Si fuma, probablemente sus amigos y familiares le han pedido que lo deje. Y es probable que usted también quiera dejar el hábito.
Ya sabe que estará más sano si no fuma. Reduciría sus posibilidades de padecer muchos cánceres, enfermedades cardíacas y otros problemas graves.
Pero es difícil hacer ese cambio. Hay muchas razones, desde la adicción a la nicotina hasta las rutinas diarias que siempre haces con un cigarrillo.
Así que si necesitas una motivación extra, añade a tu lista estas razones más pequeñas, pero igualmente importantes.
1. Por tu cartera
Todo el dinero que gastas en cigarrillos se convierte en humo. Piensa en lo que podrías hacer con él si volviera a tu cuenta bancaria.
¿El total? Depende de tus hábitos. Según algunas estimaciones, si fuma un paquete al día, podría gastar 100.000 dólares o más en cigarrillos y encendedores. Además, con el paso de los años, es probable que los gastos de salud sean mayores debido a las afecciones causadas por el tabaquismo.
Cuando dejas de fumar, tu presupuesto tiene un respiro.
2. Para oler mejor
Si deja de fumar, usted (y su casa, su ropa y su coche) dejarán de tener ese olor a cenicero. Tu propio sentido del olfato también se vería reforzado.
Fumar embota los sentidos, especialmente el olfato y el gusto.
Algunos fumadores se dan cuenta de que los alimentos ya no tienen el mismo sabor que antes. Pero como no ocurre de golpe, puede ser difícil darse cuenta. Dejar de fumar lo soluciona.
3. Piel más suave
Los cambios en la piel, como la textura correosa y las arrugas profundas, son más probables en las personas que son fumadoras habituales.
Fumar provoca cambios bioquímicos en el cuerpo que aceleran el proceso de envejecimiento.
Otro clásico de los fumadores es que las manos y la piel se manchan de alquitrán al sostener los cigarrillos. Además, las acciones musculares que utilizas para inhalar conducen a las clásicas arrugas del fumador alrededor de la boca.
4. Una mejor vida social
Si se siente avergonzado por el hecho de fumar, es posible que se retraiga socialmente.
Además, si está saliendo con alguien, probablemente se haya dado cuenta de que fumar es algo que desanima a mucha gente, lo que limita sus opciones románticas.
En el caso de los hombres, también supone una gran diferencia en el dormitorio. Fumar hace que los problemas de erección sean mucho más probables porque afecta a los vasos sanguíneos, incluidos los que deben ensancharse para que se produzca una erección.
5. Menos infecciones
Fumar también le hace más vulnerable a las gripes y resfriados estacionales.
Los diminutos pelos llamados cilios que recubren las vías respiratorias, incluyendo la tráquea y los bronquios, ayudan a protegerle.
Pero uno de los efectos tóxicos del humo del cigarrillo es que paraliza los cilios, lo que borra esa protección. Por eso los fumadores tienen muchas más infecciones.
Al mes de dejar de fumar, tus cilios vuelven a hacer su función protectora.
6. Su mejor forma física
Después de dejar de fumar, debería ser más fácil hacer cosas sencillas como subir unas escaleras. Podrías volver a practicar deportes o actividades que antes te gustaban o que siempre quisiste probar, como el voleibol o el footing.
Incluso si eres un joven atleta en plena forma física, fumar te costará cuando compitas. Con el tiempo, hace que tus pulmones y tu corazón trabajen más.
Cuando dejes el hábito, podrás volver a jugar y conseguir una nueva marca personal, en todos los ámbitos de tu vida.