Recuperación de un ictus: Lo que puede ayudar

Rango de recuperación

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El objetivo es recuperar la mayor independencia posible. Cada persona es diferente, al igual que cada ictus. Muchas personas recuperan una parte o la totalidad de su capacidad para cuidar de sí mismas. Los que reciben fármacos anticoagulantes lo suficientemente pronto después del ictus pueden recuperarse por completo. Y las personas cuyas capacidades se han visto modificadas por un ictus pueden aprender a adaptarse mediante terapias que les ayuden con el movimiento, las tareas cotidianas y la comunicación.

Problemas comunes

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El hecho de que un ictus cause efectos a largo plazo depende de su gravedad, de la zona del cerebro en la que se haya producido y de la rapidez con la que se haya tratado. Después de un ictus, muchas personas tienen problemas físicos como entumecimiento de brazos o piernas y problemas para caminar, ver, tragar, hablar o entender. Estos problemas pueden ser permanentes, pero no siempre. La rehabilitación es fundamental para recuperar las habilidades perdidas y adaptarse a los daños que no pueden deshacerse.

PT y OT

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La debilidad muscular, así como los problemas de equilibrio, son muy comunes después de un accidente cerebrovascular. Esto puede afectar a la marcha y a otras actividades cotidianas. La fisioterapia (PT) le ayuda a recuperar la fuerza, el equilibrio y la coordinación. Para las habilidades motoras finas, como usar un cuchillo y un tenedor, escribir y abotonar una camisa, la terapia ocupacional (TO) puede ayudar.

Terapia del lenguaje

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Algunas personas tienen problemas para hablar después de un ictus. Para ellas, la logopedia es fundamental para recuperar la mayor parte posible de esa capacidad. Un... logopeda también puede ayudar si alguien tiene problemas para tragar.

Terapia de conversación

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Muchos supervivientes de accidentes cerebrovasculares y sus seres queridos sienten emociones difíciles, como la ansiedad y la tristeza. No tienes que lidiar con eso solo, especialmente si empieza a afectar a tu vida diaria. Un psicólogo o consejero de salud mental puede ayudarle a gestionar estas emociones y a estar atento a los signos de depresión, que es común después de un ictus, y puede tratarse.

Cómo prevenir otro ictus

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Después de un ictus o AIT, evitar otro es una prioridad absoluta. Aunque su riesgo es mayor que el de alguien que nunca ha tenido un ictus, ese riesgo disminuye con el tiempo, y hay cosas que ayudan a reducirlo. La medicación, los hábitos más saludables y, en el caso de algunas personas, la cirugía pueden formar parte de las recomendaciones de los médicos.

Medicamentos

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Después de un ictus, si tiene afecciones como hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, fibrilación auricular o enfermedad cardíaca, su médico le recetará medicamentos para tratarlas. Las personas con alto riesgo pueden necesitar tomar medicamentos antiplaquetarios, como la aspirina, para ayudar a prevenir los coágulos de sangre. Algunas personas pueden necesitar medicamentos anticoagulantes, como la warfarina.

Qué comprobar

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Tomar la medicación es clave. Pero también lo son estas cosas:

  • Hacer ejercicio. Si tienes el permiso de tu médico, añade poco a poco más tiempo de actividad a tu día. Y reduzca el tiempo que pasa sentado.

  • Peso. Pregunte a su médico qué hábitos le ayudarán a estar más sano con cualquier talla, y discuta si la pérdida de peso forma parte de ello.

  • Tabaco. Si fumas, haz una prioridad para dejar de fumar.

Una dieta más saludable también es una parte importante para reducir el riesgo.

Cambios en la alimentación

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Coma más verduras, frutas, cereales integrales, pescado, frutos secos y productos lácteos bajos en grasa. Reduzca las grasas saturadas (que se encuentran principalmente en los productos animales, pero también en los aceites de coco y de palma), la sal y el azúcar añadido.

Dieta MIND

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Es como un cruce entre la dieta mediterránea tradicional y la dieta DASH, e incluye verduras, bayas, pescado, judías, frutos secos, cereales integrales, aves de corral, aceite de oliva y un poco de vino tinto. Comer de esta manera puede ayudar a ralentizar el deterioro de las habilidades mentales tras un ictus, según un estudio realizado con 106 supervivientes de ictus.

Cirugía de la arteria carótida

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Algunos accidentes cerebrovasculares se deben al estrechamiento de las arterias carótidas, que se encuentran a ambos lados del cuello y llevan la sangre al cerebro. Las personas que han sufrido un ictus leve o un AIT por este motivo pueden ser candidatas a una endarterectomía carotídea. El cirujano elimina la placa del revestimiento de las arterias carótidas. Pregunte a su médico sobre los riesgos, los beneficios y la recuperación, que puede durar varias semanas.

Balón y stent

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A veces los médicos pueden tratar una arteria carótida obstruida sin necesidad de una cirugía mayor. Un procedimiento llamado angioplastia consiste en guiar un catéter hasta la arteria carótida e inflar un pequeño globo para ensanchar la zona estrechada. Se puede insertar un tubo metálico, llamado stent, y dejarlo en su sitio para mantener la arteria abierta. Es probable que permanezca una noche en el hospital y que vuelva a sus actividades habituales en unos días.

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