Cómo hablar con tus padres para pedir ayuda si crees que la necesitas
Artículo del doctor del Child Mind Institute Por Rachel Ehmke De los archivos del doctor
Escuchamos a muchos adolescentes que dicen que necesitan ayuda con un problema emocional o de salud mental, pero no están seguros de cómo decírselo a sus padres, o tienen miedo de sacar el tema.
Es comprensible: decir a los padres que te enfrentas a algo que te parece muy grande, como la ansiedad o la depresión, puede ser difícil. Puede que ya sientas que están enfadados o decepcionados contigo.
Pero los padres casi siempre son más comprensivos y menos críticos de lo que imaginas. Sin embargo, primero tienes que hacerles saber cómo te sientes. Aquí tienes algunos consejos para que hablar de ello sea un poco más fácil.
1. Es como si tuvieras dificultades en matemáticas", dice el psicólogo del Child Mind Institute Jerry Bubrick. "Acudes a tus padres y les dices: 'Escucha, tengo muchas dificultades con las matemáticas y necesito ayuda extra. ¿Podéis ayudarme a conseguir esa ayuda?". Ten en cuenta que los expertos dicen que las personas que tienen éxito en la vida no son las que no tienen problemas, sino las que son buenas para conseguir ayuda y recuperarse de la adversidad.
2. Escoge un momento discreto. "No los sientes en plan: 'Oye, acabo de matar a alguien'", aconseja el doctor Bubrick. Es más fácil hablar cuando todos se sienten cómodos. Pero no querrás competir por su atención con otras cosas o con tus hermanos.
3. Explica cómo te sientes... Di qué problemas tienes y cómo te afectan. Por ejemplo: "Me estoy dando cuenta de que me cuesta mucho participar en clase. Incluso si sólo estamos leyendo en voz alta, me aterra que el profesor me llame la atención. Me pongo muy ansioso y no puedo concentrarme. A veces me siento tan ansioso que digo que estoy enfermo para poder quedarme en casa sin ir a la escuela".
O tal vez: "Estos días no me siento yo mismo. Estoy cansado todo el tiempo y no quiero hacer cosas después de la escuela. Me siento triste todo el tiempoNo me siento bien".
4. Di que quieres ayuda. No te enredes tratando de analizar o explicar por qué te sientes así. Simplemente di: "Quiero ver a alguien que pueda ayudarme. Quiero aprender algunas estrategias para empezar a sentirme mejor". Si te dicen que lo que describes parece normal -todo el mundo se pone nervioso o se deprime a veces-, hazles saber que estás seguro de que esto es más serio que eso. La forma en que te sientes te está haciendo infeliz y te impide hacer las cosas que quieres hacer.
5. Si lo necesitas, inténtalo de nuevo... "No siempre es un buen momento para que los padres hablen", dice la psicóloga del Child Mind Institute Rachel Busman. "Si sientes que tus padres te han dejado de lado antes, intenta preguntarles de nuevo". A veces los padres tardan un poco en captar el mensaje. Pero la Dra. Busman recomienda reservar un tiempo para hablar. Di: "Hay algo de lo que quiero hablar contigo, y es importante. ¿Cuándo vas a estar libre para hablar?".
El Dr. Busman dice que acudir a otro adulto de confianza también puede ser útil. Una tía o un tío pueden ayudarte a hablar con tus padres sobre cómo te sientes. Un adulto de confianza en la escuela, como un profesor o un psicólogo escolar, también es una opción. "Aunque tengas problemas en la escuela, alguien allí querrá ayudarte", dice el Dr. Busman. "Su trabajo es ayudarte a sentirte exitoso".
6. No esperes... Cuanto antes pidas ayuda, antes empezarás a sentirte mejor, así que no pospongas la conversación. Después te sentirás orgulloso de ti mismo, y sentirte menos solo puede ser un gran alivio.
Publicado originalmente el 29 de febrero de 2016
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