambre y otras que le indican cuándo está lleno. En estudios con animales, ciertas sustancias químicas afectaron a este proceso. Los animales mostraron una tendencia a comer compulsivamente y a no parar aunque ya no tuvieran hambre. Esto también puede ocurrir en los seres humanos.
Tipos de obesógenos
Los científicos han identificado bastantes sustancias químicas que pueden ser obesógenos, pero la investigación aún no es concluyente. Algunas de las sustancias ya están prohibidas por motivos de salud. Otras se utilizan habitualmente en la fabricación, la agricultura y los bienes de consumo.
Fitoestrógenos. Los fitoestrógenos se encuentran en productos alimenticios, como la soja, las lentejas y los garbanzos.
Organotinas. Estas sustancias químicas son fungicidas. Se utilizan en el tratamiento de la madera para los materiales de construcción.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Los HAP son subproductos causados por la combustión de algunos tipos de combustible. Provocan la contaminación del aire.
Bisfenol A (BPA). El BPA y otras sustancias químicas similares se utilizan en los plásticos. Se encuentran en los envases de alimentos y bebidas.
Éteres difenílicos polibromados (PBDE). Los PBDE son retardantes de la llama. Se utilizan para tratar materiales como los tejidos o los muebles para que sean menos propensos a incendiarse.
Ftalatos. Los ftalatos son agentes plastificantes. Se encuentran en cosméticos, medicamentos y pinturas.
Los parabenos son conservantes que se encuentran en alimentos, productos de papel y medicamentos.
Plaguicidas. Los plaguicidas utilizados en la industria agrícola pueden tener efectos obesogénicos.
Alquilfenoles. Son un tipo de tensioactivos y espesantes que se utilizan en muchos bienes de consumo, como el caucho o la pintura.
Hay pruebas de que algunos medicamentos pueden tener un efecto obesogénico. Las tiazolidinedionas, los antipsicóticos atípicos, los antihistamínicos y los antidepresivos pueden tener efectos que provoquen un aumento de peso o dificultad para perderlo.
Consideraciones para su salud
Los investigadores no tienen resultados concluyentes de los estudios sobre los efectos de los obesógenos. Todavía hay muchas preguntas sobre los obesógenos y cómo afectan a los seres humanos. Si le preocupa la exposición a los obesógenos, puede hacer cambios en su estilo de vida para protegerse.?
Precaución durante el embarazo. Hay algunas pruebas de que los obesógenos pueden afectar a los bebés mientras están en el útero. Evitar los obesógenos durante el embarazo puede ayudar a su bebé.
Ingredientes. La mayoría de los alimentos y muchos productos domésticos tienen listas de ingredientes en los envases. Puedes consultarlas para obtener más información sobre los posibles obesógenos presentes en los alimentos o productos de cuidado personal.
Envases. Algunos expertos sugieren que evitar los envases de plástico puede reducir su exposición a los obesógenos. Además, puede limitar la manipulación de ciertos tipos de papel, como el de los recibos impresos. Pueden estar tratados con revestimientos similares a los del plástico hechos con BPA.
Contaminación del aire. Puede limitar la cantidad de contaminación del aire que entra en su casa quitándose los zapatos cuando esté en el interior. También puede ser útil utilizar filtros HEPA y pasar la aspiradora con frecuencia.