Cómo afecta la CU a su vida sexual

Si tiene colitis ulcerosa, quizá se pregunte si es posible tener una vida sexual satisfactoria. La respuesta corta es que sí. Hasta la mitad de las mujeres y una cuarta parte de los hombres con enfermedad inflamatoria intestinal (también conocida como EII, que incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn) experimentan algunos problemas sexuales.

Afortunadamente, hay muchas cosas que se pueden hacer para resolver los problemas que afectan a la sexualidad y a la capacidad de intimar con la pareja, dice el doctor David Rubin, codirector del Centro de Enfermedades Digestivas de la Universidad de Medicina de Chicago y principal asesor científico de la Fundación de Investigación sobre Enfermedades Intestinales (GIRF). Esto es lo que puede ayudar.

Comience con su médico

No ignore los problemas y espere a que mejoren. Hable con su equipo de salud, dice Rubin. La mayoría de los médicos especializados en EII creen que el tratamiento de esta enfermedad debe abordar también la salud sexual. Pero solo el 14 por ciento saca el tema del sexo con sus pacientes la mayoría de las veces o todas, según un estudio de 2014 de Rubin y sus colegas.

Y otro 31% sólo lo menciona a veces. Pero eso se debe a que la mayoría de los médicos tienen poco tiempo, no porque no les importe. Es posible que tengas que planteárselo a tu médico, para que sepa que es una prioridad para ti, dice Rubin.

Ten claro cómo afectan tus síntomas a tu capacidad de intimidad. Por ejemplo, si los problemas de urgencia le hacen evitar las relaciones sexuales, su médico puede ajustar su plan de tratamiento. Es importante recordar que sentirse bien no debe ser el único objetivo del tratamiento, dice Rubin. El objetivo es la remisión profunda, dice. Eso te da mucho más control, lo que puede mejorar tu confianza.

Si te preocupa que tu médico no se sienta cómodo o no quiera hablar de sexo, pídele que te remita a una enfermera, a un terapeuta sexual, a un consejero o a un urólogo o ginecólogo que pueda ayudarte.

Planifica con antelación

Poder ser sexualmente espontáneo es importante para la mayoría de las personas con EII. Eso puede ser posible una vez que estés en remisión. Pero si tiene colitis activa o le han operado para extirparle el recto o el colon, el sexo requerirá un poco de planificación.

Ir al baño antes de tener relaciones íntimas puede ayudarle a sentirse más seguro. Aun así, un recto inflamado no da las señales adecuadas, dice Rubin. Si te cuesta saber cuándo necesitas ir al baño o si son sólo gases, puede ser una señal de que tu plan de tratamiento no es del todo eficaz.

Si utilizas una bolsa o una bolsa de ostomía, vacíala justo antes de que planees tener relaciones íntimas. Si te da vergüenza o te estorba, díselo a tu equipo médico, dice la doctora Amanda McClure, cirujana de colon y recto del IHA/Saint Joseph Mercy Health System de Ypsilanti, MI. Pueden discutir otras opciones que pueden ayudar, como usar una bolsa desodorizada o colocarla en una zona diferente.

Planificar con antelación puede parecer un poco deprimente, pero intenta recordar que no es algo exclusivo de la colitis ulcerosa, dice la doctora Jennifer Berman, uróloga especializada en salud sexual femenina. Existen numerosas enfermedades crónicas, por no hablar de otros problemas a los que se enfrentan las personas, que hacen necesaria la planificación anticipada. Haz lo posible por considerar la planificación como algo que ayuda, en lugar de perjudicar, a tu relación.

Intenta no estresarte con el sexo

Cuanto más te estreses por tu deseo sexual y tu rendimiento, menos probable será que te apetezca. Por eso es importante que te des un respiro si notas problemas ocasionales, como estar demasiado cansado para intimar con tu pareja. Eso es normal, sobre todo a medida que envejecemos, dice Berman.

Pero si tu libido es baja de forma constante o tienes problemas como dolor vaginal o disfunción eréctil, díselo a tu médico. Algunos medicamentos para la UC pueden afectar a su deseo sexual y a su capacidad para mantener relaciones sexuales. Una nueva medicación o una ayuda sexual, como un lubricante, puede mejorar la forma en que te sientes y funcionas. Si tienes problemas físicos, como una fístula o un suelo pélvico débil, un especialista puede ayudarte.

Ser abierta con tu pareja también puede aliviar la ansiedad. Si acabas de salir con él o tienes una nueva relación, deberás establecer una relación de confianza antes de contarle tu enfermedad, dice Berman. Pero una vez que se haya comprometido con su pareja, puede ser más fácil ser sincero con respecto a sus necesidades y temores.

Considere también la posibilidad de que su pareja participe en su atención médica, especialmente si va a someterse a una intervención quirúrgica para tratar la CU. Animamos a las parejas a que acudan a las citas y a que hablen abiertamente de esta fase del tratamiento, dice McClure. Esto ayuda a que todos se sientan más cómodos y se preparen para lo que viene después.

Por encima de todo, sé amable contigo mismo. El estrés empeora el dolor, las molestias y los síntomas de la CU, dice Berman. Haz lo posible por no centrarte en lo que no tienes o no puedes hacer. Cuanto antes acepte su situación tal y como es, mejor será su autoestima y su vida sexual.

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