El kratom es un árbol que crece de forma natural en Tailandia, Malasia, Indonesia y Papúa Nueva Guinea. Sus hojas se han utilizado tradicionalmente como medicina, pero ahora también se usan como droga recreativa.
Los médicos creen que algunas sustancias del kratom se adhieren a las mismas partes de las células nerviosas que los analgésicos opiáceos y crean un efecto similar en el cerebro. Pero no se han realizado muchos estudios detallados sobre cómo funciona o por qué.
Los médicos advierten que puede tener efectos secundarios graves y que podría ser adictivo. Por ello, varios estados han prohibido los productos de kratom, y se considera una sustancia controlada en Tailandia, Malasia, Australia y algunos países europeos. En 2016, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) propuso prohibir el kratom a nivel federal, pero abandonaron esa propuesta para dar a los científicos más tiempo para estudiarlo.
Cómo se utiliza el kratom?
Tradicionalmente, las hojas de kratom se masticaban, se preparaban en forma de té o se utilizaban en la cocina. Hoy en día se muele en pastillas, o se tritura y se fuma como el tabaco o la marihuana.
Sus efectos varían en función de la dosis. En dosis bajas, es un estimulante que te hace sentir con más energía. En dosis altas, puede provocar sueño o un estado de ensoñación.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
Los más comunes son las náuseas y el estreñimiento, pero otros incluyen:
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Temblores musculares
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Picazón
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Sudoración
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Mareos
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Sequedad en la boca
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Convulsiones
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Alucinaciones
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Daños en el hígado
El kratom es adictivo?
Algunas personas que lo usaban regularmente dijeron que tenían problemas de dolor, problemas para dormir, diarrea y fiebres cuando dejaban de usarlo. Algunos dijeron que se sentían nerviosos, tensos, enfadados o tristes cuando no tomaban kratom.
¿Es seguro?
La FDA dice que no hay usos aprobados por la FDA para el kratom y que tiene serias preocupaciones al respecto. Se necesita más investigación para averiguar si es seguro o si tiene algún valor médico.
En los últimos años, la agencia ha tomado medidas contra las empresas que venden kratom como tratamiento para el síndrome de abstinencia de los opiáceos y otras afecciones. También advierte que algunos productos de kratom pueden estar contaminados con bacterias dañinas como la salmonela.
La agencia también ha informado de al menos 44 muertes entre personas que consumieron kratom, aunque muchas de ellas tomaron otras drogas junto con él o utilizaron kratom que estaba contaminado con otras sustancias.