Despacio, comes demasiado rápido
Come menos y disfruta más con el mindful eating
Por Kathleen M. Zelman, MPH, RD, LD De los archivos del médico
Se ha fijado alguna vez en el tiempo que tardan la mayoría de las personas delgadas en comer? Mi hermana siempre era la última en terminar su comida, y eso volvía loco al resto de la familia. Estábamos seguros de que era su táctica para librarse de recoger la mesa o lavar los platos. No fue hasta años más tarde que me di cuenta de que su lentitud al comer es el secreto de su esbelta figura.
La mayoría de los estadounidenses comen demasiado rápido y, como resultado, ingieren demasiadas calorías antes de darse cuenta de que han comido lo suficiente. El cerebro tarda aproximadamente 20 minutos en enviar señales de saciedad desde que se empieza a comer. Comer con calma da tiempo suficiente para que el cerebro envíe la señal de saciedad. Y la sensación de saciedad se traduce en comer menos.
Una investigación reciente presentada en una reunión de la Asociación Norteamericana para el Estudio de la Obesidad demostró que los hombres y mujeres con sobrepeso ingieren menos calorías cuando reducen su ritmo normal de alimentación. Y un reciente estudio japonés en el que participaron 1.700 mujeres jóvenes llegó a la conclusión de que comer más despacio hacía que se sintieran satisfechas antes y, por tanto, ingirieran menos calorías a la hora de comer.
Es especialmente importante que las personas que se han sometido a operaciones de bypass gástrico sigan el consejo de comer despacio. Un estudio de pacientes con bypass gástrico demostró que los que comían demasiado rápido y no reconocían los signos de saciedad tenían menos éxito en la pérdida de peso que otros pacientes.
El principio del placer
Comer despacio y con atención no sólo ayuda a comer menos, sino que aumenta el placer de la experiencia gastronómica. Para dominar el arte de comer despacio, pon algo de música, enciende unas velas, apaga la televisión y cualquier otra distracción, y concéntrate en tu comida.
Un lugar perfecto para empezar es el postre. Seamos sinceros, ¿quién sigue teniendo hambre cuando llega el postre? Pero nuestro deseo innato de dulces hace que los postres sean muy tentadores.
Puedes tener tu pastel y comértelo también, siempre y cuando sólo tomes unos pocos bocados. Tome un bocado, cómalo despacio, saboréelo y no haga nada más que disfrutar del sabor, la textura y la experiencia del delicioso postre. Comprobará que uno o dos bocados le proporcionan el dulce capricho sin muchas calorías adicionales.
No es tan fácil como parece
Es cierto que comer despacio y dar bocados más pequeños puede ser muy difícil de hacer, especialmente cuando estás ocupado y hambriento. Pero te resultará más fácil ralentizar el ritmo si comes con regularidad y nunca dejas pasar más de cuatro horas entre una comida y otra.
Cuando estés muy ocupado, programa "descansos para alimentarte" en tu día. Tómate 15 minutos para relajarte, recargarte y repostar. Estas minipausas también te ayudarán a aliviar el estrés.
¿Aún no puedes bajar el ritmo? Prueba otros trucos que te ayudarán a reconocer que tienes la barriga llena: Aléjate de la mesa, deja las segundas raciones en el fuego y bebe un gran vaso de agua.
En la consulta del dentista puedes encontrar otra opción. Pregunte por el nuevo aparato dental diseñado para ayudarle a comer más despacio. El dispositivo, muy parecido a un retenedor dental, se coloca en el paladar antes de las comidas. Reduce el tamaño de tu cavidad bucal y te obliga a tomar bocados más pequeños.
Independientemente de cómo lo hagas, reducir la velocidad de la comida es un buen propósito. Así que sigue el ejemplo de los europeos, a los que les encanta alargar sus comidas. Al fin y al cabo, no hace daño. Y con un poco de suerte, aprenderás a comer menos mientras disfrutas más del sabor de tus nutritivos y deliciosos platos.