El ZMA es un suplemento mineral natural compuesto por zinc, aspartato de magnesio y vitamina B6. El zinc ayuda al sistema inmunitario y a los músculos. El magnesio interviene en el metabolismo y la salud muscular y ayuda a conciliar el sueño. La vitamina B6 puede aumentar la energía.
Los fabricantes de ZMA afirman que el aumento de estos tres nutrientes en su sistema puede aumentar la fuerza y la resistencia muscular, acelerar la recuperación muscular y mejorar la calidad del sueño.
Pero no hay muchas investigaciones que lo respalden.
En el año 2000, los investigadores administraron suplementos de ZMA a un grupo de jugadores de fútbol americano de la NCAA que entrenaban dos veces al día. Después de 7 semanas, encontraron un aumento significativo de la testosterona y la hormona del crecimiento de los jugadores, ambas relacionadas con el crecimiento muscular. Sin embargo, uno de los científicos que realizó el estudio tiene la marca registrada de la fórmula original de ZMA, y su empresa financió la investigación.
Otros experimentos realizados por otros científicos no han duplicado los mismos efectos. De hecho, no hay ninguna investigación adicional que demuestre que el ZMA ayuda al rendimiento deportivo o a la pérdida de peso.
Por ello, la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva ha declarado que se desconoce el efecto de la ZMA en la construcción muscular, y el Instituto Australiano del Deporte, que informa a los atletas sobre los suplementos, ha decidido que la ZMA carece de pruebas claras de sus beneficios. En Estados Unidos no hay organizaciones similares que clasifiquen los suplementos.
¿Hay efectos secundarios?
No se han reportado efectos secundarios importantes del ZMA, pero podría haber problemas de salud si los suplementos se toman con más frecuencia de lo que sugiere el fabricante.
Un exceso de zinc o magnesio puede provocar diarrea, náuseas y calambres, y cuando se toma en dosis elevadas durante un período de tiempo, el zinc puede reducir la inmunidad del organismo y sus niveles de colesterol HDL, o bueno. Un estudio también descubrió que los hombres que tomaron 100 miligramos de suplementos de zinc durante 10 años tenían más probabilidades de padecer cáncer de próstata, pero la razón no está clara. Tomar demasiados suplementos de B6 durante un año o más puede causar daños en los nervios.
Hay preocupaciones más inmediatas: El zinc y el magnesio pueden dificultar la absorción de algunos medicamentos recetados, como los antibióticos; y los suplementos de B6 pueden intensificar los efectos secundarios de ciertos fármacos.
Fuentes alimentarias de zinc y magnesio
Puedes perder zinc y magnesio cuando sudas mucho u orinas, pero la pérdida suele ser temporal. Algunas personas tienen niveles bajos de magnesio debido a los medicamentos que toman (como los inhibidores de la bomba de protones) o por el consumo de alcohol.
Una forma sencilla de reponer estos minerales es a través de los alimentos que se consumen. Las espinacas, las almendras, los anacardos, los cereales integrales y las judías son ricos en magnesio. Las ostras, la carne roja y las aves de corral son grandes fuentes de zinc. Y el pescado, la fruta, las patatas y otras verduras con almidón pueden aportar B6 al organismo.
Pregunta a tu médico, a un dietista titulado o a un farmacéutico para determinar si un suplemento es adecuado para ti antes de tomarlo.
