Probióticos: Bacterias Amigables
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Los probióticos contienen organismos vivos, principalmente bacterias y un tipo de levadura. Se asemejan a las bacterias buenas del intestino que ayudan a la digestión. Los suplementos se utilizan para tratar ciertos problemas gastrointestinales y para la salud digestiva en general. Algunos tipos de probióticos pueden aliviar la diarrea y también los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII). Considere añadirlos a la leche malteada o al yogur.
DGL (regaliz): Refresca la acidez de estómago
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El regaliz se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar los síntomas de la indigestión como la acidez y el reflujo ácido. Sin embargo, estos usos no están respaldados por pruebas científicas. En su forma no purificada, el regaliz también puede tener efectos secundarios, como contribuir a la presión arterial alta en algunas personas. El DGL es un extracto específico de regaliz al que se le ha eliminado cierta sustancia química, y no parece tener tantos efectos secundarios. Aun así, las mujeres embarazadas no deben tomar DGL -ni ningún otro suplemento- sin consultar a su médico.
Aceite de menta: Para aliviar el síndrome del intestino irritable
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Aunque el jurado aún no ha decidido, varios estudios sugieren que el aceite de menta puede disminuir el dolor y la hinchazón que conlleva el síndrome del intestino irritable. Las cápsulas con recubrimiento entérico no se disuelven en el estómago. Pasan al intestino delgado y grueso, donde se libera el aceite. En pequeñas dosis, el aceite de menta parece ser seguro.
La manzanilla: Más que un té calmante
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La manzanilla es ampliamente utilizada para múltiples dolencias. Los naturalistas han probado la manzanilla para tratar problemas digestivos como el malestar estomacal, los cólicos y las náuseas, así como la ansiedad y el insomnio. Sin embargo, las personas con algunas alergias a las plantas, como la ambrosía, podrían tener una reacción alérgica a la manzanilla. Consulte siempre con su médico el uso de cualquier suplemento.
Jengibre: Un consuelo para el estómago
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La medicina asiática utiliza el jengibre para tratar los dolores de estómago. En Occidente, el jengibre se utiliza para aliviar las náuseas y los vómitos durante el embarazo. El jengibre está disponible en polvo, en cápsulas o comprimidos, o como raíz recién cortada. En general, se considera seguro cuando se toma en pequeñas dosis: de 1 a 2 gramos al día.
L-Glutamina: El ayudante intestinal
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La glutamina se encuentra de forma natural en tu cuerpo; ayuda a los intestinos y a otros órganos. Algunos expertos creen que el suplemento L-glutamina puede ayudar a aliviar la diarrea inducida por la cirugía, las infecciones o el estrés. Puede ayudar a algunas personas a absorber mejor los nutrientes. Entre ellas se encuentran las personas con demasiadas bacterias no favorables en el tracto digestivo, las que toman medicamentos contra el cáncer y las que han sufrido la extirpación de una parte del intestino. Pero se necesita más investigación.
Psyllium: Fibra para el estreñimiento
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El psilio se utiliza como ingrediente de los laxantes a granel. Debido a su alto contenido en fibra, es capaz de absorber agua en los intestinos. Esto hace que las heces sean más voluminosas y más fáciles de expulsar. Cuando se trata el estreñimiento, es importante beber mucho líquido. Esto ayuda a evitar la deshidratación o un caso peor de estreñimiento. Las personas alérgicas al polen del llantén inglés, al polen de la hierba o al melón podrían tener una reacción alérgica grave al tomar psilio.
Alcachofa: Alivio del malestar estomacal
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El extracto de hoja de alcachofa puede aliviar los síntomas de la indigestión. Cuando se utiliza a diario, el extracto parece disminuir las náuseas, los vómitos, los gases y el dolor abdominal. También podría ayudar a tratar el síndrome del intestino irritable y a reducir los calambres y el dolor abdominal. El extracto no tiene interacciones conocidas con los medicamentos. Pero puede causar reacciones alérgicas en personas alérgicas a la ambrosía y a los pólenes relacionados.
Consulte primero a su médico
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Los suplementos dietéticos no están estrictamente regulados por la FDA. Eso significa que no hay garantía de su calidad, eficacia o seguridad. Es importante leer siempre las etiquetas. También es importante que hables con tu médico antes de empezar a tomar cualquier suplemento nuevo. Esto es especialmente cierto si usted está embarazada, tiene una condición médica existente, o está tomando otros medicamentos, hierbas o suplementos.