No espere. Con un poco de esfuerzo, puedes superar los retos de una vejiga con pérdidas. Puede ser tan fácil como hacer unos simples cambios en su rutina diaria.
En primer lugar, querrás saber qué ocurre. Es posible que tengas pérdidas cuando te ríes, toses o estornudas. Los médicos lo llaman incontinencia de esfuerzo. O puede que sientas una inesperada y repentina necesidad de orinar. Esto se llama incontinencia de urgencia. Aunque se da sobre todo en las mujeres, puede ocurrirle a cualquiera a cualquier edad. Aunque las personas que la padecen no hablan de ella, es más común de lo que crees.
Lo que puedes hacer
Una gran noticia. Tienes muchas opciones de tratamiento y las perspectivas son buenas. Alrededor del 80% de los afectados por la incontinencia urinaria pueden mejorar con el tratamiento.
A veces lo único que se necesita es un simple cambio en la dieta, como reducir los líquidos.
Pruebe una combinación de enfoques. Por ejemplo, el médico puede recomendarle que haga ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico y que utilice compresas o ropa interior desechable por si acaso. Experimenta para ver con qué te sientes cómoda y qué te funciona mejor.
Si necesitas un poco más de ayuda, tu médico puede recomendarte una medicación con receta o un procedimiento quirúrgico. Puede sugerirte una cirugía de cabestrillo, una operación diseñada para sostener la vejiga o la uretra y evitar las fugas.
Centrarse en las soluciones
Planificar con antelación
Antes de salir, piensa en el día que te espera. Un poco de previsión puede hacer que vivir con incontinencia urinaria sea menos estresante.
Por ejemplo, si la máquina de subir escaleras de tu gimnasio te hace gotear, prueba con la bicicleta en su lugar. Si sabes que siempre compras más tiempo del que tienes previsto, considera uno de los muchos productos para la incontinencia urinaria, como los salvaslips o las compresas.
Conoce dónde están los baños cuando estés fuera de casa y trata de ir con la mayor frecuencia posible.
Bebe menos
Parece sencillo, pero puede ser todo lo que necesitas para lograr una mejora. Intenta limitar tus líquidos diarios a unos 7 vasos al día. Sin embargo, no quieres deshidratarte. Y el agua la obtienes de los alimentos, como las frutas y las verduras. Así que empieza a reducir la cantidad que bebes y verás cómo te va. Tu médico también puede sugerirte cuánto es suficiente.
Evita los desencadenantes
Fíjate en qué alimentos y bebidas te provocan la necesidad de irte, como los que tienen alcohol y cafeína. Los alimentos picantes, los alimentos muy ácidos, como los cítricos y los zumos, y las bebidas carbonatadas también pueden provocar la necesidad de orinar.
Si ves que tu incontinencia empeora después de tomar alguno de estos alimentos, redúcelos o déjalos.
Alcanza a los demás
Puede ser un reto, pero trata de no dejar que tu condición te deprima. Algunas personas se estresan o se deprimen, sobre todo con la incontinencia de urgencia porque es muy imprevisible. Debes saber que hay muchas opciones de tratamiento que puedes probar por tu cuenta o con la ayuda de un médico.
Habla de lo que pasa con tu pareja y otras personas cercanas. Puede facilitarte la vida si lo saben, y querrán estar a tu lado. Si tú y tus amigos y familiares os centráis en las soluciones, probablemente os sentiréis mejor.
Si te da vergüenza hablar abiertamente, es comprensible. Hay apoyo disponible en Internet. En la National Association for Continence (Asociación Nacional para la Continencia) puedes averiguar cómo han encontrado soluciones las personas que padecen la misma enfermedad. Puedes hacer preguntas en los tablones de anuncios y encontrar médicos especializados en incontinencia.