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Estás trabajando en la cinta de correr, en el Stairmaster o en la bicicleta reclinada, y ocurre el accidente: un poco de incontinencia urinaria. Las pequeñas pérdidas pueden producirse tanto si eres una adolescente como una mujer de 20 años en adelante. A menudo, la incontinencia comienza después del parto o como resultado de lesiones deportivas. Algunos hombres tienen problemas de incontinencia tras una operación de próstata.
"Por desgracia, las personas [con incontinencia] dejan de hacer cosas que les gustan, como los ejercicios aeróbicos de alto impacto", dice el doctor Roger Dmochowski, urólogo y director del Centro de Continencia de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
"El problema es que las pérdidas son variables, no predecibles", dice al médico. "Puedes tener una pequeña cantidad de fugas una vez y una enorme fuga otra. Eso es lo que vuelve loca a la gente".
Su estrategia para manejar la incontinencia
Quédate con el negro.
La ropa de entrenamiento holgada y de color oscuro es la que mejor funciona si tienes incontinencia - especialmente si necesitas usar un absorbente para la incontinencia.
Vigila los líquidos.
Si tienes un problema de incontinencia, no tomes antes ninguna bebida con cafeína (refrescos, café, té). La cafeína actúa como diurético, lo que provoca pérdidas. Sigue siendo importante mantenerse hidratado cuando se hace ejercicio, bebiendo agua.
Olvídate de las comidas picantes.
Los alimentos picantes, como la comida mexicana o china, irritan la vejiga y empeoran el tipo de incontinencia llamado incontinencia de urgencia. Los alimentos muy ácidos, como el zumo de arándanos, el zumo de naranja y otras bebidas cítricas, también provocan irritación y desencadenan problemas de incontinencia. Trata de minimizar esos alimentos, y maximiza las verduras y otros alimentos suaves y ricos en fibra.
Utiliza un tampón.
En el caso de las mujeres, un tampón ejerce presión sobre la uretra, lo que evita las pérdidas, explica la doctora Vani Dandolu, MPH, uroginecóloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple en Filadelfia. "Ayuda sobre todo en la incontinencia de esfuerzo, en la que las fugas se producen con una actividad", dice a la doctora.
Los kegels ayudan.
Los ejercicios para fortalecer el músculo que controla la vejiga, los ejercicios de Kegel, supondrán una gran diferencia en su pequeño problema. Los ejercicios de Kegel ayudan con la incontinencia de esfuerzo de leve a moderada, que suele producirse después de tener hijos. Para hacer los ejercicios de Kegel, contraiga los músculos que utilizaría para detener el flujo de orina. Mantenga la contracción durante tres segundos y luego relájese. Hazlo de ocho a diez veces, al menos tres veces por semana. Si no nota una mejora después de tres o cuatro meses, consulte a su médico para ver si le conviene acudir a un fisioterapeuta para asegurarse de que está haciendo los ejercicios correctamente.
Prueba un pesario.
Si tienes incontinencia de esfuerzo o incontinencia debida a un prolapso uterino, un pesario también puede ayudarte. Se trata de un objeto redondo (de silicona, goma o plástico) que se lleva en la vagina para evitar las pérdidas. "Tengo pacientes que llevan un pesario desde hace 10 o 15 años", dice el doctor Dandolu. "Lo llevan durante el día y se lo quitan por la noche".
Trabaja en la sincronización.
Con la incontinencia de urgencia, el "entrenamiento de la vejiga" puede alargar el tiempo entre las visitas al baño. Planifica las visitas al baño cada dos o cuatro horas, para que sea el reloj el que dicte tus hábitos, no tu vejiga. Esto ayuda a evitar las ganas de ir al baño y las posibles pérdidas.