Consejos para controlar el estrés del cuidador

Puedes aliviar el estrés con unas cuantas técnicas sencillas que no requieren mucho tiempo. Prueba estos métodos para rebajar la tensión.

Relajación de dos minutos.

Cambia tus pensamientos a ti mismo y a tu respiración. Respira profundamente varias veces y exhala lentamente.

A continuación, haz un escaneo mental de tu cuerpo para encontrar qué zonas se sienten tensas o acalambradas. Afloja rápidamente esas zonas. Suelta toda la tensión que puedas.

Gire la cabeza con un movimiento circular suave una o dos veces (detenga cualquier movimiento que le cause dolor). Deje que todos los músculos se relajen por completo. Recuerde un pensamiento agradable durante unos segundos. Vuelva a respirar profundamente y exhale lentamente. Debería sentirse relajado.

Relajación de la mente.

Cierra los ojos. Respira normalmente por la nariz. Al exhalar, dígase en silencio la palabra "uno", una palabra corta como "pacífico" o una frase corta como "me siento tranquilo".

Continúe durante 10 minutos. Si tu mente divaga, recuérdate suavemente que debes pensar en tu respiración y en la palabra o frase elegida. Deja que tu respiración se vuelva lenta y constante.

Relajación con respiración profunda.

Imagina un punto justo debajo de tu ombligo. Respira en ese punto y llena tu vientre de aire.

Deja que el aire te llene desde el vientre hacia arriba, y luego suéltalo, como si desinflaras un globo. Con cada exhalación larga y lenta, deberías sentirte más relajado.

Imaginería guiada.

Es una forma de dejar que tus pensamientos te lleven a un estado mental relajado. Utilizas tu imaginación para construir imágenes tranquilas en tu mente. Por ejemplo, puedes reflexionar sobre todos los detalles que forman parte de un lugar confortable, como una playa o un jardín.

Biorretroalimentación.

Es un método que te enseña a realizar cambios en tu cuerpo que te permitan relajarte. Tendrás que hacerlo con un profesional especializado en esta técnica.

Durante una sesión de biorretroalimentación, te conectarán a unos electrodos que miden aspectos como la presión arterial, el ritmo cardíaco o la tensión muscular. Con la ayuda del terapeuta, aprenderás a controlar algunas de estas cosas para poder relajarte.

Cambios en el comportamiento.

Puedes manejar las situaciones difíciles y el estrés cambiando algunos de tus patrones de pensamiento y hábitos.

Por ejemplo, puedes hacer cambios como:

  • Comparte tus expectativas con los demás.

  • Sea más asertivo.

  • Haz más ejercicio.

  • Coma alimentos más saludables.

  • Centrarse en las relaciones positivas.

  • Comparta sus sentimientos.

  • Escuchar a los demás.

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