Una de las claves para manejar su colitis ulcerosa (CU) es una sólida colaboración con su equipo médico.
Es una enfermedad larga y complicada. Sus síntomas se agudizarán y luego disminuirán. Le conviene mantenerse en contacto con su médico para que le ayude a controlarla.
¿Cómo estás?
Una buena comunicación ayuda mucho. Así que sé abierto sobre tus síntomas y preocupaciones. No digas que estás bien o que estás bien si no lo estás. Y si tienes brotes, coméntalo. Si mantienes a tu médico informado, es más probable que disfrutes de períodos más largos sin brotes.
La mayoría de las personas con CU necesitan tomar medicamentos que combaten la inflamación del tracto digestivo, reducen el sistema inmunitario o ambas cosas.
Cuando se producen brotes, es posible que su médico deba cambiar las dosis de su tratamiento. Los síntomas pueden empeorar si no tomas tus medicamentos a tiempo o si dejas de tomarlos. Informe a su médico de todo lo que toma, incluidos los medicamentos de venta libre, por si son desencadenantes.
Un problema como una infección también podría suponer un problema. Informe a su médico de cualquier cosa que ocurra con su salud, incluso si no parece estar relacionada con la CU.
Planifica con tu médico cuándo y cómo te pondrás en contacto con él cuando tengas un brote o una emergencia. Esto puede ser tan sencillo como hacer algunas preguntas:
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Qué debe hacer si nota un brote grave de los síntomas?
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Qué síntomas se consideran una emergencia?
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Debe ponerse en contacto con su médico en caso de emergencia?
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Si es así, ¿cuál es la mejor forma de contactar con ellos?
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Qué debe hacer si no puede ponerse en contacto?
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Si no puede ver al médico de inmediato, ¿qué debe hacer?
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Hay opciones de venta libre que puedan ayudar?
Anótelo
Lleva un diario con toda la información relacionada con tu salud para poder llevarla a la próxima visita con tu médico. Querrán saber qué alimentos has estado comiendo y cualquier desencadenante de brotes que hayas notado.
No sólo puede ayudarte a crear una lista de "come esto, no aquello", sino que también puede ayudar a tu médico a saber si estás recibiendo la nutrición que necesitas.
También ayuda a hacer un seguimiento de la frecuencia con la que vas al baño, la cantidad que sale y la cantidad de sangre que puedes perder. Toma notas que puedas entender como: "¿Son 100 chorros pequeños al día o 10 chorros de gran volumen?".
Observa el aspecto de la sangre. ¿Es acuosa o tiene coágulos? Anota lo que ves. También puedes preguntar a tu médico si tienes que llevar muestras de heces a tu revisión.
Su médico también querrá saber su peso. Si estás teniendo un brote o un ataque de diarrea, es posible que quieras pesarte más de una vez al día. Si notas un descenso en tu peso durante esos momentos, eso podría significar que estás deshidratado, lo cual es arriesgado para tu salud. Incluso cuando los síntomas estén controlados, es conveniente que vigiles tu peso en general porque la CU dificulta la absorción de los nutrientes de los alimentos que comes.
Además, presta mucha atención a tu orina. ¿Es más oscura que antes? ¿O no orina tanto como normalmente? Esos son otros síntomas de deshidratación.
Asegúrate de hacer un seguimiento de tu salud en los días buenos y en los malos.
Considere la posibilidad de un ensayo clínico
Si quiere implicarse personalmente en la investigación de la CU, puede preguntar a su médico si hay ensayos clínicos que pueda considerar. Estos estudios prueban nuevos medicamentos para ver si son seguros y si funcionan. Suelen ser una forma de probar nuevos medicamentos que no están disponibles para todo el mundo. Su médico puede explicarle en qué consisten y si uno de estos ensayos puede ser adecuado para usted.