Un trastorno del sueño es uno o varios de los trastornos que impiden dormir bien. Estos trastornos pueden afectar a su salud física y mental y a su calidad de vida.
A largo plazo, pueden provocar mal humor, ansiedad, irritabilidad y depresión. Es posible que le resulte más difícil recordar cosas y concentrarse, lo que podría causar problemas en casa y en el trabajo.
La somnolencia constante también puede provocar accidentes de tráfico y de otro tipo que pueden causarle lesiones a usted y a otras personas.
Y a largo plazo, puede ser una causa de afecciones crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad e hipertensión arterial.
Aunque hay más de 100 trastornos específicos del sueño diferentes, los cinco tipos más comunes son:
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Apnea del sueño: La respiración se interrumpe o es anormal durante el sueño, normalmente por ronquidos fuertes.
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Insomnio: ¿No puede conciliar el sueño o permanecer dormido durante toda la noche?
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Narcolepsia: Te sientes extremadamente somnoliento durante el día y puedes quedarte dormido de repente.
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Síndrome de las piernas inquietas (SPI): Sientes las piernas incómodas y tienes la necesidad de moverlas mientras te duermes.
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Trastorno de la conducta del sueño REM: Representas los sueños mientras duermes hablando, caminando o moviendo los brazos.
Una forma de evaluar la calidad de su sueño y ver si tiene un trastorno del sueño es conocer las características de los distintos trastornos del sueño. Llevar un registro de sus hábitos de sueño mediante un diario de sueño también puede ayudarles a usted y a su médico a identificar el problema.
Señales de advertencia de los trastornos del sueño
Cualquiera puede experimentar problemas de sueño de vez en cuando. Pero si ocurre con regularidad, puede ser el momento de preguntar a su médico si tiene un trastorno del sueño. Hágase las siguientes preguntas. Si la respuesta es afirmativa a una o más de ellas, podría ser un signo de un trastorno del sueño. Usted:
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Le cuesta conciliar el sueño?
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Lucha por mantenerse dormido?
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Se siente cansado durante el día, incluso después de haber dormido más de 7 horas?
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Le resulta más difícil realizar las actividades diurnas habituales?
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¿Roncar muy fuerte?
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Se queda dormido mientras conduce?
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Le cuesta mantenerse despierto cuando está inactivo, como cuando ve la televisión o lee?
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Tiene dificultades para prestar atención o concentrarse en el trabajo, la escuela o el hogar?
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Tiene problemas de rendimiento en el trabajo o en la escuela?
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Le dicen a menudo los demás que parece cansado?
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Tiene dificultades con su memoria?
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Tiene respuestas lentas?
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Tiene dificultad para controlar sus emociones?
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Siente la necesidad de hacer siestas casi todos los días?
Cómo llevar un diario del sueño
Para determinar si tiene un trastorno del sueño, preste atención a sus hábitos de sueño llevando un diario de sueño y comentando con su médico los patrones y características de su sueño. Es importante tener en cuenta que el insomnio puede ser un trastorno del sueño o un síntoma de otro problema. Muchos de los problemas de sueño más comunes pueden resolverse con tratamientos conductuales y una mayor atención a la higiene del sueño. Eso significa, entre otras cosas:
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Mantenga una rutina tranquila antes de acostarse: tome un baño caliente, lea o haga unos ligeros estiramientos.
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Mantenga un espacio fresco, oscuro y tranquilo para dormir.
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Evite las actividades ruidosas o las conversaciones fuertes a altas horas de la noche.
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No haga ejercicio demasiado cerca de la hora de acostarse; puede interferir con el sueño.
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Evite los alimentos pesados y grasos a última hora de la noche.
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Intenta tomar la luz del sol a primera hora de la mañana para mantener tu ciclo de sueño.
Si ves que tus problemas de sueño continúan, incluso con una buena higiene del sueño, es probable que sea el momento de consultar a tu médico sobre un posible trastorno del sueño.
Qué esperar en el médico
Su médico le hará un examen físico completo y le preguntará sobre sus síntomas, su estilo de vida, su historial médico y cualquier otra enfermedad que pueda tener. Si no hay una causa obvia para sus síntomas o si su insomnio y cansancio diurno continúan, su médico podría sugerir un estudio del sueño.
Es decir, que duerma en una habitación especial donde un equipo médico pueda controlar lo que ocurre en su cerebro y su cuerpo. Suelen colocarse pequeños sensores en la cabeza y el pecho o en cualquier otro lugar. No hay agujas. El equipo buscará posibles alteraciones del sueño. Prestarán atención a una serie de cosas que incluyen:
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Los movimientos de los ojos
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Pulso
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Frecuencia respiratoria
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Movimientos corporales
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Los ronquidos
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Niveles de oxígeno en la sangre
Su equipo médico puede tardar un par de semanas en organizar y analizar la información. Concertarás otra cita para analizar los resultados.