Bienestar en el lugar de trabajo

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Los problemas de salud como el TDAH, la adicción, la depresión, el trastorno de ansiedad y los problemas de sueño pueden suponer un peaje asombroso para el presupuesto de las empresas.

En Estados Unidos, donde la depresión afecta a casi una de cada diez personas, el coste estimado de esta discapacidad en días de trabajo perdidos, gastos médicos y muerte prematura es de 43.000 millones de dólares al año, informa la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).

Si a esto le sumamos los problemas relacionados con el estrés, el coste para las empresas puede ascender a 80.000 millones de dólares, afirma el consultor ejecutivo John Weaver.

A pesar de todos estos problemas, muchas empresas recortan sus prestaciones de salud mental.

Las empresas "ven que sus primas de salud aumentan, y se molestan por ello, e intentan encontrar formas de recortarlas", dice Weaver. "Un lugar fácil para recortar son las prestaciones de salud mental, porque nadie va a quejarse y decir 'las necesito', porque tienen miedo de lo que va a pasar".

De hecho, el estigma asociado a las condiciones de salud mental puede impedir que los problemas relacionados con la enfermedad se aborden plenamente en el lugar de trabajo.

Para complicar las cosas, hay muchos problemas que pueden afectar a la productividad, y no es raro que los individuos experimenten muchos de ellos al mismo tiempo.

"La gente de verdad suele tener más de un problema", dice Weaver, señalando lo común que es que los empleados estén simultáneamente deprimidos y ansiosos, o que tengan un problema de adicción y TDAH.

Sin embargo, Weaver recuerda a las empresas y a los empleados que la forma más cara de abordar el asunto es confiar únicamente en el tratamiento de las cuestiones una vez que se han convertido en un problema.

Acudir a un profesional de la salud mental o acceder a los recursos del EAP son formas muy eficaces de tratar la preocupación, dice, pero esos recursos son caros porque implican a personas altamente capacitadas que trabajan de forma individual.

Para ayudar a frenar el coste de los distintos problemas de salud, Weaver recomienda que las empresas establezcan intervenciones tempranas, como programas de bienestar, jornadas de concienciación sobre la depresión/ansiedad, exámenes de salud mental y pruebas de drogas.

"Si las empresas intervienen de forma eficaz, educan, examinan y hacen cosas de este tipo, por cada dólar que gasten, ahorrarán entre 2,50 y 5 dólares en costes de tratamiento por persona", dice Weaver. Y no sólo eso, dice que la productividad tiende a aumentar como resultado.

También podría ayudar a los empleados a aprovechar esos programas y a buscar ayuda para sí mismos, incluso cuando esos recursos no están disponibles en el trabajo.

Si tu situación laboral se vuelve insoportable hasta el punto de la desesperación, también podría ayudarte tomar nota de los testimonios de este artículo. No estás solo.

Hay personas que han experimentado problemas similares a los suyos y, con un poco de fe, esperanza y ayuda externa, muchos de ellos han podido superar sus problemas.

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