Las vacaciones y otras celebraciones son un momento para relajarse y disfrutar con la familia y los amigos. Muchas veces, también incluyen muchas comidas y bebidas deliciosas.
Para las personas que padecen una enfermedad intestinal inflamatoria como la colitis ulcerosa, los acontecimientos especiales pueden significar problemas digestivos. Ciertos alimentos, combinados con el estrés de las fiestas, son una receta para desencadenar los síntomas. Pero hay formas de manejar todo esto y mantener los brotes de CU bajo control.
Cómo puedo prepararme para una celebración y evitar un brote?
Una de las formas más efectivas de evitar una crisis es averiguar cuáles son los alimentos que desencadenan la enfermedad.
Un dietista titulado puede ayudarle a ello creando un plan de alimentación adaptado a sus necesidades. Por ejemplo, muchas personas con CU tienen problemas para absorber el calcio y la vitamina D. Esto puede provocar un debilitamiento de los huesos. Un nutricionista se asegura de que usted siga recibiendo estos nutrientes esenciales, a la vez que se aleja de los alimentos que le hacen sentirse peor.
Te orientará sobre lo que puedes hacer para tener un intestino más sano. Así, a largo plazo, tu tracto digestivo será más fuerte y resistente, dice Robin Foroutan, dietista integral.
Además, puedes llevar un diario para registrar lo que comes y bebes y cómo te hace sentir. Es posible que descubras que determinados alimentos o bebidas te provocan un brote y los evites en el futuro.
Aunque averiguar cuáles son sus alimentos desencadenantes es clave, ciertos alimentos básicos de las fiestas y eventos son más propensos a empeorar un brote de CU. Cuando llene su plato o haga un brindis, tenga cuidado con:
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Alimentos ricos y grasos
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Alimentos fritos
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Alimentos picantes
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Alimentos con alto contenido en azúcares añadidos
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Alcohol
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Lácteos
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Gluten
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Nueces
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Palomitas de maíz
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Bebidas carbonatadas
Cuál es la relación entre comer en exceso y un brote de CU?
Llevas todo el año esperando el pastel de boniato de tu tía favorita. Y ese relleno parece lo suficientemente bueno para dos raciones. Puede tener la tentación de abusar, especialmente cuando está celebrando. Pero cuando se tiene colitis ulcerosa, comer demasiado y demasiado rápido puede causar problemas en el intestino.
Antes de darse un atracón, piense que su estómago es una batidora. Si se llena demasiado la licuadora, la comida no se mezcla bien y se atasca, dice Foroutan. Si llenas demasiado el estómago y comes más de lo que puede contener cómodamente, no puedes digerir tan bien y eso puede desencadenar los síntomas.
Aquí tienes algunos consejos para evitar comer en exceso:
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Coma comidas pequeñas. Cinco o seis comidas pequeñas al día en lugar de un par de comidas grandes pueden ser más fáciles para su estómago.
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Come despacio. Concéntrate en ir más despacio durante las comidas, masticando muy bien y eligiendo alimentos que sepas que te sientan bien desde el punto de vista digestivo, dice Foroutan. Antes de comer más, espera 20 minutos para ver si sigues teniendo hambre. El cerebro tarda al menos ese tiempo en saber si está lleno.
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Mantén tu horario normal de comidas. Es posible que quieras guardar tu apetito para una comida especial. Pero saltarse las comidas puede provocar una bajada de azúcar en la sangre, lo que le hará sentirse hambriento y más propenso a comer en exceso. Lleva un tentempié si vas a comer más tarde de lo normal.
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Descansa. La pérdida de sueño puede desencadenar antojos de alimentos ricos en azúcar y grasa. Intenta dormir 7 u 8 horas cada noche para calmar estos impulsos.
Qué alimentos debo comer con la CU?
En general, cuando se tiene colitis ulcerosa, ciertos alimentos son más fáciles de descomponer por el organismo y le aportan nutrientes importantes. Entre ellos se encuentran:
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Frutas sin piel y con poca fibra. Las frutas con piel comestible como las peras, los melocotones y las ciruelas pasas pueden ser difíciles de digerir. En su lugar, pruebe con frutas bajas en fibra como los plátanos, el melón cantalupo y el melón dulce.
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Proteínas magras. Limítate al pescado, la carne magra de cerdo y las aves de corral de carne blanca como el pavo y el pollo.
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Granos refinados. Son granos procesados con poca o ninguna fibra dietética. La masa madre, el pan de patata o sin gluten, la pasta blanca y el arroz blanco están hechos de granos refinados.
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Verduras. Busca verduras completamente cocidas, sin semillas y sin piel, como las puntas de espárragos, los pepinos, las patatas y la calabaza. Evita las verduras crucíferas, que incluyen el brócoli, la coliflor, la col, las berzas y la col rizada.
Si eres un invitado en un restaurante o en casa de alguien, habla con tu anfitrión. Es posible que puedan hacer ajustes sencillos en el menú para satisfacer tus necesidades dietéticas. Otra idea es llevar tu propia comida. Así sabrás que es segura y tendrás la garantía de tener algo que comer.