Cambia de actitud

De los archivos del médico

Cuando mis hijos eran pequeños, no se cansaban de leer el libro La maquinita que pudo. Les encantaba la actitud de la maquinita azul que creía que podía llegar a la cima de la montaña y, efectivamente, lo hacía, cada vez que les leía su libro favorito.

La actitud de poder hacer es una virtud maravillosa tanto para los jóvenes como para los mayores. Si quieres tener éxito, tienes que creer en ti mismo. Y en ningún lugar es esa lección más valiosa que en el camino de la pérdida de peso.

Al principio, perder peso parece bastante sencillo porque estás motivado y decidido a cumplir tus objetivos. Luego, la novedad desaparece, la determinación se desvanece y las patatas fritas, los donuts y todos esos alimentos que no forman parte de una dieta saludable se burlan de tu cerebro. Si a esto le añadimos una meseta de pérdida de peso, no es de extrañar que el 60% de los adultos estadounidenses sigan teniendo sobrepeso.

Eso no significa que su esfuerzo por perder peso esté condenado al fracaso. En primer lugar, todos sabemos que las "dietas" tradicionales no funcionan. La privación sólo sirve para hacer que desees más la comida prohibida.

Así que si te apetece un donut, ¡hazlo! Sólo recuerda que no contiene nada más que carbohidratos refinados, azúcar y grasa; no es especialmente saludable y sólo debe comerse en pequeñas porciones (piensa en un donut) de vez en cuando.

Recuerda que estás intentando aprender mejores hábitos alimenticios, no sólo perder peso. Y cuando necesites algo dulce, es mejor que recurras a la fruta fresca, al yogur congelado bajo en grasas o a un caramelo duro.

Día a día

Aborde su programa de pérdida de peso un día a la vez. Por supuesto que te gustaría perder todo el peso de la noche a la mañana, pero ¿es necesario que te recuerde el tiempo que tardaste en ganarlo?

Mantener una actitud positiva y hacer pequeños cambios en tu estilo de vida es lo que gana la batalla de la pérdida de peso. Elegir la fruta en lugar del donut es un paso en la dirección correcta. Hazlo varias veces más y se convertirá en un hábito, y uno mucho más saludable.

No se puede negar que cambiar los hábitos de toda la vida puede ser difícil. Al fin y al cabo, estos hábitos han definido quién eres. Puede parecer una montaña rusa emocional: Algunos días, la eliminación de estos viejos hábitos parece fácil, mientras que otros, la tarea parece abrumadora.

Así que no pierdas de vista el objetivo y, si flaqueas, no te preocupes. Levántate y vuelve a ponerte en marcha. Con el tiempo, las desviaciones del plan serán cada vez menores y tu determinación se hará más fuerte, sobre todo cuando veas que los kilos desaparecen. Los miembros de éxito que han cambiado sus hábitos de alimentación y ejercicio se dan cuenta de que pueden tenerlo todo, siempre que mantengan el control de la situación.

Juegos mentales

Equípate con estrategias que te ayuden en los momentos en que te vuelvas vulnerable. Por ejemplo, haz una lista de cosas que hacer, aparte de comer, cuando el aburrimiento o el estrés te asalten. Hacer algo físico ayuda a eliminar el estrés y quema calorías. ¿No sería el momento perfecto para sacar al perro a dar un largo paseo?

Si reconoces tus puntos débiles, es más fácil planificar cómo vas a hacer frente a la situación. Tener un amigo al que llamar o con el que intercambiar correos electrónicos, leer palabras inspiradoras que fortalezcan tu determinación, o salir de la cocina y limpiar un armario: necesitas estrategias de afrontamiento que te ayuden a superar la sobrealimentación.

Una nueva forma de pensar es lo que te permite modificar tus comportamientos y hacer que esos pequeños cambios sean permanentes. Con el tiempo, el impulso de comer en exceso será sustituido por estos hábitos más saludables.

Comprobación de la realidad

Mejorar tus patrones de actividad física y comer de forma más saludable es la receta para gozar de buena salud. No significa que tengas que renunciar a todo lo que te gusta. Simplemente significa moderación: que seas tú quien controle los alimentos que comes, no que los alimentos te controlen a ti.

Es propio de la naturaleza humana sentirse atraído por las cosas que no podemos tener. No te expongas al fracaso eliminando tus alimentos favoritos; simplemente ponlos en la categoría de "ocasionales". Saber que puedes tenerlos es increíblemente poderoso, y ayuda a detener los antojos. Es mejor comer una pequeña porción de algo que se te antoja que un atracón fuera de control.

Mejor aún, intenta frenar tu deseo de comer dulces o cualquier alimento que te llame. Busca formas de satisfacer el deseo con algo más nutritivo.

Si no se trata de un alimento concreto, sino de un momento del día que te predispone a la tentación (tal vez después de cenar, cuando estás sentado frente al televisor), intenta modificar tu comportamiento en ese momento. ¿Puedes ver la televisión en otro lugar? ¿Qué tal si lees un buen libro o doblas la ropa?

Si necesita comer por la noche, intente hacerlo antes de las 8. Fijar esa hora como límite para comer le ayudará a controlar la ingesta de calorías y le hará adquirir el hábito de comer durante las horas más activas del día. Lávate los dientes a las 8; te ayudará a cumplir con este buen hábito.

Estrategia para las vacaciones

Tener una actitud positiva es la mejor medicina para hacer frente a las tentaciones durante las vacaciones o en cualquier época del año. Cuando creas en ti mismo, sabrás que puedes disfrutar de la diversión, la familia, los amigos y la buena alegría sin que la dieta sea un desastre.

Recuerda el pequeño motor: dite a ti mismo: "Creo que puedo, creo que puedo", y lo harás. Creer que puedes conquistar la situación es de suma importancia. ¿La recompensa? No sólo perderás peso, sino que te sentirás mucho mejor, tanto física como emocionalmente. ¡Puedes hacerlo!

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