A veces, una relación insana o abusiva es bastante fácil de detectar. Considere este ejemplo:
Los padres de Tina estaban viendo la televisión cuando Tina (nombre ficticio) irrumpió en la puerta principal sin cerrarla y corrió hacia su dormitorio. Sus padres fueron a la habitación de Tina para investigar. Al acercarse a la habitación de su hija, pudieron oírla llorar histéricamente. Preguntaron si podían entrar. Tina dijo que sí.
Una vez en el dormitorio, Tina se giró para mirarles y vieron una marca roja brillante en un lado de su cara.
"Me ha abofeteado... Brad me golpeó", gritó Tina. "Estábamos sentados en su coche fuera de nuestra casa hablando, y nos metimos en una discusión sobre sus amigos. No me gusta juntarme con algunos de ellos. Bueno, Brad se enfadó tanto que me dio una bofetada. Le he visto perder los nervios antes, pero nunca pensé que fuera así".
Los padres de Tina temían por su hija y sabían que tenían una situación extremadamente grave entre manos.
Señales de advertencia de una relación insana o abusiva
La situación de Tina es mucho más común de lo que se puede imaginar. Una encuesta del Departamento de Justicia de los Estados Unidos mostró los siguientes datos reveladores:
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1 de cada 3 adolescentes ha sufrido violencia en una relación de pareja.
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Entre el 50% y el 80% de los adolescentes han declarado conocer a otros que estaban involucrados en relaciones violentas.
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El 15% de las chicas y chicos adolescentes han declarado haber sido víctimas de violencia grave en el noviazgo (definida como ser golpeado, tirado al suelo o atacado con un arma).
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El 8% de los adolescentes de octavo y noveno grado han declarado haber sido víctimas de violencia sexual en el noviazgo.
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Las mujeres jóvenes, de entre 16 y 24 años, experimentan los mayores índices de violencia en las relaciones.
Según una encuesta de 2014 de los Centros de Control de Enfermedades:
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Aproximadamente el 9% de los estudiantes de secundaria afirman haber sido golpeados, abofeteados o heridos físicamente a propósito por un novio o novia en los 12 meses anteriores a la encuesta.
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Entre las víctimas adultas de violación, violencia física y/o acoso por parte de una pareja íntima, el 22% de las mujeres y el 15% de los hombres experimentaron por primera vez alguna forma de violencia de pareja entre los 11 y los 17 años.
Aunque todas estas situaciones son graves y requieren medidas drásticas, una relación no tiene que implicar violencia física para ser insana. Aquí hay algunas señales de advertencia adicionales que su relación está en problemas:
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Comportamientos controladores, como no dejarte salir con tus amigos, decirte lo que tienes que vestir, tener que estar contigo todo el tiempo o llamarte o enviarte mensajes de texto con frecuencia para "saber cómo estás".
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Abuso verbal y emocional que implica insultarte, celos, cortarte y amenazarte con hacerte daño a ti o a un miembro de la familia si no haces lo que ellos quieren.
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Abuso sexual que incluye tocamientos y besos no deseados, forzarte a tener relaciones sexuales u obligarte a hacer otras cosas sexuales.
Qué pasa si estoy en una relación insana o abusiva?
Algunos adolescentes involucrados en relaciones insanas o abusivas piensan que es su culpa. Pueden sentirse impotentes para detener el abuso, o sentirse amenazados o humillados. Debes entender que nada de lo que digas o hagas da derecho a nadie a abusar de ti, intimidarte o hacerte daño.
Confía en tus instintos. Si hay algo que te parece incómodo o incorrecto en la relación, entonces no es saludable. Debes terminar la relación, aunque sea difícil dejar a alguien que te importa. Y como puede ser difícil dejarlo, necesitarás ayuda. Estos son algunos consejos para terminar una relación insana o abusiva:
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Busca ayuda inmediatamente.
No te guardes tus preocupaciones para ti.
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Rompe el silencio.
Habla con alguien de confianza, como uno de tus padres, un profesor o un consejero o enfermera del colegio. Cuéntales lo que la otra persona te ha hecho y cómo te trata.
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La ley obliga a ciertos adultos (profesores, consejeros, médicos, trabajadores sociales y entrenadores o responsables de actividades sociales) a denunciar la negligencia o el maltrato a la policía o a los servicios de protección del gobierno. Si quieres hablar con un adulto de forma anónima, llama a una línea de ayuda en caso de crisis en tu zona o llama a la línea de ayuda del Centro Nacional para Víctimas del Crimen al 1-800-FYI-CALL.
Protégete de las relaciones insanas o abusivas
Aunque los adolescentes pueden encontrarse en una relación insana o abusiva sin tener la culpa, es importante evitar que estas relaciones se conviertan en un patrón. Prueba estas sugerencias para asegurarte de que todas tus relaciones sean saludables y beneficiosas:
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Construye una imagen saludable de ti mismo.
Los adolescentes con una alta autoestima y una imagen positiva de sí mismos son menos propensos a involucrarse en relaciones insanas o abusivas. Trabaja en tener confianza, satisfacción y seguridad en ti mismo.
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No dejes que una relación se convierta en una carga.
De nuevo, confía en tu instinto. Si sientes que una relación es demasiado intensa o agobiante, o que la otra persona necesita demasiado de ti, aléjate de la relación o rompe con ella.
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Confía en tu sistema de apoyo.
Ten una relación estrecha con tu sistema de apoyo (familia, terapeutas, profesores, entrenadores, médicos, etc) que te ayude en todas tus relaciones.
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Estar informado.
Aprende todo lo que puedas sobre el abuso, la violencia en el noviazgo y las relaciones sanas, para poder ayudarte a ti mismo... y a otros, como amigos y hermanos menores.
Las relaciones son una parte importante de la vida, y deben ser especiales y divertidas. Conoce las señales de advertencia de una relación insana o abusiva. Evita cualquier relación que no se sienta bien. Y lo más importante, aprende a sentirte bien contigo mismo para aumentar las posibilidades de tener relaciones positivas y saludables.
