Si usted consume tabaco, sabe que puede ser un reto dejarlo. Años de experimentar las buenas sensaciones temporales que produce el tabaco probablemente han entrenado a su cerebro para desearlo aún más.
Sin embargo, hay muchas buenas razones para explorar la posibilidad de dejar de fumar. Se ha demostrado que el consumo de tabaco acorta la esperanza de vida. También puede tener una serie de efectos en su salud mental.
Efectos del tabaco en su salud mental
Fumar tabaco puede afectar a tu salud mental. El grado de afectación depende de la cantidad y la frecuencia con la que fumes. Algunos posibles efectos pueden ser:
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Adicción
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Estrés
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Depresión
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Esquizofrenia
Adicción. Cuando una persona fuma tabaco, la nicotina llega al cerebro en 10 segundos. Para algunas personas, la nicotina mejora el estado de ánimo y ayuda a la relajación. Sin embargo, el consumo regular puede llevar a la adicción.
Las dosis regulares de tabaco pueden provocar cambios en el cerebro. Cuando el suministro de nicotina disminuye, se producen síntomas de abstinencia. Esto aumenta el hábito. La mayoría de los fumadores se vuelven dependientes debido a este ciclo.
El estrés. Aunque algunas personas fuman para reducir el estrés, las investigaciones demuestran que, en realidad, fumar aumenta la tensión. El tabaco puede proporcionar una sensación inmediata de relajación, haciéndole creer que reduce la ansiedad.
Sin embargo, esta sensación de relajación es temporal. Puede hacer que desarrolle un mayor deseo de fumar y que empiece a experimentar los desagradables síntomas de abstinencia. Fumar puede reducir los síntomas de abstinencia, pero no reduce la ansiedad.
Depresión. Una persona con depresión tiene el doble de probabilidades de fumar que alguien que no sufre depresión. Sin embargo, es importante señalar que muchas personas comienzan a fumar sin mostrar signos de depresión.
El tabaco provoca la liberación de una sustancia química C dopamina C en el cerebro. La dopamina desencadena sentimientos positivos. Las personas con depresión suelen tener niveles bajos de dopamina, por lo que pueden consumir tabaco para experimentar placer.
A largo plazo, el hecho de fumar fomentará que el cerebro reduzca su propia producción de dopamina. Esta reducción acabará provocando el deseo de fumar más.
Si sufre una depresión, busque apoyo cuando empiece a dejar de fumar. Los síntomas de abstinencia pueden afectarle más, y no tiene por qué pasar por ello solo.
Esquizofrenia. Las personas con esquizofrenia son tres veces más propensas a fumar que las que no la padecen. También es más probable que fumen mucho. Esto se debe a que fumar puede parecer que controla algunos de los síntomas relacionados con la enfermedad o los efectos secundarios de la medicación utilizada en el tratamiento. Las investigaciones también muestran que fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia.
Consejos para dejar de consumir tabaco
Hay algunas cosas que debe tener en cuenta cuando esté preparado para dejar de fumar. Es más probable que tenga éxito si tiene un plan y apoyo. Si está atravesando una crisis o experimentando cambios significativos en su vida, esto será aún más importante.
Si está tomando medicamentos como antidepresivos o antipsicóticos, hable con su médico antes de dejar de fumar.
Los siguientes consejos pueden ayudarle en sus esfuerzos por dejar de fumar:
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Prepárese para el cambio: Intente pensar en su relación con el tabaquismo. Escriba lo que conseguiría al dejar de fumar. Algunas razones para dejar de fumar pueden ser una mejor salud física, un aliento fresco, una mejor concentración y más dinero para gastar en otras cosas.
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Consiga el apoyo de la familia y los amigos: Dejar de fumar puede ser más fácil con el apoyo de amigos y familiares. Si vive entre fumadores, intente convencerlos de que dejen de fumar con usted. Si otros miembros de la familia fuman, pídales que no fumen cerca de usted. También puedes pedirles que guarden sus cigarrillos o accesorios para fumar donde no puedas verlos.
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Busque otra forma de lidiar con el estrés: Si fuma tabaco para reducir el estrés, intente encontrar otras formas de afrontarlo. Los ejercicios de respiración, la meditación, el ejercicio regular y una dieta equilibrada pueden ayudar. Hablar con un amigo, un familiar o un líder espiritual que le apoye también puede ayudar a reducir el consumo de tabaco.
Intente volver a dejar de fumar aunque tenga un desliz: Muchas personas que dejan de fumar, en algún momento tendrán una recaída. No se desanime de volver a hacer un esfuerzo. Aproveche la oportunidad para revisar lo que pudo haber salido mal. Estúdiate a ti mismo y averigua qué es lo que te ayudará a dejar de fumar definitivamente en el futuro.
En conclusión
Aunque parezca que fumar reduce los sentimientos de estrés o depresión, en realidad empeora las cosas a largo plazo.
Habla con tu médico sobre cualquier dificultad de salud mental. Busca personas que te apoyen. No pasa nada por tener un desliz, pero no dejes que eso te haga retroceder.