Cómo gestionar la colitis ulcerosa en el trabajo

Cómo gestionar su CU en el trabajo

Medically Reviewed by Neha Pathak, MD on May 16, 2022 1 / 8

Piensa en decírselo a tu jefe

No tiene que decirle a su jefe que tiene colitis ulcerosa (CU), pero puede querer hacerlo si cree que sus síntomas van a repercutir en su trabajo. Si lo hace, no tendrá que preocuparse tanto por cómo ocultar sus síntomas. También es posible que tu jefe pueda hacer pequeños cambios en tu horario o espacio de trabajo que te hagan sentir más tranquilo. Esta charla puede resultar menos incómoda si lleva un folleto que explique la CU o pide a un compañero de trabajo que le acompañe.

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Vigila lo que comes (y bebes)

Los alimentos ricos en fibra, como las palomitas de maíz, los frutos secos y las verduras crudas sin pelar, pueden empeorar los síntomas de la CU. También lo puede hacer el hecho de comer demasiado a la vez. Cuando pueda, intente comer cinco o seis pequeños tentempiés a lo largo de su jornada laboral en lugar de tres grandes comidas. Bebe mucha agua para mantenerte hidratado, pero evita las bebidas gaseosas, que pueden provocar gases, y el café, que empeorará cualquier diarrea que tengas.

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Prepárate para el éxito

Si vas al baño con frecuencia, piensa en trasladarte a un escritorio u oficina que esté cerca de uno. Esto podría ayudarte a sentirte menos cohibido. También puede pensar en cambiar su horario a una hora del día en la que haya menos gente en su oficina o en la que usted tienda a tener menos síntomas. Si su jefe sabe que usted tiene CU, una ley llamada Ley de Estadounidenses con Discapacidades significa que sus peticiones de este tipo deben ser atendidas.

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Toma los medicamentos cuando los necesites

Lo más probable es que ya tome al menos un medicamento diario para controlar su CU. Aun así, es posible que quieras tener remedios de venta libre en tu escritorio o taquilla por si un brote te pilla por sorpresa. Los medicamentos contra la diarrea y los analgésicos son buenas opciones. Consulta primero con tu médico qué tipos son los más adecuados para ti y con qué frecuencia puedes tomarlos sin peligro. Algunos medicamentos de venta libre pueden empeorar los síntomas o causar otros problemas de salud.

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Protege tu carrera

Los brotes, las visitas al médico y los procedimientos médicos hacen que sea probable que necesites una baja laboral. Si no tienes suficiente licencia por enfermedad, puedes consultar la Ley de Licencias Médicas y Familiares (FMLA), que te permite disfrutar de hasta 12 semanas de licencia no remunerada. Pero no espere a estar enfermo. Solicite la FMLA al principio de cada año. Puede que no utilices todo el tiempo, pero planificar las ausencias puede ayudarte a mantener tu trabajo.

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Controla tu estrés

El estrés no causa la CU, pero puede empeorar sus síntomas. Busca formas de mantener tus preocupaciones a raya. Puede intentar aprender a relajarse mediante el tai chi, las imágenes guiadas, el yoga o la meditación. A algunas personas les ayuda unirse a un grupo de apoyo para poder hablar con otras personas que viven con la CU. El ejercicio regular también puede ayudarte a manejar mejor el estrés. Si aún no tienes una rutina de ejercicios que te guste, habla con tu médico sobre cómo empezar.

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Esté preparado para una emergencia

En un mundo ideal, los síntomas no se manifiestan con frecuencia y sólo cuando está en casa. En la vida real, puede que no sea así. Así que guarda una muda de ropa en tu escritorio o taquilla. Si tienes una ostomía, es posible que también quieras guardar suministros adicionales para ella. Aunque no le hayas hablado a tu jefe de tu CU, cuéntaselo a uno o dos compañeros de trabajo en los que confíes. Pueden ayudarte y apoyarte cuando más lo necesites.

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Toma un poco de aire fresco

Las toxinas del aire pueden empeorar tus síntomas de CU. Cuando inhalas un contaminante, éste entra en tus pulmones. Las partículas pequeñas pueden llegar al torrente sanguíneo y causar más inflamación en el cuerpo. Mantenga las rejillas de ventilación de su oficina abiertas y desatascadas. Asegúrate de cambiar a menudo los filtros de los aparatos de aire acondicionado y calefacción de ventana, ya que ayudan a atrapar las toxinas.

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